Escocia: Todo Escocia: de Glasgow a Fort William
Descubre todos los secretos de Escocia
Conoce el viajeEscocia: Todo Escocia: de Glasgow a Fort William
- Duración
- 8 días
- Tipo de circuito
- Circuito
Comenzarás tu viaje en la cosmopolita y artística Glasgow, te enamorarás de Edimburgo, la capital, donde descubrirás por qué la UNESCO ha declarado su Ciudad Nueva (New Town) y su Ciudad Vieja (Old Town) Patrimonio Histórico de la Humanidad. De ahí partiremos a las raíces de la cultura escocesa: los Highlands (literalmente, Tierras Altas). Descubrirás la historia que hay detrás del whisky -¿Sabías que whisky es una palabra derivada de otra gaélica que significa ‘agua de vida’?- y te fascinarán sus leyendas mitológicas.
“En los Highlands (las Tierras Altas) podrás conocer cómo se fabrica el whisky en una destilería tradicional y podrás navegar por el Lago Ness y, por supuesto, tratar de encontrar al monstruo ¡Ten preparada la cámara!”
¿Te suena el monstruo del Lago Ness? ¡Tendrás la oportunidad de navegar su presunta morada y tratar de encontrarlo! Y también habrá un hueco para la historia. Visitaremos el Castillo de Stirling, donde fueron coronados un gran número de reyes escoceses. A poca distancia de ahí se encuentra el Puente de Stirling, donde tuvo lugar una de las más célebres victorias militares de William Wallace contra los ingleses y que fue recreada en la película Braveheart. ¿A qué esperas para reservar tu plaza?
Emociones nuevas en tu viaje
Compitiendo con otras grandes mecas del arte a nivel internacional, Glasgow ha ido consagrando su papel dentro de la escena creativa, con más de 20 galerías de arte y museos de gran envergadura, así como exhibiciones y colecciones menores repartidas por toda la ciudad.
Tanto si lo tuyo es el arte clásico como creaciones innovadoras más de tendencia, la oferta de Glasgow resulta inabarcable, ya que puedes pasar incontables días recorriendo sus rincones dedicados al arte. SI no dispones de mucho tiempo, puedes visitar las maravillosas colecciones del Kelvingrove Art Gallery And Museum, con obras de Rembrandt, Monet, Renoir, Pissarro o Van Gogh, entre otras 8.000 piezas. Por su parte la Galería de Arte Moderno (GoMA) es un destino preferente, si te gusta el arte contemporáneo, de David Hockney o Andy Warhol. En sus colecciones, se incluyen diversas piezas ganadoras de premios Turner. La Burrell Collection compila 8.000 objetos del filántropo escoces Sir William Burrel (1861 – 1958), quien compiló antigüedades de medio mundo y obras de un valor incalculable. Cabe destacar la galería de arte medieval, de arte chino e islámico, piezas de civilizaciones antiguas y obras maestras de Rodin, Degas o Cezanne. Comedia, danza, diseño, innovación gastronómica, improvisación musical, teatro, artes visuales... Glasgow es esto y mucho más. Déjate sorprender por una de las ciudades más jóvenes, innovadoras, creativas y vibrantes de Europa.
Glasgow tiene un apretado calendario de Festivales y mercadillos temáticos. Infórmate antes de planificar tu viaje para no perderte nada. Piensa si quieres incorporar la visita a un museo o galería de arte a tu viaje. Y si eres estudiante o jubilado, lleva tu tarjeta o credencial siempre contigo. Encontrarás muchas ofertas especiales para estos colectivos. Aprovéchalas.
En el siglo XVIII, Edimburgo era conocida como la Atenas del norte por pensadores, escritores, artistas y científicos. Motivos abundan. Y es que la capital escocesa ha sobrevivido a asedios, invasiones, batallas, enfermedades e incendios, reponiéndose y renaciendo como un ave Fénix. No ha habido desastre, de origen humano o natural, del que Edimburgo no haya salido fortalecida con nuevos capítulos de Historia y titulares de leyendas.
