Museos, casas perfectamente conservadas,templos y una deliciosa oferta culinaria que te permitirá desatar todos los sentidos. Además puedes escapar y perderte en la campiña circundante, descubrir playas de ensueño o contemplar las ruinas. Hoi An es la ciudad donde se detiene el tiempo.
Uno de los principales oficios que han dado fama a esta ciudad es la sastrería y su industria téxtil. Muchos viajeros aprovechan su estancia para confeccionar ropa hecha a medida con las materias primas más exquisitas del país. Ten en cuenta el tiempo. Las confecciones, dependiendo de su complejidad, pueden tardar de tres a siete días. Si te gustan las artesanías locales, Hoi An es tu destino. Es conocido en todo el país por ser el principal centro de fabricación local de artesanías que podrás comprar en el mercado central. Otra recomendación es desplazarte hacia las aldeas que rodean la ciudad. Además de poder disfrutar de su historia y cultura, su artesanía es espectacular. La mayoría son elaboradas por minorías locales, con lo cual estarás contribuyendo a su economía. Si quieres adentrarte en la historia, el museo principal es el lugar indicado. Aquí encontrarás gran variedad de objetos y exhibiciones que narran la historia de la urbe a lo largo del tiempo, incluidas antigüedades que datan del período Cham y del período colonial. Una de las actividades más populares es la visita a la casa de la familia Tan Ky. Se trata de uno de los edificios de mayor importancia histórica y está ubicado en la sección del casco antiguo de la ciudad. La casa se construyó en el siglo XVIII y perteneció a una familia de comerciantes. La arquitectura mezcla motivos de diseño japoneses, chinos y vietnamitas tradicionales y es posible visitar su interior. Hasta siete generaciones de comerciantes vivieron en esta casa que todavía conserva los muebles y objetos originales para que el viajero pueda hacerse una idea de cómo se vivía antiguamente en la ciudad. Hoi An tiene varias playas, pero los lugareños te dirán que An Bang es una de las mejores. Ubicada al oeste de la ciudad, encontrarás largas playas de arena blanca y aguas cristalinas. Además hay varios restaurantes, asequibles de precio, donde degustar marisco y pescado.