Circuitos y viajes Vietnam

La mejor selección de circuitos y viajes a Vietnam

Explora un país increíble con los circuitos y viajes que hemos organizado para ti a Vietnam, la ‘Esmeralda del Sudeste Asiático’. Viajes de todo tipo, y para todos los gustos son los que te vas a encontrar a continuación. Sean los días que seas, y dependiendo de lo que quieras conocer podrás elegir entre uno y otro. Desde conocer la elegante Hanói, navegar por la bahía de Ha-Long, hasta pasear entre las calles de Hoi An, serán alguno de los pequeños placeres que te ofrecen los viajes que te presentamos aquí.

VIAJES
13 viajes
Destacado
Vietnam: Vietnam al Completo con Iberojet

Vietnam, 16 días

Visitando: Ha Long, Cái Bè, Chau Doc, Hoi An, Ho Chi Minh, Da Nang, Hanoi, Bangkok

Hanoi, Hue, Ho Chi Minh y muchos tesoros más te esperan en este fantástico circuito organizado por Vietnam que te presentamos a continuación. ¿Te apuntas?

Tailandia: Lo mejor de Tailandia y Vietnam Premium Vip Tailandia: Lo mejor de Tailandia y Vietnam Premium Vip

Tailandia, 17 días

Visitando: Hanoi, Lop Buri, Phitsanulok, Chiang Mai, Ninh Binh, Phra Nakhon Si Ayutthaya, Kanchanaburi, Bang Pa-In, Suksothai, Chiang Rai, Bangkok

Siente la magia de Tailandia y Vietnam con este viaje organizado que te llevará por lugares tan fascinantes como Bangkok, Chiang Rai, Hanoi y la bahía de Halong.

12

Vietnam: Enamórate de sus paisajes

Vietnam enamora a sus visitantes por la exuberancia de sus paisajes, por la amabilidad de sus gentes y por su deliciosa gastronomía. Lo tiene todo para vivir aventuras vibrantes y diferentes.

Desde pasear por ciudades en las que se mezclan el lado más tradicional con la modernidad y su reciente pasado colonial francés, hasta hacer trekking por las montañas del norte del país, visitar las fértiles orillas del Delta del Mekong o adentrarse en edificios que dan muestra de su rico pasado imperial. Vietnam, país de forma alargada, ofrece climas diversos, parajes diversos y costumbres diversas...pero siempre marcados por la eterna sonrisa de los vietnamitas, gente amable y acogedora que desea compartir con sus visitantes las maravillas que se encuentran en su territorio. Desde el encanto colonial de Hanói a la impresionante Bahía de Halong, los recuerdos de guerra de Ho Chi Minh (la antigua Saigón), el perfil imperial de Hue o el encanto portuario de Hoi An. Y todo ello regado de sabores y aromas totalmente nuevo para nuestros paladares. Un país para disfrutar al máximo del fascinante Sudeste Asiático.

Hanói

Hanói, la capital de Vietnam, que no la ciudad más poblada, es una urbe del norte del país llena de vida y de historia gracias a sus más de 1.000 años de historia. En sus ajetreadas calles edificios modernos conviven con casas bajas llenas de puestos y mercados callejeros. Las motos pasan por la calzada como auténticos ríos que hacen del cruzar la calle todo un arte. Las ropas más modernas se mezclan con el sombrero cónico tradicional vietnamita (llamado Non La). Es una ciudad que abraza sus tradiciones sin olvidarse de la modernidad. Buena prueba de ello es el centro cultural con forma de loto (la flor nacional) que abrirá sus puertas en 2019 en la carretera que conecta el aeropuerto de Noi Bai y la ciudad. Esta moderna flor de cristal será una de las primeras imágenes que tengan del país los viajeros que se desplacen hasta Vietnam. Toda una declaración de intenciones.

Esta capital ofrece numerosos planes apetecibles. Darse un paseo por su casco antiguo, formado por 36 calles en las que saborear un delicioso y aromático café con leche condensada. Conocer una parte importante de su historia moderna con el Mausoleo de Ho Chi Minh. Acercarse hasta el Templo de la Literatura, sede de la primera universidad del país fundada en el año 1070. Disfrutar con uno de sus espectáculos más tradicionales: las marionetas sobre el agua. Y, por supuesto, paladear alguno de los exquisitos platos que ofrece un país en el que la gastronomía es un destino por sí misma.

Ho Chi Minh

Ho Chi Minh es la ciudad más poblada del país, situada en el sur y con unos 8,4 millones de habitantes, ostenta también otro récord curioso: es la ciudad del mundo con más motos. Se calcula que por la antigua Saigón se mueven unos 6 millones de vehículos de este tipo, haciendo que cruzar las calles sea una auténtica aventura. En Ho Chi Minh se puede comprobar de primera mano la modernidad de una ciudad que es el motor económico de todo el país, así como su gran peso en su historia más reciente, en la época del colonialismo francés en Indochina o durante la Guerra de Vietnam, en la que jugó un papel decisivo. Es además un paraíso para los amantes de las compras, sobre todo de ropa, aunque es necesario prestar atención porque el tallaje es muy diferente al nuestro.

Paseando por las calles de Ho Chi Minh los viajeros pueden encontrarse con algunos edificios tan emblemáticos como la catedral de Notre Dame, que transporta directamente a la Indochina francesa. También la Oficina Central de Correos tiene un aire galo indiscutible, ya que fue construida por el mismísimo Gustave Eiffel. Y si hay algo especialmente llamativo para los visitantes de esta ciudad son los Túneles Cu Chi, donde llegaron a vivir 10.000 personas que se organizaban bajo tierra para mantenerse a salvo de los rigores de la guerra y desde donde los soldados salían para atacar a las fuerzas estadounidenses sin ser detectados gracias a un creativo sistema de camuflaje.

Hoi An

Reconocida como Patrimonio de la Humanidad, Hoi An fue un importante puerto comercial y pesquero entre los siglos XVI y XVIII, de ahí que disfrute de un gran número de edificios de singular belleza. Además, pudo librarse de los destrozos de la guerra, que afectó con mayor dureza en Hue, ciudad vecina. Pero también sus habitantes han sabido cuidar de este patrimonio, poniendo en marcha medidas que garantizaran su conservación, como prohibir realizar cambios importantes en sus edificios históricos o prohibir la circulación de coches por la zona más céntrica.

Su casco antiguo tiene un encanto especial, con el Puente Japonés como principal atracción. Se trata de una construcción de madera y piedra levantada hace más de 400 años por los comerciantes japoneses de la ciudad para unir la parte de la ciudad en la que vivían con el barrio chino. Pero también merece la pena visitar los alrededores de esta localidad, donde se encuentran algunas de las playas más bellas del país.