Cuando decimos que Croacia es un destino que lo tiene todo, no estamos exagerando en absoluto: a sus magníficas playas y a su abrumador patrimonio histórico y cultural se une una colección increíble de ciudades, pueblos y aldeas en los que se respira la esencia del país y que nos muestran cómo es el día a día de los croatas.
No podemos hablar de las ciudades croatas sin comenzar refiriéndonos a Zagreb, la capital del país y, con casi un millón de habitantes, su ciudad más poblada. Como capital de Croacia, Zagreb es la sede del gobierno central, de casi todos los ministerios y de las administraciones públicas. Su actividad económica concentra la mayoría de la industria, las sedes empresariales, los centros de investigación, actividades de tecnologías de la información y del sector servicios. También es el principal centro de comunicaciones por tierra y aire, y cuenta con una animada vida nocturna y una intensa actividad social y cultural.
Una de las zonas más populares de Zagreb es su Uppertown, o “Ciudad Alta”. Este conjunto de calles encierra coloridos y bulliciosos mercados de flores, puestos de artesanías y edificios históricos, como, por ejemplo, la Catedral de San Esteban. Las calles principales, repletas de restaurantes y cafés y la cordialidad de sus habitantes invitan a sentarse y tomar un café en cualquier cafetería. Andando sin prisa, se pueden descubrir rincones muy interesantes, además de tener unas vistas excelentes de la ciudad. Un paseo imprescindible. Por su parte, Tkalciceva es una de las calles más importantes de Zagreb. Hace siglos era un arroyo y, hoy en día, es una calle llena de bares y restaurantes, donde resulta muy agradable sentarse a comer, desde pescados y mariscos, a comida italiana, o sándwiches. Además, desde finales de noviembre hasta principios de enero, se llena de puestos de artesanía, así como de comidas y bebidas regionales. Tkalciceva Zagreb es una zona muy tranquila y segura, donde se puede encontrar gente paseando hasta altas horas de la noche.
Dubrovnik y Split completan, junto con Zagreb, el trío de ciudades esenciales del país. La primera -también conocida como Ragusa- es una ciudad costera, cercana a la frontera con Bosnia y Herzegovina y uno de los centros turísticos más importantes del mar Adriático. Es una ciudad medieval rodeada por una gran muralla, que data del Siglo X. La ciudad de Dubrovnik fue dominada por los Bizantinos, venecianos, húngaros y turcos. También fue una de las ciudades que más sufrió la guerra contra Serbia. Tiene unas preciosas playas de piedra y una ciudad plagada de elegancia. El centro histórico de Dubrovnik fue declarado Patrimonio de la Humanidad en 1979. Split, por su parte, se encuentra en la costa del mar Adriático y es la segunda ciudad más grande de Croacia. También es un puerto marítimo, centro de transportes y popular destino turístico. Aquí se encuentra el Palacio de Diocleciano. Split es una de las ciudades más atractivas del sur de Croacia y ha sido declarada Patrimonio de la Humanidad. Fue fundada como colonia griega y ha sido ocupada por todas las potencias que, a lo largo de los siglos, han ejercido un poder hegemónico en Europa. Finalmente, en 1991, después de la guerra de los Balcanes, Croacia logró su independencia.