Viaje a Canadá: Circuito Canadá y ballenas

Día 1: España - Toronto. Llegamos a Toronto

Sentimos una alegría inmensa al salir de casa. Cogemos el pasaporte y la maleta y nos vamos al aeropuerto. Iniciamos el embarque y nos acomodamos en nuestro asiento del avión. Escuchamos música, leemos un libro y nos relajamos hasta quedarnos dormidos profundamente. Cuando lleguemos comienza la aventura, tomaremos un taxi por nuestra cuenta y nos dirigiremos a nuestro hotel, donde nos darán acceso a las habitaciones a partir de las 16 horas.

Día 2: Toronto - Niágara Falls. En barco por Niagara Falls

El jet lag se nota, pero el desayuno nos da toda la energía para afrontar la jornada de hoy. Salimos a la calle con un guía que nos lleva a ver sitios muy interesantes de Toronto como el bohemio barrio de Yorkville, cuyas calles están muy de moda, siempre llenas de gente joven, en las que todavía queda algo de aquellos tiempos en los que hippies y artistas lo frecuentaban, pero que hoy en día se ha transformado en una zona bastante exclusiva, con tiendas de primeras marcas.

Podremos ver de cerca también el estadio de baseball, uno de los deportes más seguidos en el país canadiense, o la torre de radiodifusión autoportante más grande del mundo, la torre CN donde pararemos y tendremos tiempo libre para subir a la torre (admisión no incluida). También veremos la alcadia, el parlamento provincial y la Universidad de Toronto.

Después de esta gran visita por la ciudad de Toronto, saldremos de nuevo a la carretera para ir hasta el pueblo de Niágara on the lake, considerado el más bonito de todo Ontario, donde se desarrolla una importante actividad vinícola y que fue capital de Canadá durante el periodo de dominación inglesa. Aquí tendremos tiempo libre para almorzar por nuestra cuenta.

Después de ver este bello pueblo, llega el momento de poner rumbo a las cataratas del Niágara. Vamos a tener la oportunidad de verlas en directo desde el mismo río Niágara a bordo del barco Hornblower que nos llevará hasta la mismísima caída de las cataratas.

Tras esta experiencia única nos iremos a descansar donde ten por seguro soñaras con lo que has vivido hoy!

Día 3: Niagara Falls - Mil Islas - Ottawa (Hull).

Amanece, un delicioso desayuno Americanote está esperando. Hoy vas a disfrutar de una fantástica excursión por la carretera Transcanadiense. La primera parada será el precioso archipiélago de las islas Thousand, situado en la frontera entre Estados Unidos y Canadá en el curso superior del río San Lorenzo y formado por 1.700 pequeñas islas.

Seguidamente, tendrás tiempo libre para comer y una vez acabes pondrás rumbo a la capital canadiense Ottawa. En tu entrada a la ciudad pasarás por la popular granja experimental, una gran instalación agrícola. Después recorrerás el bello canal Rideau y sus barrios residenciales. Finalmente, antes de llegar al hotel, realizarás un tour por la urbe para orientarte.

Día 4: Ottawa - Mt. Tremblant. Mont Tremblant, referente en esquí

Antes de dejar atrás la capital de Canadá, podremos visitar el Parlamento, así como las mansiones del Gobernador y el Primer Ministro. Si nuestro viaje es en Julio y agosto, tendremos además la oportunidad de asistir al cambio de guardia en el Parlamento. Después tendremos tiempo libre donde podríamos visitar alguno de los museos que ofrece la ciudad. Por la tarde, salimos de Ottawa para adentrarnos en las montañas.

Empieza nuestro ascenso por los montes Laurentinos, famosos en todo el mundo por sus estaciones de esquí que visitan miles de aficionados a este deporte de invierno. En la más conocida de todas ellas será donde pasemos la noche, Mount Tremblant, un encantador pueblo de montaña donde las casas llaman la atención por su variedad de colores que se hacen visibles en los días de fuertes nevadas.

Esta ciudad de la provincia de Quebec se encuentra a unas dos horas de la ciudad de Montreal. Además de poder practicar esquí o snowboard en cualquiera de sus 96 pistas, ofrece otras actividades interesantes como el trineo tirado por perros, tirarse en tirolina, hacer rafting o kayak, jugar al golf, entre otras opciones. Tendremos tiempo para pasear por sus calles, descansar en el hotel Marriott Residence Inn, hacernos fotos, hablar con los residentes y, sobre todo, relajarnos y desconectar del todo en este entorno favorable para ello.

