Vietnam: Bellezas de Vietnam
- Duración
- 9 días
- Tipo de circuito
- Gran Viaje
Vietnam tiene mucho que ofrecer: rincones únicos e inigualables como la Bahía de Halong o el Delta del Mekong, una exquisita gastronomía, ciudades bulliciosas donde los verdaderos protagonistas son las motocicletas y sus amables gentes. Hanói, con unos ocho millones de habitantes, es la capital del país, pero la ciudad más grande es Ho Chi Minh.
"Un trayecto de norte a sur donde conocerás la cultura y las raíces de Vietnam"
En este circuito descubrirás la parte más fascinante, asombrosa e inolvidable de Vietnam. El caos de sus ciudades, los aromas de sus calles y lagos apacibles, la majestuosidad de sus monumentos, el encanto de sus mercados flotantes y paisajes impresionantes, hacen de este destino un país único en el mundo. La Bahía de Halong es uno de los paisajes naturales más bellos del planeta. De sus aguas emergen más de 1.600 islas e islotes que hacen de este emplazamiento un lugar mágico y lleno de encanto. En el centro de Vietnam y a orillas del romántico Río de los Perfumes está Hue, una de las bellezas del país y antigua capital imperial llena de historia, palacios, monumentos y jardines. Una visita obligada es Hoi An, una pequeña ciudad con un sabor antiguo y tradicional, bañada por el río Thu Bon. En los siglos XV y XIX fue un importante puerto comercial y sus influencias chinas, como el templo de Phuc Kien, y japonesas, donde destaca el Puente Japonés de más de 400 años de antigüedad, le han valido el reconocimiento de Patrimonio de la Humanidad. Desde Hue se llega Ho Chi Minh, la última etapa del viaje. Es la más poblada del país y acoge edificios y templos emblemáticos como la Catedral de Notre Dame y la antigua Oficina de Correos, obra de Gustave Eiffel.
Emociones nuevas en tu viaje
En Hanói, la capital de Vietnam y una de las ciudades más antiguas del país, es imprescindible visitar el mausoleo de Ho Chi Minh, donde descansan los restos del líder comunista que condujo al país a la independencia. Para los vietnamitas el mausoleo roza lo sagrado y es una peregrinación que hay que hacer. Es uno de los monumentos más importantes de la historia de Vietnam y es un lugar casi faraónico que poco tiene que ver con las últimas voluntades del líder vietnamita, ya que su deseo era ser incinerado y esparcido por diversos puntos del país.
Al lado del mausoleo está su casa, construida sobre pilotes. Una visita muy interesante para conocer cómo vivía realmente el dirigente. Fue el propio Ho Chi Minh quien mandó construir esa casa, ya que consideraba que él no podía vivir en el Palacio Presidencial viendo cómo estaba la situación de su pueblo. Cerca del mausoleo está la famosa pagoda del pilar único, uno de los iconos de la ciudad. Su peculiar estructura, inspirada en la flor de loto, ha convertido este templo budista en una visita obligatoria.
El Mausoleo de Ho Chi Minh está fabricado con mármol extraído de uno de los refugios del Viet Cong, situado en las montañas de Da Nang, Su exterior es espectacular y su interior muy solemne. Para poder visitar la tumba de Ho Chi Minh se tienen que tener presentes una serie de normas: mostrar una actitud respetuosa, estar en silencio, no llevar ropa indecorosa y los hombros de las mujeres tienen que estar cubiertos. Además, es recomendable ir temprano, ya que se forman largas colas de turistas curiosos y residentes que van a visitar al que fue su líder.
La gastronomía de Vietnam es similar en todas las regiones, pero en cada una de ellas presenta ciertas peculiaridades. El plato más popular de Hue es la sopa Bun Bo, una delicia para el paladar que mantiene un perfecto equilibrio con los sabores picantes y dulces del caldo.
Es una sopa que se sirve caliente y está compuesta por fideos de pasta de arroz, además de carne de ternera y codillo de cerdo. Lo acompañan diversos vegetales y especias que le dan un toque picante. Relajarse en uno de los restaurantes locales y pedir este plato típico de Hue es ideal para adentrarse en la cultura gastronómica de esta ciudad imperial.
Hue es una ciudad cargada de historia. La Ciudadela de Hue es una maravilla arquitectónica que fue construida por los franceses. Servía como fortaleza y a su vez como residencia imperial. Actualmente, la zona de palacios y estancias imperiales que están dentro de la ciudadela se conocen como la ciudad prohibida de Hue ya que el emperador castigaba con la muerte a todo aquel que intentara acceder a la ciudad sin permiso.
La salud es muy importante para los residentes de los países asiáticos. En concreto, en Vietnam, sus habitantes tienen por costumbre despertarse pronto para practicar Tai Chi. De hecho, a primera hora de la mañana son muchos los que se levantan con los primeros rayos de sol para practicar este deporte y así dar la bienvenida a un nuevo día. Por eso, te recomendamos que cuando viajes a este país te apuntes a una clase o taller de Tai Chi, un antiguo arte marcial que proporciona numerosos beneficios para la salud. Lo ideal es que puedas practicarlo con alguno de los maestros residentes del país, ya que conocen todas las técnicas para que alcances un pleno bienestar.