Es imposible detenerse en detalles, porque cada esquina y rincón de la ciudad, cada adoquín, placa conmemorativa, cada fachada antigua, fragmento de antigua muralla, cementerio con historias grabadas en sangre, iglesias de todos los credos, puentes y callejones tienen mil secretos que contar. Lo mejor es unirse a alguno de los múltiples tours que se ofrecen. Los hay más vagos y más completos, o incluso temáticos, como el circuito literario o de cementerios. No vas a tener problema para encontrar el tuyo, ya que la oferta de circuitos es muy extensa. Según llegues a Edimburgo, no te quedará más remedio que rendir pleitesía al castillo que, desde una colina central de la ciudad, preside todo lo que se muestra y esconde. De ahí hasta el Palacio de Holyrood, puedes recorrer una calle no muy extensa, pero con multitud de historia, la Royal Mile. Si quieres ver los edificios de corte griego de la ciudad, no hay pérdida: Carlton Hill. Y si quieres tomarte una buena cerveza de destilación local o un whisky, olvida tu mapa en la zona antigua, tan pintoresca y medieval, y elige uno de sus múltiples bares y pubs. Y si quieres irte de shopping, cruza los Princess Gardens y llega hasta la parte nueva de Edimburgo.
Edimburgo es una ciudad llena de talento y creatividad. El clima es inestable, incluso en verano. No olvides llevar un chubasquero o un paraguas plegable, un par de zapatos cerrados o botines, ya que la parte antigua de la ciudad conserva aún su adoquinado antiguo y no siempre es cómodo ir en tacones .
La mayor parte de los tours ofertados en la ciudad comienzan y concluyen en la céntrica Royal Mile. Puedes adquirir las entradas allí mismo y ampliar información, antes de decidirte por el recorrido que más te conviene. Los encontrarás con un precio cerrado o con una aportación voluntaria, valorando así la calidad de los guías. Esta segunda opción es cada vez más habitual, para garantizar que el guía dé lo mejor de sí mismo en cada visita.
En pleno corazón de las Highlands, y a escasa distancia de su capital, Invernes, encontramos el bellísimo castillo de Cawdor, construido en torno al siglo XV.
Originalmente, fue propiedad del clan de los Cawdor, de ahí su nombre, antes de pasar a manos del clan de los Campbell. Los orígenes del castillo están vinculados a una historia de amor entre clanes, que, adornada por el paso de los siglos, constituye hoy una de las leyendas románticas más conocidas de las Tierras Altas escocesas. Los amantes de la literatura probablemente ya habrán realizado la conexión entre el castillo y la mundialmente conocida obra de Shakespeare, Macbeth. Un paseo por el interior del castillo resulta una experiencia impresionante. Entre sus pasillos y múltiples habitaciones, encontrarás retratos de diversas personalidades de la historia del clan de los Campbell, tapizados preciosos, así como una reproducción a tamaño real de la antigua cocina del siglo XIX. Los alrededores del castillo no son menos mágicos, con el gran bosque Cawdor y su campo de golf de 9 hoyos. Para descansar, tienen una tienda de souvenir y un restaurante dentro del propio castillo.
Se dice que el castillo de Cawdor está habitado por el espíritu de dos fantasmas: uno es una señora vestida de azul, cuya relación con el castillo no se ha podido esclarecer. El otro, parece ser el espíritu de John Campbell, primer señor del Castillo. Algunos visitantes, así como personal del mismo, han reportado haber escuchado voces cuando el castillo debía estar vacío, sombras o pasos en pasillos donde no había nadie. Pero no tengas miedo, son espíritus de confianza.
A escasos kilómetros de distancia de Inverness, encontramos el que fue escenario de una batalla épica entre escoceses (Jacobitas) e ingleses, el campo de Culloden. Hoy en día, no hay un solo escocés que no sepa lo que allí sucedió y los cambios drásticos que se sucedieron para los escoceses una vez derrotados. Después de muchos años de tiranteces y desencuentros entre ingleses y los jacobitas del norte, el 16 de abril del 1746 se produjo la última gran batalla en suelo británico: la batalla de Culloden.
