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Naturaleza superlativa

Respirando el fresco y puro aire danés

Pasear por un frondoso bosque entre senderos cubiertos de nieve, contemplar una puesta de sol inolvidable desde lo alto de un acantilado, rodearse de la más asombrosa naturaleza nórdica o navegar entre preciosas islas que parecen sacadas de una postal. Estas son solo algunas de las maravillosas actividades que nos ofrece la naturaleza danesa.

Una de las cosas más bonitas de viajar es descubrir lugares nuevos, diferentes a los que conocemos y capaces de generar en nosotros una intensa emoción: hacernos contener el aliento, arrancarnos una sonrisa o incluso provocar que una lágrima se deslice por nuestras mejillas. ¡Y el territorio danés está repleto de lugares así! A lo largo y ancho de este maravilloso país podemos encontrar gran cantidad de parques nacionales de una belleza abrumadora, de playas espectaculares, de bosques llenos de animales viviendo en libertad, de acantilados que reciben continuamente los embates furiosos de las olas del Mar del Norte, y de lugares tan asombrosos como la duna de Råbjerg Mile, que forma uno de los desiertos más pequeños del mundo. Además, si hablamos de la superlativa naturaleza danesa, no podemos olvidarnos de sus islas, parte fundamental de la geografía del país. El archipiélago de las Frisias es el más conocido y visitado, pero hay otras que bien merecen una visita, como la asombrosa Bornholm. Y para los más atrevidos y aventureros, siempre queda Groenlandia, una inmensa masa de hielo que pertenece a Dinamarca, y que lo convierte en un país mucho más grande de lo que parece… ¡En todos los sentidos!

Lugares mágicos que nos ofrece la naturaleza danesa

Islas Frisias

Las islas frisias danesas de Mandø, kilómetros de arena mar adentro donde solo se puede llegar a ciertas horas del día, Rømø, la más grande y accesible y Fanø, donde se avistan más focas, forman un Parque Natural Nacional donde miles de especies marinas y aves migratorias tienen su refugio. La isla de Langli también forma parte de las frisias, pero a ella sólo se puede llegar en verano cuando la marea está baja.

Parque Nacional Mois Bjerge

Este parque de 180 km cuadrados, debe su nombre a la zona natural más conocida de Dinamarca. Es un área protegida, relativamente nueva, que se inauguró el 29 de agosto de 2009, y donde, según se dice, se pueden ver más de la mitad de todas las especies de plantas salvajes del país. En este parque podemos encontrar los paisajes más agrestes y variados de Dinamarca, además de una mansión del siglo XIX, el castillo Kalø del siglo XIV y varios enclaves de la Edad de Bronce.

Parque Nacional del Mar de Wadden

El Parque Nacional del Mar de Frisia, o de Wadden, Patrimonio de la Humanidad por su importancia ecológica, se extiende hasta Alemania y Holanda. Cuando la marea se retira, el fondo del mar se llena de vida y de animales. Las dunas del parque son una de las metas favoritas de las focas y en primavera y otoño llegan bandadas de aves migratorias. En este parque se puede admirar un increíble fenómeno, el “sol negro”, cuando miles de estorninos, en grandes bandadas, tiñen el cielo de negro.

Isla Bornholm

Bornholm, montañosa, verde y fértil, con campos y grandes bosques, es una isla tranquila del Báltico, único lugar en Dinamarca con una costa alta y escarpada, aunque también cuenta con playas blancas, como Dueodde, una playa de arena fina, con pinos y dunas. Esta exclusiva isla danesa guarda restos del neolítico, ruinas medievales, recuerdos de la ocupación nazi y rastros de un bombardeo soviético. Es la roca visible más antigua del mundo, producto de una actividad volcánica de hace más de 1.700 millones de años.