Un buen lugar donde comenzar la ruta por las Highlands es su capital, Inverness. Pese a que su nombre puede hacerte pensar en una ciudad desangelada y fría, es una localidad bastante agradable que, sin duda, es una excelente base de operaciones para visitar la región.
Un precioso castillo victoriano –que actualmente se usa como tribunal de justicia- preside el centro de Inverness, que cuenta con varios edificios antiguos e interesantes en torno a Church Street. Además de pasear tranquilamente por la ciudad, conviene reservar algo de tiempo para adentrarse en la historia de las Highlands visitando el Inverness Museum and Art Gallery y hacer una travesía en barco por el canal de Caledonia y del lago Ness.Otro de los puntos imprescindibles en tu ruta por las Highlands es Fort William, una antigua ciudad de guarnición que se ha hecho fuerte a la vera de la montaña más alta de todas las islas británicas –el Ben Nevis, con sus 1.344 metros-. De hecho, subir al techo británico es uno de los grandes atractivos para los visitantes de la ciudad quienes, sin embargo, tienen mucho más a su disposición: excursiones en bicicleta de montaña, rutas senderistas entre valles y lagos por el Glen Nevis, destilerías de excelente calidad, jornadas de pesca inolvidables, actividades en la nieve durante el invierno… ¿Alguien da más?