Para arrancar tu recorrido bajo tierra, ¿qué te parece comenzar por la cueva más grande e impresionante de todo Vietnam? Es la de Phong Nha y fue descubierta en 1990 gracias a una expedición organizada por la British Cave Research Association (Asociación Británica de Búsqueda de Cuevas). ¿Sabías que tiene 55 kilómetros de profundidad? La visita te va a dejar de piedra y eso que sólo está a abierto al público el primero de sus kilómetros... La caverna principal está a 8.000 metros de profundidad y está rodeada por varias cuevas más pequeñas pero igualmente impresionantes.
Cerca de allí se encuentra la cueva de Thien Duong (La Cueva del Paraíso), descubierta en 2005 también por espeleólogos británicos y abierta al público desde 2010, gracias a un sistema de pasarelas e iluminación que permiten disfrutar perfectamente de su fabuloso interior. La Cueva del Paraíso tiene 31 kilómetros de largo. Quién lo diría cuando te introduzcas en el pequeño orificio de entrada e inicies el descenso a través de las escaleras. ¡El final del camino abre un mundo nuevo bajo tierra! En la Bahía de Halong, entre otros muchos lugares de interés, también hay interesantes cuevas donde vivir una deliciosa experiencia bajo tierra. Una de las más populares es la Hang Sung Sot o Cueva de las Sorpresas, que cuenta con tres grandes y preciosas cámaras. El recorrido es una delicia, porque después de subir unas escaleras y disfrutar de las grutas, se puede volver a la bahía caminando por el fresco interior y atravesando un puente de madera. No te pierdas las formaciones del interior de la cueva, denominadas el castillo de la Serenidad. Para visitar la última de las grandes cuevas de Vietnam sólo tendrás que subir 486 escalones de piedra antigua. Es el pequeño precio que tendrás que pagar para disfrutar de una de las vistas más espectaculares que puedes encontrar en todo el país. Sólo así llegarás a la cima del Hang Mua, considerada como la Gran Muralla vietnamita, y una vez allí, prepárate para hacer mil y una fotos. ¡No vas a poder parar! Las montañas, los arrozales, los templos, las cuevas... ¡El conjunto es absolutamente perfecto!