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Hablar de Laponia es, para muchas personas, pensar inmediatamente en la Navidad, ya que allí es donde vive Papá Noel. Hoy en día se ha convertido en un lugar con un gran atractivo turístico, no solo en estas fechas, sino durante todo el año. ¿Quieres conocer cuáles son los encantos de un viaje a Laponia? ¡Pues sigue leyendo y lo descubrirás!
Si eres un amante de las fiestas navideñas, pocos planes hay tan acertados como un viaje a Laponia en Navidad. Además del frío y de la imprescindible nieve en estas fechas, es posible adentrarse en un bosque casi secreto en el interior de Joulukka. ¿Te suena este lugar? Pues significa, nada más y nada menos, que viajar al pueblo de Papa Noel. Allí, muy escondido, es donde se encuentra su hogar.
Pero en la actualidad, este bello lugar ofrece un amplio espectro de actividades que se adapten a los gustos de todos los viajeros. Granjas de huskies, de renos y paseos en trineo para los amantes de los animales; motos de nieve y karting sobre hielo para quienes desean una dosis de adrenalina y la simple oportunidad de pasar unos días en un entorno pacífico y donde reina el silencio, para quienes buscan desconectar del ajetreo de las grandes ciudades.
Ahora que sabes qué puede ofrecerte un viaje a Laponia, vamos a conocer un poco más sobre su historia. Desde el punto de vista geográfico, su ubicación puede llevar a error, ¡así que en seguida resolveremos todas tus dudas!
Laponia queda por encima del círculo polar ártico, de aquí que esté prácticamente cubierta de nieve. Aunque una de las definiciones que podemos encontrar de este territorio indica que forma parte de Suecia, Finlandia, Noruega y Rusia, la realidad es que hoy hace referencia únicamente a los dos primeros.
Esta región fue originariamente una provincia sueca, y la parte finlandesa actual sería cedida por Rusia a comienzos del siglo XIX. Sin embargo, esta última es la que siempre ha gozado de cierta popularidad. Hasta 2009 fue una provincia, pero desde entonces se le conoce como Región de Laponia.
Su capital, Rovaniemi, es junto con Helsinki uno de los lugares más turísticos en todo el país. Y los motivos son los que te contamos al inicio de este artículo. Pero además, ha formado parte de la gran pantalla, en la película Los amantes del círculo polar. Y es que esta ciudad, pasa por la mismísima línea del círculo polar ártico. ¿Puedes imaginarte un lugar más mágico que este?
Si pensabas que lo único que visitar en Laponia es la casa de Papa Noel, debemos decirte que nada más lejos de la realidad. Desde allí es también posible disfrutar de un fenómeno de la naturaleza que solo se da en algunos países del norte; el llamado sol de media noche.
Tanto en el Ártico como en el Antártico, en los meses de verano sucede algo muy curioso, y es que el sol nunca llega a ponerse. En ambos polos, el astro sale únicamente una vez al año y se pone también en una única ocasión. Cuando no hay nubes, el sol es visible durante las 24 horas del día. Si te encuentras haciendo un circuito por Laponia, puedes observar este fenómeno casi en cualquier parte, aunque si te encuentras en Rovaniemi, te recomendamos que te dirijas hacia el norte.
Pero además de ello, todavía hay más espectáculos de la naturaleza que podemos disfrutar al viajar a Finlandia. Cerca de Rovaniemi se encuentra también la montaña más alta del país, aunque su altura es bastante discreta: 1.365 m. Como peculiaridad, el pico de esta forma parte de Noruega, ya que curiosamente la montaña se encuentra justo en la frontera.
Y hablando de peculiaridades, el fiordo más importante de Finlandia, el Paarlahti, también tiene sus propias características únicas. A diferencia de la mayoría, que carecen de islas, este sí cuenta con algunas. Su longitud es de 10 kilómetros y su profundidad ronda los 60 m. Por último, pero no menos importante, se aprecia con gran claridad la aurora boreal. De hecho, es donde mejor visibilidad hay en todo el país. ¿Aún necesitas más motivos para hacer un viaje a Laponia?
En Iberojet podemos a tu disposición multitud de opciones para visitar este destino tan peculiar. Si te gusta la nieve y el frío no te parece un impedimento para viajar, ¡los encantos de Laponia te atraparán! Y si no, que le pregunten a Papá Noel.
