Debido a nuestra posición, en ocasiones cometemos el error de confundir tranquilidad con aburrimiento. Desde esta soleada, entretenida y bulliciosa atalaya llamada España es fácil ver los países nórdicos como destinos demasiado apacibles. Pero, efectivamente, se trata de un error: Escandinavia en general y Finlandia en particular son lugares muy divertidos, en los que la lista de actividades que podemos llevar a cabo es larguísima.
Por ejemplo, la Región de los Lagos -o Lakeland-, ubicada en el sureste del país, es una tierra de belleza extraordinaria, en la que podemos caminar, navegar o simplemente admirar algunos de los lagos más pintorescos y cristalinos de toda Europa. Las ciudades finlandesas, como ya hemos visto, son mucho más dinámicas y vibrantes de lo que creíamos, y eso que todavía no hemos hablado de uno de los hobbies preferidos por la población local: la sauna. En Finlandia es mucho más que un lugar caluroso en el que sudar y purificarse… En lo que respecta a la gastronomía finlandesa, podemos decir que es una agradable sorpresa para cualquier visitante: la mayoría de los platos mezclan sabores amargos y dulces en una combinación perfecta. La patata es el ingrediente principal de una cocina en la que los platos tradicionales de reno o alce, y pescados como el salmón o el arenque, conviven con delicias como las famosas y enormes salchichas, el pan de centeno o los pasteles salados conocidos como karjalanpiirakka. También la zanahoria es un ingrediente que suele estar presentes en la mayoría de los platos típicos como, por ejemplo, el delicioso y tradicional pastel de zanahoria.