Todos hemos visto imágenes y hemos escuchado historias sobre la belleza y el buen ambiente del Algarve portugués, pero lo cierto es que la realidad supera con creces cualquier cosa que hayamos podido ver u oír. ¡Bienvenidos al Algarve!
El Algarve es la región más meridional de Portugal continental. Sus playas son de arena fina y dorada, sus pueblos pesqueros, realmente pintorescos, parecen de otra época, y sus cascos antiguos, muy cuidados, parecen sacados de un libro de historia. Por todo esto, el Algarve portugués se ha convertido en el punto de referencia del turismo de playa en Portugal. El Algarve ofrece una variedad enorme de posibilidades, desde playas inmaculadas para las familias con niños; hasta parques acuáticos para adolescentes; una vida nocturna animadísima para los jóvenes y un buen número de poblaciones históricas para los interesados en el turismo cultural. Ciudades de visita obligada son Portimão, Albufeira, Lagos, Faro y Tavira. Algunos de los enclaves más singulares a lo largo de la costa son: Ponta de Piedade, el Cabo de San Vicente, la Praia da Marinha, en Lagoa, el Arco de Albandeira, en Carvoeiro; y la Praia da Rocha o Playa de la Roca, a pocos kilómetros del centro de Portimão. Con todo, el Algarve es más que sol y playa. Al este del Algarve se encuentra el Parque Natural de la Ría Formosa, que se extiende desde casi la frontera española hasta las proximidades de Faro.