Por la parte jacobita, la mayoría de los clanes de las Tierras Altas unieron sus fuerzas y recursos contra los ingleses. Dicho encuentro fue tan rápido, como brutal y sangriento. En una hora escasa de combate, murieron o fueron severamente heridos más de 1.500 jacobitas, mientras que las fuerzas gubernamentales apenas tuvieron 50 bajas y 259 heridos. Actualmente, el centro de visitantes del campo de batalla de Culloden es un lugar de orgullo para los escoceses, aunque un doloroso recuerdo de como las cosas cambiaron para siempre desde entonces. La forma de vida de clanes desapareció y gran parte de los elementos característicos de sus hábitos también: el idioma, la indumentaria, su distribución de la tierra y del trabajo. Destinar un par de horas a recorrer el actual centro de visitantes ayudará mucho al visitante a entender qué fue lo que pasó y cómo pudo ser que Escocia cambiase tanto en tan poco tiempo. No solo recorrerás el campo de batalla con un audio guía, sinó también veras una exposición con elementos encontrados en el campo, como balas, monedas, etc. Descubre también el papel que jugó cada clan dentro de la planificación del conflicto y las motivaciones que cada uno de ellos tenía. Es un lugar que no deja indiferente y, como no podía ser de otra manera en este entorno mágico, varias personas dicen haber sido testigo de apariciones y sonidos de otros tiempos. Lo mejor es que vayas tú mismo y saques tus propias conclusiones.
Dentro del centro, te sentirás protagonista de una película bélica de 360 grados, donde tú estarás en su centro, en medio de los dos frentes. Reúne el valor que necesitas para ser testigo de primera mano de este brutal encuentro. Además, encontrarás diversas formas de entender la que fue una batalla con muchos actores y muchos intereses encontrados. Aunque la batalla duró únicamente una hora, el conflicto se remonta muy atrás en el tiempo. Es necesario entender bien los detonantes de este encuentro bélico para dotarle de la relevancia que hoy en día tiene.
Cada 16 de abril se celebra la conmemoración de la batalla de Culloden, con recitales, coloquios, debates, etc. Si vas a visitar el centro en estas fechas, consulta su calendario de actividades.
En el noroeste escocés, encontraremos un tesoro que ha logrado mantenerse en pie por más de 7 siglos. El Castillo de Eilean Donan es un castillo fortificado que se construyó en el año 1220 en un pequeño islote en el lago Duich, que comunica con el océano Atlántico a través del lago Alsh.
En aquel entonces, el aislamiento de su construcción lo convirtió en una fortaleza muy difícil de asediar. La población más cercana, entonces y ahora, es Kyle of Lochalsh, frente a la isla de Skye. Sus orígenes se remontan a una orden de Alejando II de Escocia, que quiso levantar un castillo en el lugar donde ya existían las ruinas de una fortaleza picta con fines defensivos contra los vikingos. La tradición escocesa habla que este castillo de Eilean Donan fue un refugio utilizado por Robert the Bruce cuando escapaba de las invasiones de los ingleses, lideradas por Eduardo I. Posteriormente, dicho castillo paso a ser residencia del clan de los MacRae. Nuevos desencuentros entre ingleses y escoceses llevaron a nuevos ataques por parte de los primeros. En este contexto de crispación, el castillo fue atacado por tres fragatas inglesas en el año 1719, que bombardearon la fortaleza de forma masiva, hasta alcanzar su destrucción total. Desde entonces, el castillo fue abandonado y convertido en un montón de ruinas. Entre los años 1912 y 1932, John MacRae-Gilstrap destinó los recursos necesarios para su restauración y hoy es uno de los lugares más visitados por turistas de todo el mundo. Actualmente, es, además, la residencia oficial del clan de los MacRae, recuperando la belleza y relevancia que tenía antiguamente.
Los alrededores del castillo han aparecido el rodaje de varias películas, como en El Señor de Ballantrae (de 1953), La vida privada de Sherlock Holmes (de 1970), Los Inmortales (de 1986), Lago Ness (de 1995), Braveheart (de 1995), El mundo nunca es suficiente (de 1999), La Boda de mi novia (de 2008) y la serie Outlander, entre muchas otras grandes producciones.
Escocia y su historia, entreteje sus capítulos bien documentados con leyendas y mitos que, pasados de generación a generación, son parte también de su historia no escrita. A estas alturas, ya sabemos que los castillos escoceses acostumbran a tener curiosos habitantes que, en ocasiones, son atracciones turísticas por sí mismos. La particularidad del famoso fantasma del castillo de Eilean Donan es que… es español. A principios del siglo XVIII, los escoceses protagonizaban en un nuevo capítulo de enfrentamientos contra los ingleses. En esta ocasión contaban con apoyo de fuerzas extranjeras y, entre ellas, se encontraban varios soldados españoles. En el último ataque, los ingleses bombardearon el castillo por sorpresa, rodeándolo y destruyéndolo por completo. La mayoría de los habitantes que se encontraban en el interior del castillo consiguieron saltar al lago, intentando nadar fuera del alcance de los navíos ingleses. Todos, menos uno, un capitán español que decidió quedarse en el castillo hasta que quedó reducido a ruinas. Parece ser que hoy, su espíritu camina errante por los pasillos y habitaciones reconstruidas del castillo.
