Por su localización tan céntrica entre ambos hemisferios, la región caribeña es una zona turística ideal durante todo el año. La razón principal es su clima tan amable. Para quienes desean disfrutar de deportes acuáticos y de tomar el sol en la playa en cualquier estación, el Caribe es una opción con la que siempre acertaréis. Cierto es que cualquier mes del año es ideal para disfrutar de los preciosos paisajes que, rodeados de inusual naturaleza, conforman las costas del Caribe.
Cálido y húmedo en líneas generales, el clima caribeño es una mezcla de los tipos tropical e intertropical. La humedad es menor en los meses de invierno porque escasean las lluvias. Mientras que en los meses más fríos la temperatura alcanza una temperatura media de 22 grados, en verano sube hasta 30, pero se mantiene más o menos estable todo el periodo.
La temperatura media en la que suelen oscilar los días entre enero y diciembre es de 21 a 29 grados, con leves oscilaciones de 10 grados por arriba o por debajo entre el día y la noche. Y así se mantiene durante todo el año. Es una variación muy pequeña si tenemos en cuenta que en climas continentales las variaciones de temperatura entre unas estaciones y otras puede variar incluso más de 40 grados.
Pero no solo el sol es el culpable de esta estupenda oportunidad de bañarse y disfrutar de las maravillosas playas caribeñas durante todo el año. La excelente temperatura de sus aguas contribuye, sin duda, a que los bañistas, nadadores y buceadores disfruten de sus claras aguas sin grandes alteraciones para su temperatura corporal. Las responsables de que el Mar Caribe oscile entre 21 y 32 grados siempre son las corrientes oceánicas de Humboldt y las generadas en el Golfo que rodean la zona.
Si las tormentas tropicales ya son consideradas como fenómenos de fuerte carácter a evitar, los huracanes deben ser más tomados en cuenta aún. Debido a su naturaleza destructiva, son las islas caribeñas las que se llevan la peor parte cuando es temporada de huracanes. Son zonas vulnerables y de arquitectura normalmente endeble que, mal acostumbrada a los derribos y arrases de los huracanes, se rehace y revive una y otra vez. Ejemplos como el huracán Mitch o el Florida nos recuerdan que la naturaleza cuando se revuelve no conoce límites.
No solo las edificaciones corren peligro ante la aparición de tormentas y huracanes. Los árboles y la vegetación, e incluso los propios arrecifes de coral de las aguas sufren sus trágicas consecuencias. Los huracanes alcanzan velocidades inimaginables que, sumadas a su fuerza, arrastran todo lo que encuentran a su alrededor. En el caso del mar, son los sedimentos de rocas, barro y arena los que colapsan y catapultan sus fondos marinos.
La época fuerte de huracanes ocurre entre agosto y septiembre. Después, hay meses como junio y julio, y octubre y noviembre en los que las probabilidades son menores, pero no nulas. Por eso, viajar al Caribe en otoño puede ser una buena opción para huir del comienzo del frío, pero has de tener en cuenta estas consideraciones climáticas. La media anual de huracanes y tormentas tropicales del clima caribeño son de nueve y cinco, respectivamente.
Si aún te estás planteando cuándo es la mejor época para ir al Caribe, esperamos darte alguna que otra pista más. Por las condiciones meteorológicas del clima caribeño, su temperatura (incluida la de sus aguas) es suave y agradable los doce meses. Las lluvias y huracanes están bastante definidos en el calendario (no significa que en los meses con menos probabilidad de que se den estos sucesos, pueda tener lugar uno de ellos), por lo que, de los meses restantes, elegir cuándo viajar es más una cuestión de bolsillo. Si viajas en temporada alta o baja puedes ahorrar o pagar de más según organices tu periodo estival.
Para tomar el sol, hay que tener especial cuidado de once de la mañana a tres de la tarde. Además, el sol calienta de forma directa, por lo que la exposición solar ha de ser muy medida, usando gorros, pañuelos y pamelas, además de sombrillas y protector solar. La hidratación es muy importante para no tener problemas de salud ni mareos. Por ello, se recomienda beber abundante líquido (agua y zumos, pero no alcohol). Además, las gafas de sol protegerán tu vista de posibles lesiones oculares. Si sigues nuestros consejos, sacarás el máximo partido a tu viaje al Caribe.
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