Desde las imponentes Cataratas del Rin hasta las Cuevas de San Beato, pasando por el Castillo de Chillon y las preciosas poblaciones que la rodean. Si de algo puede presumir Suiza es de la belleza que se puede contemplar a lo largo y ancho de todo su territorio.
Si hablamos de los lugares más bellos de Europa, no podemos dejar a un lado las Cataratas del Rin. Son el mayor salto de agua de Europa central, y se encuentran en el curso del Alto Rin, en el norte de Suiza, entre los municipios de Neuhausen am Rheinfall y Laufen-Uhwiesen. Tienen 150 metros de anchura y 23 m de altura. En los meses de invierno, el caudal medio es de 250 m³/s, pero en verano, el caudal sube a 700 m³/s. Las Cataratas se formaron a lo largo de las diferentes glaciaciones, pero el salto de agua se formó hace aproximadamente 15.000 años. Para disfrutar de la imponente vista de las Cataratas, pueden usarse los miradores ubicados en ambas orillas del río, pero también pueden usarse unos barcos especiales que se acercan mucho a la caída de agua. En mitad de la cascada se encuentra la Rheinfallfelsen, una enorme roca caliza que se ha convertido en un mirador excepcional de las cataratas. En la base de la roca hay una pequeña zona, para que el barco pueda dejar a los pasajeros, y desde allí parten unas escaleras que llevan hasta lo alto de la roca. Se puede descubrir la zona es a pie, mediante una ruta de senderismo, pero también se pueden alquilar canoas y piraguas, lo que constituye una actividad muy recomendable para las familias. A orillas del Rin también hay otros atractivos. Al norte se ubica la localidad Neuhausen am Rheinfall y al sur Laufen-Uhwiesen. En la primera se encuentra el Castillo de Wörth, construcción medieval desde la que se accede a uno de los mejores miradores de la zona. En la segunda está el Castillo de Laufen, otro recinto medieval que ofrece excelentes vistas de las cataratas, desde unas plataformas suspendidas justo encima del río. Al caer la noche las Cataratas se visten de gala con un espectáculo de luz y sonido.