A Islandia se le conoce como la tierra del fuego por sus volcanes, pero también como la tierra del hielo. Hay tantos glaciares, o jökull, como les llaman los islandeses, que el color blanco ha teñido el paisaje ocupando casi un 11 % de toda la superficie del país.
Para los visitantes es toda una experiencia el poder caminar por el hielo, ir en moto de nieve por las diferentes laderas de las montañas nevadas, y sentir el frío del Ártico. Por ello, si se realiza algún trekking o excursión en alguno de los glaciares de Islandia conviene ir bien abrigado con ropa aislante e impermeable y unas buenas botas de montaña a prueba de frío, hielo y nieve. El más famoso de todos los glaciares de Islandia y probablemente el más visitado es el Vatnajökull. Y no es para menos ya que se trata del glaciar más grande de todo el país y el segundo del continente europeo después del danés Jostedalsbreen. Sus 8.000 km2 de hielo y nieve son visitados por miles de aventureros de todas partes del mundo y tiene unos 3.000 km3 de volumen. En las Tierras Altas de Islandia se encuentra el segundo glaciar por orden de tamaño, el glaciar de Langjökull. Es uno de los mejores lugares para alquilar una moto de nieve y así poder recorrer de forma divertida sus casi 1.000 km2 de superficie. En este glaciar se encuentra un túnel muy famoso que ha sido cavado a mano por el hombre. Una manera preciosa de conocer los colores azulados y blancos de su interior. Al sur de Islandia se encuentra otro glaciar popular, Mýrdalsjökull, que cubre uno de los volcanes activos más famosos de Islandia, el volcán Katla. Si se dispone del equipo adecuado, normalmente facilitado por las excursiones contratadas, el Mýrdalsjökull es ideal para recorrer a pie sobre el hielo, adentrarse en sus grietas y cuevas y sortear los gigantescos bloques de hielo, ayudado por los crampones y siempre acompañado por un guía especializado.