Islandia es sin duda el país de los lagos. Éstos comparten protagonismo paisajístico con volcanes, glaciares y los géiseres. Aunque son distintos llama la atención su gran tamaño. Aunque existen también pequeñas lagunas, los más conocidos miden desde 10 a 80 kilómetros cuadrados, incluyendo lagos naturales y artificiales.
Uno de los lagos más famosos y más visitados de toda Islandia es la Laguna Azul, pero aunque no lo parezca se trata de una laguna artificial creada por el hombre. Este balneario ofrece unas horas relajantes disfrutando de sus aguas templadas a las que se les ha atribuido un gran valor terapéutico. Bañarse en estas aguas a una media hora de Reikiavik es encontrar la paz en un paisaje único rodeado de rocas volcánicas. Otro de los más populares es el lago glaciar de Jökursárlón, en pleno Parque Nacional de Skaftafell, y que ocupa el segundo puesto en profundidad de lagos del país, con unos 200 metros de fondo. Su paisaje representa la típica imagen gélida de Islandia, rodeado de nieve y con grandes icebergs que contrastan con el azul de sus aguas, además de deleitar al visitante con la presencia de algunas focas y algunas aves típicas del país. En el Parque Nacional de Vatnajökull, al norte del país, se encuentra el lago volcánico de Myvatn, el cuarto más grande de Islandia. Myvatn está en una zona de alta actividad volcánica por lo que mucha gente visita esta laguna para bañarse en sus aguas termales naturales.