Beijing
La gran capital de China, Beijing, es una gigantesca ciudad que resume bastante bien una parte del espíritu del país: bullicio, actividad constante, dinamismo y ajetreo pero, al mismo tiempo, cierta dosis de tradición y de costumbres ancestrales en sus habitantes, reservados pero amables a la vez. Más de 20 millones almas duermen cada noche en este insólito lugar, que constituye la puerta de entrada para la mayoría de los viajeros que visitan China. El recorrido por Beijing debería, en cualquier caso, pasar por la Ciudad Prohibida, cuyo nombre oficial es Museo del Palacio Imperial, un impresionante complejo palaciego formado por salones, jardines y pabellones, que ocupan una superficie total de 72 hectáreas. El conjunto está rodeado por un foso, y el palacio interior cuenta con más de 9.000 habitaciones, lo que lo convierte en el complejo imperial más grande y mejor conservado de China. En ese recorrido tampoco debería faltar una visita a la Plaza de Tiananmen, llamada realmente Plaza de la Puerta de la Paz Celestial. Esta inmensa y célebre plaza ocupa más de 400.000 metros cuadrados, y en ella se encuentran algunos de los edificios más importantes de China: el Gran Palacio del Pueblo, que es la sede de la Asamblea Nacional Popular, el Museo Nacional de Historia y de la Revolución, la Torre de Tiananmen, el Monumento a los Héroes del Pueblo, la Puerta de Zhengyangmen, y el Mausoleo de Mao Zedong.
Al sur de la Ciudad Prohibida está otra de las visitas imprescindibles de Beijing: el Templo del Cielo, que data del año 1420 y es el mayor santuario de China. De todas las construcciones que lo forman, la más famosa es el Pabellón por la Oración de la Buena Cosecha. No muy lejos de él se halla el Parque Jingshan, una colina artificial llena de jardines y ejemplos de arquitectura tradicional, desde la que se tienen unas maravillosas vistas de la Ciudad Prohibida y de buena parte de Beijing. El Palacio de Verano, a 12 kilómetros del centro, es también muy interesante; resulta un auténtico placer perderse por sus palacios, pabellones, jardines, teatros y puentes. Mención especial merecen los edificios construidos para los Juegos Olímpicos de Beijing 2008, como el Estadio Nacional, también conocido como “Nido de Pájaro”, o el Centro Acuático Nacional, llamado comúnmente “El Cubo de Agua”, porque parece un enorme cubo formado por burbujas de agua. Además de todos los edificios y monumentos de Beijing y sus alrededores, está una de las grandes visitas de cualquier viaje a China: la Gran Muralla. Se trata de la mayor atracción turística de China, y una de las siete Maravillas del Mundo, además de Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO desde 1987.