Tres días después del ataque nuclear de Hiroshima, Nagasaki también fue víctima de una bomba atómica que azotó la localidad, día 9 de agosto del año 1945, y que causó grandes destrozos, provocando la muerte de unas 73.000 personas.
Esta catástrofe todavía está presente en la memoria de los lugareños y todos los viajeros interesados pueden conocer más de cerca este infortunio en el Parque de la Paz Nagasaki, un precioso espacio verde dividido en tres áreas: esperanza, plegarias y estudio.
En Nagasaki nos encontraremos con un crisol de culturas y religiones. Y es que desde el año 1641 hasta el 1858, momento del periodo Edo en el que las puertas de Japón estaban totalmente cerradas al exterior, esta localidad fue el único punto de acceso para los bienes comerciales de Europa y China. Además de la rica e interesante historia de este emplazamiento, Nagasaki también cuenta con un entorno admirable y único, pues se encuentra en un gran puerto natural y está rodeada de colinas en las que descansan imponentes edificios, así como una naturaleza especialmente hermosa. Nagasaki es una de las joyas japonesas y vale la pena hacer un alto en ella, ya que esta ajetreada ciudad portuaria, llena de construcciones modernas, tradicionales y monumentos emblemáticos ha sabido volver a sus raíces más arraigadas, ofreciendo así una experiencia de ensueño a todos los visitantes.