Día 9 a 10 : Playa de Tamarindo
Transporte
Coche de alquilerA tu aire
Para ambas opciones (traslados/coche de alquiler): Amanece con ese característico olor a mar de las zonas costeras. La luz, incluso, en este enclave tiene otro brillo y tiñe todos los objetos de nuestra habitación de un color intenso, diferente al de los últimos días en las montañas. Estamos en Tamarindo, en la costa pacífica del país, y tenemos todo un día por delante para disfrutar de uno de sus principales reclamos: el sol y la playa.
En la zona podremos elegir entre varios arenales, aunque si tenemos tiempo y ganas podremos descubrirlos todos. El más famoso es el que da nombre a la zona, la playa de Tamarindo, situado en frente del pueblo. Se trata de una larga extensión de arena blanca y aguas turquesas en la que podremos disfrutar de un auténtico día de playa. Al estar dentro del pueblo, podremos encontrar numerosos chiringuitos en ella en los que tomar algo mientras observamos a los surfistas surcar las olas del Pacífico. Y es que nos encontramos en uno de los destinos preferidos para los amantes de este deporte. Si queremos iniciarnos en el surf, encontraremos numerosos establecimientos en los que alquilar el material y contratar a un monitor. ¡Pura vida!
En dirección norte, podremos explorar playa Grande, una gran extensión de arena blanca rodeada de frondosa vegetación. Podemos llegar hasta aquí a pie desde Tamarindo y cruzando la desembocadura del río Matapalo en barca. En esta zona fluvial suele haber cocodrilos así que no se recomienda cruzarlo a nado, por muy accesible que parezca. Playa Grande es el lugar ideal para desconectar del ruido y del bullicio de Tamarindo. Forma parte del Parque Nacional Marino Las Baulas y es donde llegan a desovar las tortugas baula, considerada la más grande del mundo y en peligro de extinción.
Si continuamos hacia el norte nos encontraremos con playa Ventanas, un arenal de medio kilómetro de longitud rodeado por acantilados y cuevas y en la que podremos pasar un agradable día envueltos de un entorno extraordinario.
Si decidimos ir en dirección sur desde Tamarindo, nos encontraremos con playa Langosta. Podremos acceder a pie caminando una media hora y disfrutar de su tranquilidad así como de sus grandes olas. Es un lugar idóneo para los surfistas algo más experimentados que deseen surcar las aguas de Costa Rica. A unos 10 kilómetros al sur del pueblo, podremos visitar playa Avellana, una de las menos concurridas y que la población local ha apodado como “la pequeña Hawai”, ya que cuando la marea esta alta, sus olas pueden llegar a medir hasta seis metros de altura. Si queremos ver un buen espectáculo de surf tendremos que acercarnos hasta Avellana, pues surfistas profesionales de todo el planeta se acercan hasta este rincón costarricense para poner en práctica su deporte. ¡Impresionante!
No podemos retirarnos sin contemplar uno de los espectaculares atardeceres que se pueden ver en cualquiera de las playas que rodean Tamarindo. La puesta de sol es uno de los atractivos del lugar y contemplar el enorme sol teñido de naranja esconderse tras las aguas del Pacífico es algo que no nos podemos perder.