De todos los núcleos urbanos que podemos encontrar en Finlandia, Helsinki es el más grande y poblado. Además de la capital, apenas hay media docena de ciudades que superen los 100.000 habitantes, pero sí hay muchas que destacan por su arquitectura, por su papel en el desarrollo económico del país, por su antigüedad o, simplemente, por su encanto y belleza. Es el caso de Tampere, una ciudad con cerca de 300.000 habitantes situada en el interior de Finlandia. Fundada en 1779, es una ciudad industrial de amplia tradición literaria y teatral, activa y dinámica, que cuenta con tres universidades y varios centros e institutos de formación profesional. En Tampere merece la pena visitar la catedral, de principios del siglo XX; visitar algunos de sus 35 museos; caminar por Hämeenkatu, la calle principal; dar un paseo en barco por sus lagos; andar por sus parques y jardines, y disfrutar de su movida vida nocturna.
Turku, a orillas del río Arado, data del siglo XIII y es la ciudad más antigua de Finlandia, además de ser su capital, hasta 1812. El río es el corazón de la ciudad y junto a él se concentran sus principales atractivos: la Gran Plaza Vieja, la Catedral y el Castillo. Paseando por las calles medievales de Turku, se pueden visitar algunos de sus museos, como el Aboa Vetus & Ars Nova, la Casa Qwensel, el Museo Farmacéutico, o el Sibelius. En verano, la gente se reúne en las orillas del río para comer, beber y escuchar música y la ciudad se desborda con acontecimientos y festivales. El Castillo de Turku es una imponente fortaleza medieval que se levanta, desde 1280, en la desembocadura del rio Arado. A lo largo de los siglos, el Castillo de Turku ha sido Palacio real, cárcel, almacén, cuartel militar y, en la actualidad, alberga un museo de historia. Sus muros encierran momentos de gloria, como los vividos bajo el mandato del rey Juan III de Suecia, y también han presenciado sangrientos asaltos y devastadores incendios. Se realizan visitas guiadas.
Otras ciudades finlandesas de gran importancia son Oulu y Jyväskylä. La primera es una de las más pobladas del país, y se la considera uno de los "laboratorios vivientes" de Europa, donde se experimenta con nuevas tecnologías. Al pasear por la ciudad, enseguida se percibe la importancia que la naturaleza y las actividades al aire libre tienen para los habitantes de Oulu. Por todos sitios hay hermosos parques y un ferry enlaza en verano la ciudad con la isla de dunas de Hailuoto. En la Rotuaari Promenade del centro de la ciudad se encuentran una amplia variedad de cafés y restaurantes de clase, grandes almacenes y boutiques. Por su parte, Jyväskylä es una ciudad situada en la región de los lagos de Finlandia, y constituye un importante nudo logístico y de comunicaciones. Jyväskylä es una ciudad muy dinámica en la que se realizan más de 5.000 eventos al año y en la que se encuentran más edificios diseñados por Alvar Aalto que en cualquier otra ciudad del mundo. Además, en la región de Jyväskylä se pueden ver dos sitios únicos, Patrimonio Mundial de la UNESCO: la Torre de Triangulación Oravivuori y la antigua Iglesia de Petäjävesi, un excelente ejemplo de la arquitectura en madera, construida en 1763-1765.