Pasea por el Malecón 2000 o Simón Bolívar, un enclave turístico y de entretenimiento donde antes se situaba el antiguo paseo marítimo junto al río Guayas.
En sus 2,5 kilómetros de largo, encontrarás exuberantes jardines, lagunas artificiales, miradores donde detenerte y ver la vida pasar, monumentos históricos como la Torre Morisca o la estatua a Olmedo y una infinidad de restaurantes, bares y puestos de comida para calmar el hambre. Sube hasta la terraza de The Point, el edificio más alto de Ecuador y tómate un refresco en el bar de la cúspide mientras admiras las vistas desde una panorámica de 360º. Descubre la cara más colonial de Guayaquil en el famoso barrio de Las Peñas. La ciudad contrasta con otras urbes de Ecuador por su arquitectura moderna a excepción de ciertas zonas. Esto se debe a un terrible incendio que en 1896 asoló gran parte del centro histórico de Guayaquil. El fuego comenzó la noche del 5 de octubre y durante tres días la ciudad estuvo ardiendo. Las llamas devoraron aproximadamente la mitad de la ciudad pero no llegaron hasta Las Peñas. Por eso, hoy en día podemos callejear por sus vías empedradas y transportarnos varios siglos atrás solo con mirar sus casitas de colores. Desde allí, sube hasta el cerro de Santa Ana por los 444 escalones de la escalinata de Diego Noboa, hasta llegar a esta colina de 60 metros de altura que ofrece una de las mejores vistas de la ciudad. La leyenda cuenta que el soldado español Nino de Lecumberry, encontrándose en peligro de muerte, invocó a Santa Ana para salvarse. Lo consiguió y en señal de agradecimiento plantó una cruz en la parte alta de la colina en honor a la santa. En lo alto del cerro encontrarás una iglesia consagrada a la Virgen de la Merced y un faro, símbolo reciente de Guayaquil. Construido en 2002, recuerda al primer faro que tuvo la ciudad, ubicado en la isla de Santa Clara. En esa época, su luz indicaba el camino a la ciudad y evitaba los naufragios de los barcos que se aventuraban al puerto.