Sudáfrica: Ciudad del Cabo, Kruger y Cataratas Victoria
Una ruta por los imprescindibles de Sudáfrica
Conoce el viajeSudáfrica: Ciudad del Cabo, Kruger y Cataratas Victoria
- Duración
- 12 días
- Tipo de circuito
- Circuito
En este recorrido no solo conoceremos los puntos más característicos de Sudáfrica, como el Parque Nacional de Kruger o las Cataratas Victoria, sino que también descubriremos los mayores atractivos de Ciudad del Cabo, la capital legislativa del país, Johannesburgo, la financiera: y Pretoria, la administrativa. En esta ruta Sudáfrica y Zambia van de la mano, dos regiones que nunca defraudan y cautivan a todo aquél que pone sus pies en estas tierras. ¿Preparados para la aventura?
El país de Nelson Mandela
Nuestro viaje empieza en Ciudad del Cabo, la capital legislativa de Sudáfrica y la segunda ciudad más poblada del país. En ella descubriremos los puntos más significativos de esta localidad, como por ejemplo el colorido barrio de “Bo Kaap”, la playa Boulders habitada por pingüinos o Robben Island, lugar en el que estuvo preso durante 27 años el activista Nelson Mandela, principal figura del movimiento contra el cruel apartheid. Desde ahí saldremos hasta el Parque Nacional de Kruger, donde realizaremos un fascinante safari en 4x4 abierto que nos permitirá ver imponentes animales como el león, el leopardo o el elefante. Nuestro viaje continuará hasta Pretoria, la capital administrativa del país cuyo interior guarda importantes monumentos. Nos despediremos del continente negro en Victoria Falls, el espectacular salto de agua de más de 100 metros de alto y 1.700 metros de largo.
Emociones nuevas en tu viaje
La gastronomía sudafricana está determinada por dos factores. En primer lugar, las excelentes materias primas con las que puede trabajar, desde la langosta del Cabo hasta el cordero del Karoo pasando por las frutas tropicales de Kwazulu Natal. Y en segundo lugar, la larga lista de influencias que han dejado su huella a lo largo de la historia. En la zona de Ciudad de Cabo, el pescado fresco y el marisco son los grandes protagonistas, además frecuentemente a precios más asequibles que en Europa. Es habitual que nos encontremos en los restaurantes con el line fish, es decir, el pescado fresco del día.
La variedad es enorme gracias a la riqueza de las frías aguas del Atlántico. En Ciudad del Cabo, además, podremos encontrar muchos restaurantes de influencias malayas, chinas, indias y europeas. Los elementos indios son muy marcados en la cocina de Durban y Kwazulu Natal, donde el picante y el curry son frecuentes. En Sudáfrica se pueden probar carnes poco frecuentes como el antílope, el cocodrilo, la serpiente, las cebras o el avestruz. Además, debemos tener en cuenta que la barbacoa en Sudáfrica es todo un arte. Hay que probarla.
Si después del festín aún nos queda apetito, los postres sudafricanos también están deliciosos. Las mayores influencias provienen de Alemania y Francia. La mayor tradición de dulces está en el área de los viñedos del Cabo. Los amantes del dulce apostarán por los koeksisters –parecido a un donut trenzado envuelto en sirope- y los que busquen algo curioso probarán las frutas chutney, en conserva y condimentadas con curry.
El 27 de abril de 1994, la nueva Sudáfrica libre del apartheid votaba por primera vez en unas elecciones democráticas. El presidente Nelson Mandela decidió votar en un instituto de un township donde la pobreza se ha hecho fuerte desde años a pocos kilómetros al norte del asentamiento Phoenix y a 30 kilómetros de Durban. Su elección no era al azar: el Ohlange era y es todo un símbolo de la lucha contra el racismo a través de la educación de los niños de la comunidad negra de Inanda.
El mérito reside en la labor de John L. Debe, fundador de la primera escuela para negros y primer presidente del Congreso Nacional Africano (ANC). Durante nuestra visita, contemplaremos un museo dedicado a este visionario y su tumba, situada sobre un montículo detrás de la exposición de documentos y fotos. “Yo deposité mi voto en la urna cerca de su tumba”, aseguró Mandela en sus memorias, “cerrando de este modo un ciclo histórico, porque la tarea que él había iniciado 82 años antes estaba a punto de completarse”.
El Instituto se puede visitar, pero debemos solicitarlo e ir acompañados de un guía titulado.
El simpático pingüino africano conocido como Spheniscus demersus habita en las costas de Sudáfrica y es posible verlos en varios puntos de la costa, sobre todo en la reserva natural de Stony Point, en la bahía de Bettysbaai, o en la playa de Boulders en Simon’s Town.
Esta variedad de pingüino se encuentra en peligro de extinción y si no se toma en serio su conservación podría desaparecer por completo en la próxima década. Los pingüinos africanos viven una media de 27 años. Pesan alrededor de 5 kilos y pueden llegar a una altura de 70 centímetros. Son de color negro y blanco y comen pescado y crustáceos. Además de en Sudáfrica se pueden encontrar algunas colonias de esta misma especie en algunas islas de Sudamérica.
