Los indígenas descubrieron que en el valle podrían alimentarse a través de la agricultura. De ahí sus asentamientos. Sin embargo, los pueblos no se crearon como tales hasta los años de la colonización. En el Valle Sagrado de los Incas están localidades como Písac, Chinchero o Maras.
Este es precisamente el Valle desde el que se contempla el Machu Picchu, el Sacsayhuamán o el laberinto de Quenqo. Los Aymaras fueron los moradores más notables del valle. Eran gentes que venían del Altiplano en busca de mejores tierras para el cultivo. El Valle Sagrado de los Incas es el decorado perfecto no sólo para una estancia sino también para pintarlo. La variedad de tonalidades verdes le dan un aspecto muy particular. Pero también puede ser escenario ideal para algunas actividades deportivas ya que el río Urubamba pasa por Písac. Es un río poco caudaloso y manso en casi todo su recorrido aunque hay sectores torrentosos que suelen atraer a turistas valientes que lo descienden en canoa.
