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Calgary

El viejo oeste y sus deportes de invierno

Al oeste del continente y bordeando al sur con Estados Unidos, en la provincia de Alberta, encontramos la ciudad de Calgary. Con un glorioso pasado industrial dominado por la industria petrolera y del gas, la recesión económica de los años 80 provocó que esta región se reinventase e introdujera nuevas formas de dinamizar la economía y el empleo, entre ellas, el turismo. Hoy es una de las ciudades con mayor calidad de vida del mundo y ostenta el título de ser una de las más limpias.

Se encuentra a tan solo 80 kilómetros de las Montañas Rocosas y suele ser el punto de partida para los que hacen la ruta por sus parques naturales y lagos. Sin embargo, Calgary bien merece protagonismo por sí sola ya que el visitante descubrirá una ciudad fascinante llena de vida y opciones de entretenimiento. Si hay un hito que marcó la historia de la ciudad fueron los Juegos Olímpicos de Invierno de 1988 y, gracias a eso, sigue siendo uno de los destinos preferidos para los amantes y profesionales de este tipo de deportes como las diferentes modalidades de esquí, el patinaje de velocidad y, especialmente, el hockey sobre hielo. Y si hablamos de deportes terrestres, en Calgary hay que destacar los rodeos. La ciudad acoge en verano el Calgary Stampede, o también conocido como “El mayor espectáculo de la Tierra al aire libre”. Durante 10 días del mes de julio en los que los protagonistas absolutos son los caballos y los jinetes así como todas las opciones de ocio que envuelven el festival convirtiendo a Calgary en el epicentro de la fiesta.

La ciudad ofrece numerosas actividades de entretenimiento. Una de las más populares es la visita a Heritage Park, considerado un museo viviente. Se trata de un parque temático en el que se recrea la forma de vida de las diferentes épocas históricas por las que ha pasado la provincia de Alberta. A lo largo de más de 200 atracciones y réplicas de edificios y construcciones, el visitante puede experimentar en primera persona cómo vivían los canadienses de la zona desde 1860 hasta 1950. Los aficionados a la historia no pueden perderse el museo histórico de Fort Calgary, que recuerda el origen de la ciudad con el asentamiento de la Policía Montada. Otro de los museos que pueden visitarte es el Glenbow Museum, dedicado a las culturas aborígenes para conocer los primeros pobladores de la región así como su imponente naturaleza. La música tiene su sede en Studio Bell, con un imponente edificio, es el Centro Nacional de Música. Uno de los símbolos de Calgary y reflejo de su carácter moderno actual es la Calgary Tower, una construcción de 191 metros de altura con un mirador de 360º en su cima desde el que observar una impresionante panorámica de la ciudad con las Montañas Rocosas en el horizonte. ¡Todo un espectáculo! Los que quieran llevarse un recuerdo de la ciudad o pasear por una animada y concurrida zona comercial, encontrarán su lugar en la avenida Stephen, una calle peatonal abarrotada de tiendas, bares y restaurantes. Y no sería Canadá si en Calgary no hubiera algún parque urbano. Prince’s Island Park y Spruce Meadows son las zonas verdes principales de la ciudad. De extensión considerable, son lugares ideales para un momento de descanso y desconexión sobre la hierba, improvisar un picnic o practicar alguna actividad al aire libre. Cerca del parque Prince Island, encontraremos el particular Peace Bridge, construido por el arquitecto español Santiago Calatrava y que cruza el río Bow.