Las visitas panorámicas te introducirán en la majestuosidad de Moscú y en el espléndido conjunto monumental de San Petersburgo; las visitas opcionales te revelarán la fascinación discreta, y solemne a la vez, de Moscú, así como la deslumbrante belleza de las iglesias, palacios y jardines de la antigua capital imperial, San Petersburgo. Y para ello contarás con unos magníficos guías locales que podrán darte toda clase de orientaciones y recomendaciones para que, a tu aire y en tu tiempo libre, sigas descubriendo los seductores encantos de estas dos extraordinarias ciudades con todo lo que ofrecen ¿ hay quién dé más ?
No es posible llegar a entender y valorar la historia contemporánea más reciente sin destacar acontecimientos como los que marcaron el siglo XX, y que tuvieron por escenario y protagonistas estas dos ciudades y sus habitantes. Y tampoco, en realidad, podríamos llegar a asomarnos a la geopolítica actual sin reconocer el cada vez mayor protagonismo adquirido en los últimos años por Rusia y su proyección e influencia en el mundo de hoy.
En pocos lugares actualmente está tan vivo y presente el equilibrio entre pasado, presente y futuro como en estas dos ciudades; es algo que se ve y percibe paseando por las calles y plazas de Moscú y San Petersburgo. Por si sola, ésta podría ya ser la razón fundamental para recomendar este viaje.
Rusia es un país diferente a cualquier otro en Europa y en el mundo; lo es por el carácter civilizador de su cultura expresado por el conjunto de sus costumbres y manifestaciones artísticas propias de lo que durante siglos fueron sus gentes, así como por el desarrollo de su historia y la influencia recibida de otras culturas. Por ello, y por otras tantos motivos, Rusia es mi destino preferido.
Se dice, con razón, que un país no se conoce realmente sin degustar su gastronomía. Rusia, en este sentido, te ofrece una variedad ilimitada de platos: sopas como el shchi o el borsch; ensaladas variadas y no solo la "Olivié", más conocida como "rusa"; blinis servidos con caviar rojo; pelmeny servidos con nata agria; platos de carne como el Stroganoff, etc., por no hablar de bebidas populares como el vodka, las cervezas locales o el kvas.
En Moscú y San Petersburgo podrás encontrar lujosos centros comerciales, como las famosos almacenes Gum en Moscú, y centros de artesanía en donde poder comprar las típicas matrioshkas y muchos otros artículos finamente tallados en madera, además de iconos, artículos de piel o ámbar .
En Rusia el apego al folclore y la tradición del ballet clásico sigue tan vigente como lo estuvo desde época zarista. Asistir a un espectáculo musical que aúne la esencia de la historia y el folclore del país, o a una representación de ballet clásico es algo que no debería dejar de hacer ningún visitante interesado en la cultura rusa.
Si tuviera que destacar un momento vivido, un instante, o una imagen que perdurara imborrable después de estos días de circuito, me quedaría con esa impresión que recibe el visitante cuando, por primera vez, contempla la Plaza Roja de Moscú, corazon de la ciudad y de toda Rusia, obra maestra arquitectónica a la que se asoman las murallas del Kremlin, el Museo Histórico, los almacenes Gum y la catedral de San Basilio, con toda la magia de otra época que emana de sus cúpulas multicolores. La solemnidad de ese momento, el sentirse por un instante testigo y protagonista de la historia de este país justificaría plenamente este viaje.
Moscú y San Petersburgo son ciudades seguras, sorprendetemente limpias, con una amplia oferta cultural y de ocio todo el año. Para desplazarte recomiendo el metro, muy rápido y económico, que, en Moscú, adquiere rango de "palacio subterráneo" por el lujo con que están decoradas sus estaciones.
Ven a descubrir una cultura fascinante, y el extraordinario patrimonio artístico y monumental de dos ciudades que son el reflejo de la grandeza de este país.