El valle de Glencoe forma parte del espectacular Geoparque Lochaber, en el corazón de las Highlands La carretera que cruza el valle, atraviesa un antiguo volcán que, hace muchos siglos atrás, dio origen a la belleza del Glencoe que podemos disfrutar actualmente. Sus diversas explosiones configuraron la amalgama de montañas, valles y lagos que hoy conforman el bellísimo paisaje del Glencoe. No en vano, el Glencoe ha sido escenario de populares películas como Skyfall (de James Bond) y varias de la saga de Harry Potter.
Entre las múltiples actividades que se pueden hacer en esta espectacular región, están visitar los pueblecitos de Fort William o Glencoe, ambas capitales de las actividades al aire libre de las Tierras Altas, ascender alguno de los Munros (nombre escocés de los montes con una altitud mayor que 914 metros), el avistamiento de fauna local, la práctica del esquí, snowboard, ciclismo de montaña, navegar el lago Loch Leven en kayak o recorrer Glen Roy o las islas Canna, Muck, Eigg y Rum, en medio del lago. Otra alternativa para los amantes del senderismo es ascender la montaña más alta de todo el Reino Unido, Ben Nevis, a pocos kilómetros de Fort William. A sus pies está el centro de visitantes donde podrás informarte sobre los diferentes grados de dificultad de sus rutas, así como de las condiciones meteorológicas y de la preparación necesaria. Nunca infravalores la dificultad de una montaña “sencilla”, ya que, en este caso, la dificultad radica en el cambio de temperatura brutal desde su falda hasta su cumbre, con una diferencia que más de 20 grados.
La ruta hasta el Glencoe es uno de los caminos más espectaculares de Escocia. Su carretera principal atraviesa el glen o valle rumbo al norte. Además, hay servicios de transporte público, autobús o tren, hasta Fort William o Bridge of Orchy. Si prefieres ir por tu cuenta, podrás alquilar un coche. Eso sí, ten en cuenta que las normas de circulación varían con respecto a las que estás acostumbrado. Ya sabes, donde fueres, haz lo que vieres.
En las islas Hébridas interiores encontrarás la espectacular isla de Skye, con sus paisajes únicos y unos ecosistemas que parecen sacados de cuentos de hadas.
En el extremo nordeste está la península Trotternish, con dos paradas obligadas de una belleza inusual. Por un lado, está Kilt Rock, un vertiginoso acantilado de más de 90 magníficos metros de altura sobre un mar salvaje y extenso. Su nombre hace referencia a los kilt, que son las faldas tradicionales escocesas a cuadros. Según las condiciones climáticas, la composición de la roca de basalto ofrece la ilusión óptica de estar viendo realmente cuadros grabados en la roca. El otro punto de interés son las cascadas Melt, que escupen agua a borbotones sobre una cara de los acantilados. La mezcla de condiciones meteorológicas, que tiende a ser ventoso, suele generar un silbido envolvente e hipnotizador para quien se acerca a conocer las cascadas. Los más fieles amantes de las leyendas escocesas hablan de que, en realidad, son los lamentos de todos aquellos que han perecido en capítulos violentos en la isla. Sea como fuera, es un lugar con un encanto indescriptible. En los días más claros, podremos alcanzar a ver la isla de Lewis. Para concluir la visita, podrás tomarte un reconstituyente café o una copita de whiskey de destilación local en las pintorescas poblaciones de Portree o Staffin.
¿Has visto la película de Braveheart? Recordarás la batalla final entre las tropas gubernamentales y los aguerridos escoceses… pues bien, el lugar donde históricamente sucedió ese capítulo inolvidable por la independencia escocesa fue precisamente aquí, en Stirling, sobre el puente de Stirling o Stirling Bridge.
