Día 1: España — Berlín. Hacia el elegante corazón de Europa.
Cultura, arte e historia inigualables. Esto, y mucho más, vamos a encontrarnos en nuestro recorrido por cinco de las ciudades más hermosas de centroeuropa.
Un viaje imprescindible para conocer el corazón del Viejo Continente. Berlín es la primera de ellas. La capital alemana es una ciudad vibrante que ha sabido fusionar a la perfección su legado histórico y la modernidad más rabiosa, y tras la caída del Muro de Berlín supo reinventarse y convertirse en una de las locomotoras de Europa.
Antes de viajar hasta allí, debemos tener en cuenta que hay que estar en el aeropuerto con, al menos, dos horas de antelación con respecto a la salida de nuestro vuelo. Luego, en cuanto aterricemos en la capital alemana, iremos directamente al hotel para instalarnos y dejar las maletas. Después, contaremos con el resto del día libre para tomar el pulso de la ciudad.
Después de cenar podremos descubrirla desde un punto de vista diferente gracias a una actividad opcional llamada Berlín de Noche. Pasaremos por el Barrio Judío, que en su momento fue una de las comunidades hebreas más numerosas e influyentes de Europa. En sus piedras aún resuenan los ecos de su trágico pasado, ya que fueron testigos mudos de la Noche de los Cristales Rotos, un acontecimiento en el que los nazis hostigaron a la comunidad judía durante la noche del 9 al 10 de noviembre de 1938. Los dos centros neurálgicos del barrio son el Centro Judío de Berlín y la Sinagoga Nueva. Este templo se levantó sobre las ruinas de la Sinagoga Vieja, que quedó arrasada durante la Segunda Guerra Mundial. Sin embargo, es posible que los llamados patios de Hackesche Höfe, erigidos en los primeros años del siglo XX y declarados Monumentos Históricos, sean los rincones más extraordinarios del barrio.
El denominado barrio gubernamental, que también conoceremos en nuestra visita nocturna por Berlín, marcó la historia de Europa durante décadas. Va desde la Estación Central (Hauptbahnhof) al parlamento o Reichstag. Este último edificio fue erigido tras la Segunda Guerra Mundial, ya que el original quedó destruido, y el nuevo proyecto incluyó una espectacular cúpula firmada por el arquitecto Norman Foster. A un tiro de piedra encontramos el principal icono de Berlín, la Puerta de Brandenburgo; el sobrecogedor Monumento al Holocausto y la vanguardista Potsdamer Platz, antiguo corazón de la ciudad.
Después de este fabuloso paseo nocturno por Berlín, volveremos al hotel para retirarnos a descansar.