Pasear por un frondoso bosque entre senderos cubiertos de nieve, contemplar una puesta de sol inolvidable desde lo alto de un acantilado, rodearse de la más asombrosa naturaleza nórdica o navegar entre preciosas islas que parecen sacadas de una postal. Estas son solo algunas de las maravillosas actividades que nos ofrece la naturaleza danesa.
Una de las cosas más bonitas de viajar es descubrir lugares nuevos, diferentes a los que conocemos y capaces de generar en nosotros una intensa emoción: hacernos contener el aliento, arrancarnos una sonrisa o incluso provocar que una lágrima se deslice por nuestras mejillas. ¡Y el territorio danés está repleto de lugares así! A lo largo y ancho de este maravilloso país podemos encontrar gran cantidad de parques nacionales de una belleza abrumadora, de playas espectaculares, de bosques llenos de animales viviendo en libertad, de acantilados que reciben continuamente los embates furiosos de las olas del Mar del Norte, y de lugares tan asombrosos como la duna de Råbjerg Mile, que forma uno de los desiertos más pequeños del mundo. Además, si hablamos de la superlativa naturaleza danesa, no podemos olvidarnos de sus islas, parte fundamental de la geografía del país. El archipiélago de las Frisias es el más conocido y visitado, pero hay otras que bien merecen una visita, como la asombrosa Bornholm. Y para los más atrevidos y aventureros, siempre queda Groenlandia, una inmensa masa de hielo que pertenece a Dinamarca, y que lo convierte en un país mucho más grande de lo que parece… ¡En todos los sentidos!