De nada sirve contar con una maravillosa naturaleza y un increíble patrimonio histórico y cultural si los viajeros no encuentran esa chispa imprescindible para divertirse. Lo bonito no está reñido con lo entretenido, y en Ecuador lo saben a la perfección…
Realizar un viaje a Ecuador es descubrir uno de los países más apasionantes de América Latina, y uno de los destinos más ricos y completos del continente. A la espectacular naturaleza de la nación se une un increíble patrimonio y una característica esencia latina que llena sus ciudades de color, sus noches de ambiente y sus platos de sabor. Buen ejemplo de esa riqueza es Montañita, una pequeña localidad de poco más de 5.000 habitantes junto a la costa del Pacífico. Podríamos definir Montañita de muchas formas, todo depende de lo que busque quien la visite: paraíso del surf, maravillosas excursiones, tranquilidad, animada vida nocturna, etc. Sus calles estrechas desembocan en una playa con coloridas tiendas, bares, hoteles y restaurantes. Hace solo unos años, Montañita era un "paraíso escondido", sin embargo, ahora es el destino turístico preferido por decenas de miles de jóvenes de América Latina, Estados Unidos y Europa. Otro de los pilares sobre los que se sostiene ese espíritu divertido e inconformista de Ecuador es su gastronomía. Es el resultado de la fusión de las cocinas de sus diferentes regiones –costa, sierra, Amazonía y región insular o Galápagos–, e incorpora una variedad de hierbas, especias, animales, verduras y frutas, así como prácticas tradicionales de preparación de alimentos, que hacen de su gastronomía una aventura para el paladar. La cocina ecuatoriana ha estado muy influenciada por los habitantes originarios de la zona, por los pueblos que ocuparon su territorio (incas y españoles), y por otras influencias extranjeras, principalmente de países de América Latina. En Ecuador, el pescado y el marisco se usan para hacer encebollado, ceviche, bollo, encocado, fanesca, sancocho de pescado, etc. Los ingredientes de origen vegetal más comunes son: el plátano verde o maduro, la yuca, la salsa de maní y muchos otros. El maíz se suele comer en las populares bonitísimas (tortillas) y los frijoles se usan en muchos platos. Las carnes más frecuentes son las de vacuno, pollo, borrego y chivo. El cuy, un roedor, suele comerse asado. La carne de cerdo se usa para la preparación de hornado, chugchucaras y fritada.