Hay muchas maravillas que ver en Suiza. Ciudades en las que se decide el devenir financiero de Occidente, paisajes montañosos que cuesta creer que sean reales, una gastronomía deliciosa y unas tradiciones ricas y pintorescas, todo ello envuelto en el más fino paño de elegancia y sobriedad, y acomodado bajo la sombra de las cumbres nevadas de los Alpes. ¡Bienvenidos!
El queso, los relojes, la neutralidad y el chocolate. Como la mayoría de los países del mundo, Suiza tiene una serie de estereotipos en los que todos pensamos cuando nos referimos a esta singular nación. Pero lo cierto es que la Confederación Helvética es mucho más que todo eso. Muchísimo más. La lista de joyas naturales que ver en Suiza es muy larga: dentro del territorio helvético podemos encontrar un sinfín de parques nacionales y de espacios naturales que rivalizan sin complejos con los más espectaculares del planeta. Lugares como las Cataratas del Rin, el Parque Natural Jura del Vaud, el Parque Nacional Suizo de Zernez, el Parque Natural Regional de Schaffhausen o las Cascadas de Trümmelbach son verdaderos espectáculos para los sentidos. Además, por supuesto, están los cientos de lagos nacionales, que salpican la geografía suiza aportando un toque de color y frescura al paisaje. Algunos de los más destacados son el Lago Leman, el Lac Bleu, el Lago Lei o el Lago de Brienz. ¿Y qué decir de los Alpes? Aunque esta cadena montañosa recorre varios países europeos, parece existir cierto consenso a la hora de señalar que es precisamente en territorio suizo donde muestran su cara más espectacular. La silueta del Matterhorn -conocido como Cervino al otro lado de la frontera italiana-, el puente colgante Charles Kuonen, los paisajes del valle de Lauterbrunnen, los glaciares Aletsch y Grand Désert, la villa de Wengen… Son solo algunas de las inolvidables maravillas que ver en Suiza, en los Alpes.