Corría el 11 de septiembre de 1297, cuando las tropas escocesas de William Wallace y Andrew de Moray derrotaron contundentemente a los ingleses. Los ingleses contaban con una absoluta superioridad numérica y tecnológica y, sin embargo, fueron abatidos en este épico combate. Y desde entonces, William Wallace es considerado héroe nacional y el puente donde todo ocurrió es hoy uno de los puentes más carismáticos de Escocia. A escasa distancia se encuentra el Castillo de Stirling, una fortificación de corte medieval y dimensiones brutales. Dada la función defensiva del mismo, se construyó sobre la colina que preside la ciudad de Stirling durante el siglo XII. Durante los siglos siguientes, el Castillo de Stirling presidió desde su ubicación privilegiada duras batallas y conflictos armados entre escoceses y británicos en los campos y llanuras que lo rodean. Las partes del castillo que actualmente están abiertas al público datan del siglo XVI y XVII y son un ejemplo exquisito de arquitectura renacentista. Desde el castillo, podrás divisar una hermosa torre victoriana, que hoy en día es el monumento a William Wallace, líder escocés y héroe nacional por antonomasia.
El Castillo de Stirling fue residencia real a partir de 1216 y solo dejó de ser un emplazamiento militar en el 1964.
Stirling también es famoso por sus muchos fantasmas, como la Dama Rosa del Castillo, quien ha sido vista por varios soldados a través de los siglos. Y la llamada “Lady Green” o mujer de verde, se dice que el espíritu que deambula por el castillo pertenece a una criada de la reina María Estuardo.
El plan de viaje a tu alcance
- Cena.
- Glasgow
- Desayuno, almuerzo, cena.
- Edimburgo
- Panorámica de Glasgow
- Desayuno y cena
- Edimburgo
- Panorámica de Edimburgo
- Desayuno, almuerzo, cena.
- Inverness
- Destilería de Whisky con degustación
- Desayuno, almuerzo, cena.
- Inverness
- Desayuno, Cena.
- Fort William
- Desayuno, almuerzo, cena.
- Glasgow
- Castillo de Stirling (entrada incluida)
- Desayuno.
- Glasgow
¿Quieres saber más de Escocia?
La gastronomía escocesa es el resultado de la dilatada historia de estas tierras; de la influencia de costumbres populares locales, muchas de ellas centenarias, y otras llegadas desde diferentes territorios del mundo. Razón, por la que no es extraño encontrar en una misma carta de restaurante platos tradicionales y otras propuestas influenciadas por los fogones europeos, asiáticos o americanos. La proximidad al océano Atlántico nutre a la cocina escocesa de excelentes y frescos pescados. Sus fértiles espacios naturales y montañas libres de polución permiten que en Escocia se coma una de las mejores carnes del mundo. No te pierdas la carne de Aberdeen Angus, la morcilla de Stornoway, el pescado de Arbroath y el salmón de las Shetland...
Escocia agasaja a los viajeros con las deliciosas propuestas tradicionales propias del Reino Unido y platos locales tan afamados y deliciosos como los famosos haggis, una especie de morcilla que te sorprenderá por su sabor y que suele ir acompañada con legumbres y verduras. Además de las cervezas y el té, Escocia es conocida mundialmente por su excelente whisky escocés, uno de los mejores del mundo. Y para los que quieran un capricho dulce, nada mejor que degustar unas caseras galletas de mantequilla.
Escocia es también un excelente destino de compras. Ya sea en grandes ciudades o en sus encantadores pueblos, sus comercios tradicionales y excelentes boutiques -repletas de originales diseños locales y piezas de cerámica únicas- son siempre un buen reclamo para los amantes de las compras.
¿Claves para encontrar el regalo perfecto? Pon rumbo a las tiendas de alimentación y espacios gourmet donde podrás adquirir los excelentes productos locales que tanta fama han dado a su cocina. Mermeladas, té, galletas de mantequilla, whisky escocés… Además, sus ferias y mercados son famosas en todo el Viejo Continente por sus excelentes productos, originales diseños y muebles vintage. Finalizamos esta lista de la compra añadiendo sus magníficas joyas, sus piezas de alfarería, las obras de arte que cuelgan de las paredes de inspiradoras galerías y, cómo no, con sus excelentes mantas, con los clásicos abrigos Barbour, con las típicas chaquetas y calcetines de cuadros escoceses y su legendaria falda escocesa.
•1 de enero: Día de Año Nuevo
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•Viernes Santo
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•29 de mayo: Spring Bank Holiday
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•26 de diciembre: Boxing Day