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Un país para comérselo

Las más agradables sorpresas

Desde los exquisitos platos elaborados a base de bacalao hasta los castillos más imponentes del país, pasando por el místico Santuario de Fátima y por las cientos de fábricas de toallas que salpican el territorio luso. Portugal es un país increíble y repleto de lugares asombrosos.

Uno de los elementos que más marcan a los viajeros que eligen Portugal como destino de unas vacaciones es su gastronomía. El vino, el bacalao y otros pescados frescos, los pasteles de nata… ¡Simplemente deliciosa! La cocina portuguesa tiene todo lo necesario para agradar a los paladares más exigentes porque se basa en productos de excelente calidad, cocinados según las recetas tradicionales o según las tendencias más innovadoras. La gastronomía portuguesa se basa en unos iconos fundamentales: el mejor pescado del mundo, pescado con caña y métodos artesanales; las carnes de cerdo, ternera, cabrito o cordero, que provienen de razas autóctonas; las frutas y vegetales frescos; un aceite de oliva puro y aromático; los quesos; la repostería y los vinos. Los quesos serranos producidos en Portugal todavía siguen siendo auténticos desconocidos para el resto del mundo, pero son verdaderamente deliciosos. Son quesos cremosos, untuosos o secos, de cabra y de oveja. En lo que respecta a la repostería portuguesa, podemos decir que es una experiencia inolvidable probar en Sintra las famosas queijadas y los travesseiros; o los “ovos moles” de Aveiro, hechos de huevos y azúcar; los famosos pasteles de nata, un auténtico bocado celestial; y los “pasteis de Belem”, unos deliciosos pastelillos de hojaldre que traen hoy a nuestro paladar el sabor de la antigua repostería portuguesa. Los excelentes vinos portugueses de la actualidad son el fruto del trabajo de una nueva generación de enólogos y productores, entre los que destaca el vino de Oporto, considerado suntuoso y sensual. El suelo y el sol le aportan unas características únicas. La naturaleza y el hombre han sabido unirse para crear un vino excepcional. No olvidemos que las uvas crecen en una región catalogada Patrimonio Mundial por la UNESCO.

Algunos lugares portugueses que no deberías perderte

Monsanto

Monsanto, compuesto por un laberinto de callejuelas, flanqueadas por casas de piedra por las que da gusto pasear sin rumbo fijo, es una pequeña y pintoresca aldea que, en 1938, ganó el premio de la aldea “más portuguesa” del país. Algunas de sus casas son sorprendentemente ricas, y cuentan con entradas manuelinas y escudos de piedra. Sus principales atractivos son: el Castillo y la capilla románica de São Miguel, con inquietantes sarcófagos excavados en roca.

Palacio da Pena

El Palacio da Pena, del siglo XIX, es sencillamente impresionante. Situado en lo alto de una colina, es una explosión de color y posee una arquitectura, mezcla de estilos y corrientes estéticas única en el mundo: motivos mudéjares y manuelinos se integran con torres góticas y mobiliario barroco; elementos clásicos portugueses, como los azulejos que recubren las paredes; y referencias mitológicas y religiosas propias del romanticismo. Está rodeado por un jardín en el que hay miles de especies procedentes de todos los rincones del planeta.

Capilla de los Huesos

La pequeña Capilla de los Huesos, una experiencia, hechizante y truculenta, es el lugar de descanso de cientos de cadáveres, todos ellos exhumados de los cementerios de la ciudad durante el siglo XVI. La entrada principal de la Capilla da la bienvenida a los visitantes con una inscripción en portugués, cuya traducción es: “Nosotros, los huesos que aquí estamos, por los vuestros esperamos.” Hay nada menos que 5.000 huesos, observando a los visitantes, incorporados al cemento desde el suelo al techo.

Castillo de Guimarães

Este majestuoso castillo de siete torres se alza sobre una colina de la histórica ciudad de Guimarães. Fue construido en el siglo XI para defender al monasterio y las nuevas poblaciones de la región y para afirmar el poder ante otros señores feudales. Con el paso de los años se abandonó y se fue deteriorando hasta que, en el siglo XX, se restauró y fue declarado Monumento Nacional. En 2007 fue nombrado una de las 7 Maravillas de Portugal.

Comporta

Aunque los encantos de Comporta, un escogido destino portugués abierto al mar, son cada vez más un secreto a voces, este precioso lugar mantiene, todavía, su espíritu ecológico. En Comporta se unen playas kilométricas, cabañas de paja y madera, casas blanquiazules, pinares, el deslumbrante verde de los campos de arrozales y una buena gastronomía. Además, es perfecto para los amantes de los deportes acuáticos. Un entorno de naturaleza y silencio ante el que se han rendido muchas de las celebridades europeas.

Quinta da Regaleira

La Quinta da Regaleira, está llena de historia, secretos y misterios. Es un conjunto de elementos románticos, manuelinos, neogóticos y mitológicos, e incluye un palacio, un pequeño lago, un invernadero, varios torreones, una preciosa capilla y un pozo de iniciación utilizado, según la leyenda, por los masones. Por todo el complejo hay referencias a la masonería y a los templarios. Los jardines, llenos de especies exóticas de árboles y plantas, sorprenden por sus túneles secretos, sus cascadas escondidas y sus bellísimas fuentes.

Parque Natural de la Sierra de la Estrella

En este Parque Natural, la mayor área protegida portuguesa y el punto más elevado del Portugal continental, nieva con frecuencia, posibilitando la práctica de deportes de invierno. Su paisaje se caracteriza por la presencia de rocas y peñas con formas que dieron origen a nombres como la "Cabeza de la Vieja" y los "Cántaros. En el parque hay grandes rebaños de ovejas, custodiadas por los perros Sierra de la Estrella, una raza de perros grandes y resistentes a las bajas temperaturas.