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Norte de Escocia

La indómita belleza de las Highlands

Un buen lugar donde comenzar la ruta por las Highlands es su capital, Inverness. Pese a que su nombre puede hacerte pensar en una ciudad desangelada y fría, es una localidad bastante agradable que, sin duda, es una excelente base de operaciones para visitar la región.

Un precioso castillo victoriano –que actualmente se usa como tribunal de justicia- preside el centro de Inverness, que cuenta con varios edificios antiguos e interesantes en torno a Church Street. Además de pasear tranquilamente por la ciudad, conviene reservar algo de tiempo para adentrarse en la historia de las Highlands visitando el Inverness Museum and Art Gallery y hacer una travesía en barco por el canal de Caledonia y del lago Ness.Otro de los puntos imprescindibles en tu ruta por las Highlands es Fort William, una antigua ciudad de guarnición que se ha hecho fuerte a la vera de la montaña más alta de todas las islas británicas –el Ben Nevis, con sus 1.344 metros-. De hecho, subir al techo británico es uno de los grandes atractivos para los visitantes de la ciudad quienes, sin embargo, tienen mucho más a su disposición: excursiones en bicicleta de montaña, rutas senderistas entre valles y lagos por el Glen Nevis, destilerías de excelente calidad, jornadas de pesca inolvidables, actividades en la nieve durante el invierno… ¿Alguien da más?

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¿Volver a casa con una falda?

Los seguidores del kilt –típica falda escocesa- y del tartán –típico tejido escocés- pasarán un rato inolvidable en el The Scottish Kiltmaker Visitor Centre, que explica con detalle toda la historia y tradición de esta vestimenta. Además, en Inverness encontrarán varias tiendas donde adquirir todo tipo de productos a la escocesa.

Para todos los públicos pero con cuidado

Ascender a la cima del Ben Nevis es accesible para casi todos los públicos, porque hay senderos bien indicados que llevan hasta lo más alto. Eso sí, conviene informarse de la previsión del tiempo y llevar un buen equipamiento contra el frío porque a veces hay nieve y casi siempre, mucho viento. Ten en cuenta que la ascensión supone unas ocho horas en total. Eso sí, las vistas son sublimes.

Una estación balnearia llena de encanto

El puerto tiene unas vistas excelentes de la costa de Argyll –y desde lo alto de la McCaig’s Tower son iguales o mejores-, hay una destilería de whisky excelente, un taller de cerámica muy interesante y la ciudad conserva el encanto de la ciudad balneario que frecuentaba la reina Victoria. ¿A que sí hay motivos para detenerse en Oban?

Siguiendo los pasos de Harry Potter

Uno de los grandes atractivos de Glenfinnan es tomar el tren de vapor West Highland Line, inaugurado en 1901. El viaducto y varias vías y locomotoras se usaron en el rodaje de Harry Potter. Incluso aunque no interesen las historias del pequeño mago, el viaje es una delicia gracias a los paisajes por los que pasa, además del encanto de moverse en un tren añejo.