Además, este país es el paraje ideal para hacer Tai Chi, ya que cuenta con infinidad de templos donde los residentes se desplazan para tener su momento de paz y pensar, por un momento, en ellos mismos, en su salud y bienestar. Muchos grupos también optan por algún punto concreto de la ciudad, como las plazas o los lagos, y dejan el ruido de sus calles para concentrarse plenamente en este deporte.
Vietnam es el país ideal para practicar Tai Chi, un arte marcial derivado del Kung Fu que ayuda a retrasar el envejecimiento y prolongar la vida, ya que aporta numerosos beneficios en lo relativo al equilibrio, la fuerza, la flexibilidad y la resistencia muscular.
Es una de las imágenes más típicas de Vietnam y no es para menos. Las aproximadamente 1.600 islas e islotes de piedra caliza que pueblan esta gran bahía en el Mar de China constituyen un espectáculo impresionante para cualquier visitante.
No en vano fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y es también una de las Siete Maravillas Naturales del Mundo. La tranquila navegación en un típico ‘junco’ oriental permite contemplar en calma y silencio estos gigantes pétreos de caprichosas formas.
Las formaciones de roca kárstica de esta bahía no sólo impresionan a los visitantes de este país, sino que como buen lugar casi mágico cuenta desde hace tiempo con su propia leyenda. Se dice que hace muchos, muchos años, durante la época en la que los lugareños luchaban contra los invasores chinos, el Emperador de Jade pidió ayuda a una familia de dragones que escupieron joyas de jade para formar una barrera contra los barcos enemigos y éstas se convirtieron en rocas. Según esta misma leyenda, los dragones se quedaron para siempre a vivir en la bahía.
Los túneles de Cu Chi se han convertido en una visita obligada para los turistas más curiosos. La visita empieza en un búnker, acondicionado como pequeña sala de exhibición, donde se proyecta un vídeo documental sobre la guerra. La actividad continúa por unas recreaciones y maquetas en las que se puede apreciar cómo era la vida en los túneles, sus escuelas, dormitorios, talleres, salas de mando, trincheras y comedores.
Esta visita no es apta para personas con claustrofobia, ya que tendrán que agacharse para adentrarse de cuclillas a un estrecho, oscuro y húmedo túnel. Esta experiencia incluye un paseo por la jungla de Vietnam, en la que los participantes deberán descubrir cuál era el punto de entrada a los túneles y ver una muestra de las distintas clases de trampas utilizadas por el Frente Nacional de Liberación de Vietnam, Viet Cong, para herir o matar al enemigo.
Esta experiencia termina en las trincheras, donde se pueden ver los restos del armamento utilizado en la guerra de Vietnam. Además, los que quieran sentirse como un guerrillero más tendrán la oportunidad de disparar munición real con armas utilizadas por el Viet Cong y por el ejército americano.
El casco antiguo de Hoi An tiene un encanto especial. Uno de sus monumentos más destacados es el Puente Japonés, una obra histórica con más de 400 años de antigüedad, que destaca el intercambio cultural y arquitectónico entre Vietnam y Japón. Está situado en el río Thu Bon y acoge cada día a multitud de turistas que no quieren perderse su maravilloso diseño y arquitectura. Está construido en madera y piedra, con una fachada de color rojizo y tejados de teja gris. Su interior acoge una decoración muy cuidada con farolillos típicos de la artesanía de Hoi An. Además, cuenta con un altar presidido por la estatua de Bac De Tran Vo, dios patrono de la región que trae felicidad y riqueza a la población local.
Se dice que la construcción de este puente, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, empezó el año del perro y se completó en el del mono. Por eso, ambos extremos del puente están custodiados por están por estatuas de estos animales tan sagrados en la cultura japonesa.
El Puente Japonés se ha convertido en un lugar popular para celebrar numerosas actividades de intercambio cultural entre Hoi An y Japón. Uno de los actos es el homenaje a las víctimas del tsunami en japón de 2011, el desfile de moda de kimonos y el festival culinario japonés. Desde su creación se ha reconstruido muchas veces, pero aún conserva su carácter y estilo japonés.
El plan de viaje a tu alcance
- Sin comidas
- Hanoi
- Sin comidas
- Hanoi
- Desayuno y almuerzo
- Hanoi
- Espectáculo de marionetas sobre el agua.
- Panorámica de Hanói
- Desayuno, almuerzo y cena
- Ha Long
- Navegación por la Bahía de Halong
- Desayuno. Brunch.
- Hanoi
- Hue
- Navegación por la Bahía de Halong
- Desayuno y almuerzo
- Da Nang
- Hoi An
- Mausoleos de los emperadores
- Ciudadela Imperial de Hue
- Desayuno y almuerzo
- Hoi An
- Panorámica de Hoi An
- Desayuno y almuerzo
- Da Nang
- Ho Chi Minh
- Panorámica de Ho Chi Minh
- Desayuno
- Ho Chi Minh
¿Quieres saber más de Vietnam?