“Hasta los ángeles en su vuelo deberían detenerse para contemplar un espectáculo como éste”. El explorador escocés David Livingstone resumió de esta manera su fascinación por el lugar que acababa de encontrar el 16 de noviembre de 1855. Él fue el encargado de bautizarlas con el nombre de su reina, aunque en África ya tenía muchos y variados nombres. Los kololo las denominaban mosi oa tunya (el humo que truena); los nambia decían que eran chinotemba (el lugar que truena) y los zezuru las llamaban mapopoma (estruendo). Para los ndebele era manza thunqayo (el agua que se eleva como humo) y los tonga consideraban que el punto donde el agua chocaba contra el suelo y de donde brotaba el arcoíris escondía el hogar de una divinidad.
No son las únicas cataratas que podemos encontrar en el río Zambeze, pero desde luego son las más espectaculares: incluso se puede contemplar la nube de vapor que forman desde 60 kilómetros de distancia. Una bruma que enamora. Las Cataratas Victoria, también conocidas como Victoria Falls, tienen una increíble caída de agua de unos 100 metros de altura. El sol y la bruma forman un impactante doble arcoíris que deja a todos los visitantes sin habla. Sus más de 1.700 metros de recorrido hacen de frontera entre dos países, Zambia y Zimbabue. Los alrededores gozan de una densa vegetación y una fauna única digna de visita.
La presencia del arcoíris es permanente y, de hecho, hay momentos en los que podremos encontrar dos o incluso más a la vez. De hecho, con luna llena también puede llegar a formarse, aunque sea de noche.
El plan de viaje a tu alcance
- Sin comidas.
- Ciudad Del Cabo
- Sin comidas.
- Ciudad Del Cabo
- Desayuno.
- Ciudad Del Cabo
- Desayuno.
- Ciudad Del Cabo
- Desayuno.
- Ciudad Del Cabo
- Desayuno Picnic. Cena.
- Johannesburgo
- Kruger Parque Nacional
- Desayuno Picnic. Cena.
- Kruger Parque Nacional
- Safari de día completo
- Desayuno.
- Johannesburgo
- Panorámica de Pretoria
- Desayuno.
- Cataratas Victoria
- Desayuno.
- Cataratas Victoria
- Visita de las Cataratas Victoria
- Desayuno.
- Cataratas Victoria
- Según itinerario
- España
¿Quieres saber más de Sudáfrica?
La cocina sudafricana se asienta sobre dos pilares: la gran variedad y calidad de sus materias primas y las influencias variopintas. Para explicar la primera, no hay más que observar la situación geográfica del país, con miles de kilómetros de costa entre el Océano Atlántico y el Océano Índico, con altas montañas, amplias extensiones de terreno para criar animales y cultivar todo tipo de verduras, hortalizas y frutas, climas diversos dentro del territorio… Por eso, en Ciudad del Cabo no podemos perder la posibilidad de probar pescado o marisco, en Knysna hay que saborear las ostras criadas en su laguna o a lo largo de todo el país podemos disfrutar de excelentes carnes, especialmente a la brasa, entre las que se incluyen algunas que seguramente no hayamos probado, como el antílope, la cebra o el búfalo. El segundo factor clave de la gastronomía sudafricana procede de la compleja historia del país: encontraremos influencias europeas procedentes de Holanda, el Reino Unido, Alemania o Portugal; indias –sobre todo en Durban, donde está la mayor colonia hindú del mundo-, malayas o chinas. Uno de estos platos que podremos probar en este maravilloso país es el bobotie, muy parecido a un pastel de carne pero especiado al estilo africano, utilizando el jengibre, limón, cilantro, curry, una mezcla maravillosa para los cinco sentido. Y los más golosos no podrán dejar de probar los koeksister, una especie de buñuelo con un toque a jengibre y bañados en sirope, un manjar para los más dulceros.
Una riqueza cultural tan grande como la que alberga Sudáfrica tiene, como lógica consecuencia, una amplia gama de trabajos artesanos y artísticos. Podemos encontrar joyas, alfarería, trabajos en madera o cuero, bonitos objetos de vidrio o ropas de bellos tejidos estampados. Además, no hay que olvidar que numerosos artesanos de otros países de África se acercan hasta Sudáfrica para vender sus obras a los viajeros, así que podremos encontrar una variedad aún más grande. Otro recuerdo excelente de nuestra visita a Sudáfrica puede ser una botella de vino: hay muchas tipos y bodegas donde elegir, especialmente en los alrededores de Ciudad del Cabo. En las grandes ciudades encontraremos grandes centros comerciales, en el centro o al borde del mar, además de mercados tradicionales.
•1 de enero: Año Nuevo.
•21 de marzo: Día de los Derechos Humanos
•Viernes Santo (el viernes anterior al Domingo de Gloria) - Abril
•Día de la Familia (el lunes siguiente al Domingo de Gloria) - Abril
•27 de abril: Día de la Libertad
•1 de mayo: Día del Trabajador
•16 de junio: Día de la Juventud
•9 de agosto: Día de la Mujer
•24 de septiembre: Día de la Tradición
•16 de diciembre: Día de la Reconciliación
•25 de diciembre: Navidad
•26 de diciembre: Día de la Buena Voluntad