En sentido noroeste saliendo del pueblo se encuentran las conocidas Salineras de Maras. Se puede llegar tanto a pie como en pequeños vehículos motorizados.
Las salineras están formadas por unos trescientos pozos pequeños de unos cinco metros cuadrados cada uno. En tiempos de sequía, los pozos se llenan de agua salada que proviene de un manantial natural ubicado más arriba de los pozos. Es el proceso clásico de las salineras: cuando el agua se evapora, la sal cristaliza. Es entonces cuando se retira, se embolsa y es enviada a los mercados de la zona. Además de las salineras, la visita a Maras puede servir para conocer las ruinas de Moray o la iglesia colonial de San Francisco.