La gastronomía vietnamita es tan rica y variada que más que un atractivo de este país podría considerarse como un destino en sí misma. El hecho de que Vietnam sea un país de una extensión considerable y alargado le permite disfrutar de diferentes paisajes y, por tanto, también de gastronomía diversa entre el norte y el sur, si bien tienen elementos comunes, como el gusto por el picante o la gran variedad de sopas que se pueden encontrar en toda su geografía.
Si hay que elegir un plato nacional tal vez el Pho sería el acertado. Se trata de una sopa de fideos de arroz muy sabrosa gracias a las hierbas con que se elabora y de la que pueden encontrarse varias versiones, aunque las más clásicas son las de ternera o pollo. Esta cocina tiene también recuerdos de su pasado colonial, como por ejemplo el hecho de que se pueda comprar un pan que recuerda a una pequeña baguette francesa, a la que ellos llaman bahn mi, que significa ‘pan de trigo’.
Centros comerciales, tiendas, mercadillos… Vietnam es un paraíso para los amantes de las compras, tanto por su variedad como por su precio, esto último siempre que sea un producto fabricado en el país. Los precios no son fijos, ya que están acostumbrados al regateo, así que el viajero puede negociar la cantidad que pagará finalmente. Generalmente, los precios son más bajos en el sur del país que en el norte. Además, se obtienen mejores condiciones en los mercadillos que en las tiendas y si se paga en dongs en lugar de en dólares o euros, sobre todo porque de estos últimos sólo se aceptan billetes, no monedas, así que el precio podría ser redondeado en detrimento del viajero.
Este país es uno de los reyes en productos que replican marcas más caras, pero su falsificación no está permitida, por lo que en los lugares en los que las tienen no están a la vista. Además, hay algunos lugares, como la ciudad de Hoi An, que están especializados en realizar trajes a medida en tiempo récord. Lo que es seguro es que el viajero volverá de Vietnam con algunos recuerdos, por lo que es buena idea no llevar la maleta muy llena para dejar espacio para las compras.
La multiculturalidad y larga historia de Vietnam hace que este país celebre varias fiestas oficiales, que están marcadas por la religión.
•1 de enero: Año Nuevo, ya que aunque celebran su año nuevo lunar más adelante, sí acogen el nuevo año internacional con un día de fiesta nacional.
•Entre enero y febrero: Fiesta del Tet, el Año Nuevo vietnamita, que al seguir el calendario lunar cambia de fecha cada año, aunque suele celebrarse entre finales de enero y mediados de febrero.
•3 de febrero: Día de la Fundación, que conmemora la creación del Partido Comunista de Vietnam.
•Marzo/Abril: Aniversario de la muerte de los Reyes Hung, sin fecha fija al seguir el calendario lunar.
•30 abril: Día de la Liberación del Sur y de la Reunión, con el que se celebra la reunificación del país tras la larga Guerra de Vietnam.
•1 mayo: Día Internacional del Trabajo.
•2 y 3 septiembre: Día de la Independencia, que conmemora la declaración de independencia por parte de Ho Chi Minh que marcó el fin del colonialismo francés en el país.
Los españoles no necesitamos visado para ir a Vietnam, siempre que las estancias no superen los 15 días incluyendo los días de llegada y salida. Debemos asegurarnos de que el pasaporte esté en vigor y con al menos seis meses de validez desde la fecha de entrada en el país. Si no es así, lo mejor es pedir cita cuanto antes para obtenerlo o renovarlo en el teléfono 060 o en la web www.citapreviadnie.es. Para cualquier consulta que se quiera realizar sobre estas cuestiones Vietnam cuenta con Embajada en España, cuyos datos de contacto son los siguientes:
Avenida Alfonso XIII, 54 - 28016 Madrid
Para viajar a Vietnam desde España no es necesaria ninguna vacuna específica, salvo que en el último mes se haya visitado alguno de los países en los que sí existe riesgo de transmisión de la fiebre amarilla (esta información puede consultarse en el link). En países cálidos y con un nivel elevado de humedad, como en Vietnam, es fundamental llevar un repelente para mosquitos, que debe aplicarse sobre todo en las horas del amanecer y el atardecer, que es cuando estos insectos están más activos.
En cuanto a los riesgos sanitarios, por lo general basta con tener algo de cuidado para evitar malestares gastrointestinales. Así, es mejor evitar tomar hielo en las bebidas, descartar alimentos crudos y apostar por el agua embotellada. En cuanto al vino de arroz, muy típico en los países del Sudeste Asiático, el Ministerio de Exteriores recomienda expresamente evitar aquellos caseros o de origen desconocido ya que pueden llegar a ser peligrosos para la salud. Las infraestructuras sanitarias en este país son algo deficientes, por lo que es recomendable viajar con un seguro médico con una cobertura amplia ante algún problema de salud que pueda presentarse.