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Guerra y Paz

La huella de la memoria

Como sucede en otras partes del planeta, en las que los seres humanos se han enfrentado entre ellos en conflictos bélicos, esta zona de Europa ha incluido, una vez reconstruidos los pueblos y ciudades, memoriales para reivindicar este fatal error histórico. Son necesarias paradas en recorridos viajeros de gran belleza, parte de la historia de todos.

Los tiempos de paz han vuelto a traer visitantes a estas tierras, un enclave entre los Balcanes volcado al mar, en el que se fundieron elementos de las tradiciones cristiana y musulmana. La reconstrucción también implicó que se crearan espacios para recordar lo que sucedió aunque pareciese mentira, algo impensable después de las dos guerras mundiales sufridas en Europa.

Disfrutar de los lugares y de las acogedoras gentes de estas tierras merece dedicar un tiempo a pasar por estos memoriales que nos conmoverán, y que harán que apreciemos aún más los tiempos de paz.

Parece mentira que los lugares que recorremos, de gran belleza y marcados por la tranquilidad, fueran campo de batalla en los años noventa del siglo XX. Pues así fue, como podremos recordar durante nuestro paso por Sarajevo y Mostar, dos inolvidables y gratas experiencias de viaje que también recordaremos por este legado antibélico.

Puntos clave para ‘No Olvidar’

Museo de la Infancia en Guerra, en Sarajevo

El Museo de la Infancia en Guerra (‘War Childhood’), inaugurado en 2017 en Sarajevo, es un impresionante memorial para que no se olviden los desastres de la guerra, en este caso a partir de objetos (más de 3.000) de la vida cotidiana y testimonios de los ‘niños de la guerra’. Un sencillo edificio de fachada blanca que supone una emocionante experiencia.

Museo del Genocidio y los Crímenes Contra la Humanidad en Sarajevo

El casco histórico de la ciudad acoge este espacio para entender por qué se originó la Guerra de los Balcanes, qué pasó y qué repercusiones tuvo este gravísimo traspiés en la historia de esta zona de Europa de gran belleza. Una visita recomendable para reivindicar los tiempos de paz y entendimiento entre los seres humanos… basta con contemplar las salas de este memorial.

Museo de las Víctimas de la Guerra y el Genocidio, en Mostar

Mostar es otra de las ciudades-símbolo que quedarán en la memoria por sufrir intensamente los desastres de la guerra. En la actualidad, esta ciudad de excepcional belleza se ha recuperado en gran parte de sus heridas, con iconos como el reconstruido Puente de Mostar, el Stari Most (Puente Viejo en bosnio), que fuera símbolo de unidad entre Oriente y Occidente, y con las palabras ‘Don´t forget’ (‘No olvidar’) pintadas en varias paredes de la ciudad.

Svrzo House, en Sarajevo

Esta pintoresca casa, construida íntegramente en madera, hace las veces de museo de historia, ya que fue levantada en tiempos de la ocupación otomana, y da buena muestra de cómo se vivía y cuáles eran las tradiciones más importantes en aquella época. Merece la pena.