Día 5: Ciudad del Cabo. Maravillas de la península
Volvemos a tener una jornada libre. Y decidimos apuntarnos a una excursión de día completo por la Península del Cabo que nos descubrirá algunos de los imprescindibles de Sudáfrica. Así pues, tras un rico desayuno nos ponemos en marcha. La intención de hoy es llegar hasta el Cabo de Buena Esperanza, pero antes nos detendremos en algunos puntos clave.
Uno de ellos es la Isla de las Focas. Se trata de Robben Island, lugar en el que se encuentra la prisión con el nombre homónimo y donde estuvo cautivo Nelson Mandela, figura más importante del movimiento contra el apartheid. Este activista estuvo 27 años en la cárcel por intentar acabar con la segregación racial que había en el país. Un año después de la abolición del apartheid -presente en Sudáfrica y Namibia desde el año 1948 hasta 1994-, Mandela recibió el premio Nobel de la Paz.
También conoceremos la colonia de pingüinos de la Playa de Boulders, un enclave que forma parte del Parque Nacional de Table Mountain y cuyo mayor reclamo es la colonia de pingüinos que habitan esta zona. Será aquí donde podremos ver a estos graciosos animales en su hábitat natural. Fue en el año 1982 cuando algunos de estos pingüinos se instalaron en esta zona y desde entonces se han quedado a vivir en la fina arena blanca de la costa sudafricana.
Cuando lleguemos a Cabo de Buena Esperanza, ubicado en el extremo sur del país, nos deslumbrará la belleza de esta zona, con una flora endémica y una fauna compuesta por todo tipo de aves marinas, además de ser el lugar donde el océano Índico y Atlántico se fusionan. Parte de la magia de este lugar se encuentra en su historia. Lo descubrió el navegante portugués Bartolomé Díaz y lo bautizó con el nombre de Cabo de Tormentas, aunque más tarde se cambió el nombre de este enclave por el actual.
Durante esta jornada nos hemos sentido auténticos exploradores. Ahora solo queda volver al hotel a ducharnos, cenar en algún restaurante local e irnos a dormir. ¡Dulces sueños!