Ubicada en el Mar Egeo, según la mitología griega fue creada por los cadáveres de los gigantes. Comparada con Saint Tropez o Ibiza, esta isla atrae cada años a miles de viajeros, entre ellos celebridades griegas e internacionales.
Sus playas de aguas turquesas salpicadas de pintorescos puertos pesqueros y pueblos históricos son algunos de los motivos que ha situado a la isla entre las más visitadas. También sus clubs de música, calles repletas de boutiques y restaurantes para todos los bolsillos así como sus casas blancas con persianas mediterráneas pintadas en coloridos tonos azules, verdes y rojos, que no escatiman en decoración ni buganvillas de color púrpura brillante. Sus capillas bizantinas, monasterios medievales y ruinas arqueológicas junto a sus espectaculares vistas de postal, hacen de esta isla el destino más completo. Para los amantes de la diversión y el sol, Mykonos no defrauda. La isla puede disfrutarse desde junio a octubre. La playa más extensa, Elia Beach, es conocida por su excelente restaurante mediterráneo, situado a pocos metros del mar, que sirve especialidades locales en una terraza cubierta. Y es que el viento es otro de los protagonistas de la isla. Una de las principales postales de Mikonos son sus molinos de viento. Será, probablemente, lo primero que veas al llegar al puerto. Una fila de siete molinos de viento blancos. Orientados hacia el norte para atrapar el viento predominante cerca del puerto para moler grano y suministrar energía. Se cree que fueron construidos por los venecianos en el siglo XVI. Sea como fuere, se han convertido en un símbolo para toda la isla. Dejando a un lado las playas, nos adentramos al corazón de la isla. Chora Mykonos es la principal ciudad histórica de la isla con calles adoquinadas peatonales libres de tráfico. Descubre sus encantadores cafés y pequeñas tabernas o sus boutiques de ropa locales y tiendas de artesanías. Algunos imperdibles del centro histórico son la Pequeña Venecia- con edificios con balcones que recuerdan a los edificios venecianos debido a sus fachadas frente al mar- o la Iglesia de Panagia Paraportiani con su arquitectura de estuco encalado de las Cícladas