Día 5: Mt. Tremblant - Quebec. La francesa Quebec

Decimos adiós a Mont Tremblant y empezamos nuestra ruta por carretera hasta Quebec, una ciudad marcada por los años de colonización francesa y en la que habitan más de 500 mil personas. De camino vamos a parar en las famosas cabañas de azúcar dónde aprenderemos cómo se hace el jarabe de arce que proviene de la savia de los árboles y se transforma en una especie de miel. Además haremos una degustación de este sirope de sabor dulce y podremos comprar un bote para llevarnos de vuelta a casa. Como su nombre indica se trata ciertamente de “cabañas” o granjas en plena naturaleza en un entorno privilegiado.

Al llegar a Quebec realizaremos un tour guiado para conocer emblemas como la Basílica de Notre Dame, la catedral más antigua de Norte América, además de lugares históricos como los campos de batalla, los jardines de Juana de Arco, la plaza Real, o el puerto viejo. El casco antiguo de Quebec nos sorprenderá mucho, además, desde 1985 está reconocido como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Este casco histórico es de hecho el único de toda América del Norte que conserva su muralla medieval. Disfrutaremos paseando por su Citadelle hasta que callejeando lleguemos al hotel. Estamos deseando descansar en la mullida cama de nuestra habitación.

Día 6: Quebec - Charlevoix - Quebec. Safari de ballenas

Viajamos hoy hasta Charlevoix recorriendo pueblos hasta llegar a la bahía de Saint Catherine en la costa del río San Lorenzo. Allí tomaremos un barco para hacer un safari fotográfico de ballenas. Tendremos la oportunidad de avistar la ballena azul, la ballena gris y la ballena blanca del Ártico, conocida como beluga. Será esta una ocasión única para ver a este animal viviendo en libertad.

Al terminar la excursión en barco regresaremos a Quebec. Una vez en la Ville de Quebec, nos acercaremos a la basílica de Sainte Anne de Beaupre, considerada el segundo lugar de peregrinaje más importante de América del Norte, sobre todo el día 26 de julio, día de Santa Ana, en la que la iglesia recibe más peregrinos que nunca en todo el año. Se cree mundialmente que es un lugar de sanación.

Día 7: Quebec - Montreal. Espectacular Montreal

De Quebec a Montreal nos esperan unas tres horas en carretera. Tiempo suficiente para ir despertando del sueño de haber podido ver ballenas durante el día anterior. Al llegar a Montreal pronto empezamos a respirar su aire cosmopolita, su amor por la moda y la cultura.

Tenemos tanto que hacer por aquí que salimos enseguida en un tour guiado por la Basílica de Notre Dame, que es curiosamente la iglesia en la que se casó en su momento la cantante canadiense Céline Dion. Pasearemos por las más bonitas plazas de Montreal, la de Armas y la plaza Cartier, además de ir a ver el estadio de los Juegos Olímpicos de 1976 y su torre inclinada, la más alta de estas características de todo el mundo, con 165 metros de altura.

Al finalizar este recorrido tendremos el resto del día para hacer lo que más nos apetezca. Una buena opción es salir en busca de los regalos que traeremos a nuestros amigos y familiares. Además, también podemos ir a la “ciudad subterránea” de Montreal, una red de centros comerciales, tiendas, restaurantes y teatros que se encuentra bajo tierra y a la que los canadienses recurren mucho en los fríos meses de invierno. Con más de 30 kilómetros, la conocida como RÉSO, es la más extensa de todo el mundo.

Dormiremos en Le Nouvel Hotel Montreal. También puede ser una buena ocasión para acercarnos a ver el Jardín Botánico de la ciudad, que cuenta con rincones mágicos como el jardín japonés o sus esculturas hechas a base de plantas, en sus 75 hectáreas.

Día 8: Montreal - España. De vuelta a nuestros hogares

Sentimos algo de nostalgia al despertar porque somos conscientes de que aquí termina nuestro viaje. Montreal nos despide de este encantador país en que hemos disfrutado muchísimo. Preparamos las maletas, nos dirigimos por nuestra cuenta al aeropuerto y esperamos con paciencia a que salga el avión que nos lleve de vuelta a casa.

Cómo será un vuelo nocturno podremos descansar a gusto y llegar despejados a destino, donde nos esperan nuestros seres queridos. Una vez en tierra ya empezamos a pensar adónde viajaremos la próxima vez…

Día 9: España.

El viaje llegó a su fin. Otra vez en casa después de una fantástica experiencia que desearás volver a repetir.