Las primeras fuentes que citan la ciudad datan del año 900 d.c. convirtiéndola en una de las más antigua de Dinamarca. Prueba de su larga historia es su casco antiguo. Den Gamle By es un museo al aire libre que consta de más de 75 edificios históricos, construidos entre 1550 y 1800, traídos de todos los rincones del país. A principios del s. XIX fueron trasladados a Aarhus para su conservación.
En esta impecable recreación podrás sumergirte en la Dinamarca del XVI donde los lugareños, vestidos con sus trajes tradicionales, recrean el estilo de vida danés de la época. La mayoría de edificios están abiertos al público y las habitaciones mantienen su decoración original. Otros edificios de gran peso histórico de este museo al aire libre son la antigua Casa de Burgomaster de 1597 o la Casa del Comerciante ya que Aarhus fue, durante un largo período de tiempo, el principal enclave económico de la región. La presencia vikinga también puede encontrarse en el folklore popular. El Viking Moot es un festival que se lleva a cabo a finales de julio con disfraces auténticos, artesanía, banquetes y simulaciones de batallas. Si tu estancia cuadra con esas fechas no puedes pasarlo por alto. En cuanto a música y cultura, Aarhus se ha forjado una sólida reputación como ciudad de festivales. El más importante es el anual Aarhus Festival, pero durante casi todo el año podrás disfrutar de música en directo.
La urbe puede recorrerse a pie o en bicicleta. La ciudad interior consiste en un semicírculo encerrado por una carretera de circunvalación y en su corazón se encuentra el Gran Mercado y la Catedral dedicada a San Clemente. Si bien la estructura original se inició en el siglo XII, la iglesia actual data en gran parte de principios de 1500, con algunas características románicas que todavía pueden admirarse en las paredes externas. Pasea por el barrio latino, el distrito más antiguo de la ciudad. Recorre sus callejones adoquinados y sus casas de madera hasta llegar a Mollestien, la calle más bonita de Aarhus. Déjate enamorar por sus cafés y terrazas al más puro estilo hygge, la palabra danesa para definir la sensación de acogedor, unión y relajación. Y no olvides su gastronomía. La urbe está en plena revolución culinaria y cuenta con una amplísima variedad para sus visitantes. Para los paladares más exquisitos, Aarhus tiene tres restaurantes galardonados con la Estrella Michelín.