Bruselas es la capital de Bélgica y de Europa. Es en esta localidad donde se encuentra la sede del Parlamento Europeo y de la OTAN. Pero más allá de ser el centro de las instituciones europeas, esta ciudad esconde una parte cosmopolita en la que se respira arte y se come de maravilla.
Pasear por sus callejuelas es una experiencia enriquecedora, ya que en numerosas fachadas se plasman grafitis de personajes de cómics como Tintín, Lucky Luke o Astérix y Obélix. El encanto se intensifica cuando, de repente, uno se topa con pintorescas tiendas de segunda mano en las que comprar algún recuerdo, y cafeterías vintage ideales para hacer un alto. Esta urbe multicultural es una de las ciudades más ecológicas de Europa, ya que cuenta con una elevada proporción de zonas verdes. Y es que está rodeada de parques y bosques que invitan a todo viajero a poner la mente en blanco y dejarse llevar. El Manneken Pis es uno de sus monumentos más populares, así como el Atomium, la Grand Place y las catedrales de San Miguel y Santa Gúdula. La gastronomía de esta metrópoli es fascinante. La cerveza atrapará a los fanáticos de esta bebida, los amantes del marisco disfrutarán con los mejillones típicos, y los más golosos sentirán que están en el paraíso de los dulces gracias a los deliciosos chocolates y los gofres.