Enamórate de Turquía con estos circuitos y viajes completos al país con la mezcla perfecta entre oriente y occidente. Con estos circuitos que te presentamos a continuación tendrás la oportunidad única de conocer Turquía de la manera más cómoda y completa. Elijas los días que elijas, tendrás la posibilidad de conocer lo más relevante de este increíble país como las tierras áridas de Capadocia, la mágica ciudad de Estambul, la costa mediterránea oriental y mucho más es lo que te espera en estos viajes.
Turquía ha sido, desde los tiempos más remotos, el punto donde se fusionan Oriente y Occidente. Por eso ahora podemos encontrar un país lleno de ciudades clásicas y monumentos que nos dejarán boquiabiertos, que se añaden a sus excelentes playas y sus paisajes de fábula.
Turquía tiene absolutamente de todo para atraer al visitante. Más ruinas clásicas que Grecia o Italia, monumentos fabulosos como Santa Sofía o el Palacio Topkapi, paisajes asombrosos como el Castillo de Algodón de Pamukkale, excelentes playas o una estupenda gastronomía son motivos suficientes para que el viajero se sienta atraído por un país sin igual en el mundo. Su ubicación geográfica ha provocado que, a lo largo de los siglos, Turquía siempre haya sido una encrucijada de culturas y civilizaciones, algo que se puede descubrir paseando por la ciudad vieja de la antigua Constantinopla, la fortaleza de Ankara o las ruinas de Éfeso, Pérgamo o Troya. Además, la naturaleza ha regalado a Turquía paisajes fabulosos. Además de unas estupendas playas, el viajero podrá quedarse fascinado por los hechizantes paisajes de la Capadocia, donde los cristianos se refugiaron durante siglos construyendo auténticas ciudades subterráneas.
Hay pocas ciudades en el mundo con más historia en sus calles que Estambul. La antigua Constantinopla fue la capital de un imperio que transmitió a Occidente buena parte de la sabiduría griega y su caída a manos de los turcos otomanos en 1453 puso el punto final a la Edad Media. A día de hoy, Estambul es una ciudad moderna y activa, con casi 15 millones de habitantes, pero su ciudad vieja mantiene todo el esplendor de los tiempos pasados. Sólo el barrio que se alza sobre el antiguo asentamiento bizantino, Sultanahmet, merece ya horas y horas de visita. Allí encontraremos maravillas como Santa Sofía, una imponente iglesia reconvertida en mezquita y que actualmente es un museo único en el mundo. Enfrente, sólo separada por una plaza, se levanta la imponente Mezquita Azul. A unos cuantos metros, nos espera el misterioso y excepcional Palacio Topkapi. Y aún queda mucho más: las vistas desde el Bósforo, la Torre y el Puente Gálata, las Murallas Bizantinas… Y por supuesto, el Gran Bazar, con sus más de 4.000 tiendas.
Al terminar la Primera Guerra Mundial, el Imperio Otomano desapareció y el primer gobierno de la República turca necesitaba una capital alejada de las fronteras y sin estigmas del pasado. Por eso escogió Ankara, que creció rápidamente gracias a la instalación de los ministerios y la maquinaria burocrática del gobierno. Esto ha convertido Ankara en una ciudad moderna y activa, aunque sus orígenes se remontan a la época de los hititas y a pesar de que la ciudad conserve barrios con encanto, especialmente la zona de la ciudadela. Además, la capital turca cuenta con dos interesantes museos sobre dos momentos fundamentales en la historia de la región: el Museo de las Civilizaciones Anatolias, con valiosos restos de todas las culturas que ocuparon esas tierras a lo largo de los siglos; y el Mausoleo de Ataturk, donde descansa el fundador y primer presidente de la República de Turquía.
Goreme, pequeña localidad de apenas 2.000 habitantes, es un lugar mágico situado en medio de un paisaje único en el mundo caracterizado por las enormes setas de piedra y chimeneas de hadas, colinas sinuosas llenas de viñedos y valles profundos. Goreme tiene un museo al aire libre excepcional, plagado de iglesias, capillas y monasterios bizantinos excavados en la roca entre las que destacan la iglesia de la manzana, la iglesia de San Juan Bautista o la iglesia oscura. Dentro del casco histórico de la ciudad, también se puede encontrar el llamado castillo romano, una chimenea de hadas con un sepulcro romano tallado en la roca. Además, alrededor de la localidad se extienda el Parque Nacional de Goreme, con fabulosos valles donde se mezclan viejos palomares con iglesias talladas en la roca.