
Tailandia: Bangkok y Krabi
- Duración
- 8 días
- Tipo de circuito
- Circuito


La lista de experiencias que vivirás en la provincia tailandesa de Krabi tiene un denominador común: es muy posible que no olvides nunca ninguna de ellas. En esta región meridional del país te esperan algunas de las mejores playas del mundo, lugares donde la naturaleza es la única y total protagonista y, sobre todo, las impresionantes islas Phi Phi.
"Cuando contemples con tus propios ojos la belleza de las islas Phi Phi, desearás que ese momento se congele en el tiempo"
Este circuito te llevará a conocer una de las regiones más bonitas, pintorescas y mejor valoradas, ya no solo del sur de Tailandia, sino del país entero. Hablamos de la provincia de Krabi, un territorio mágico a orillas del mar de Andamán. A la belleza de sus playas y a lo exótico y vistoso de su naturaleza hay que sumarle un gran número de islas e islotes que flotan majestuosas frente a sus costas. Entre ellas se encuentran las Phi Phi, probablemente las más famosas y sin duda entre las más bonitas. El viaje que estás a punto de emprender te brindará la oportunidad de hacer una excursión para admirar los paisajes de este archipiélago. Además, tendrás tiempo libre suficiente como para explorar buena parte de Krabi: espacios naturales como el Parque Nacional Khao Phanom Bencha, las montañas gemelas de Khao Khanap Nam, o las preciosas cascadas de Namtok Ron Khlong Thom. También podrás pasear y bañarte en las playas de la provincia, que son célebres por su belleza, como Ao Nang Beach, Noppharat Thara o Phra Nang Beach. Krabi te ofrece, en definitiva, un abanico amplísimo de actividades por realizar y de experiencias por vivir.
Emociones nuevas en tu viaje
Ubicado en el centro de la ciudad, a orillas del río Chao Phraya se encuentra el monumental Palacio Real de Bangkok, uno de esos lugares que son capaces, por sí mismos, de marcar un antes y un después en cualquier viaje. Igual que ocurre en España, el Palacio Real de Bangkok se emplea solo para realizar eventos oficiales y recepciones de mandatarios extranjeros; los reyes de Tailandia viven en el Palacio de Chitralada desde 1925.
Actualmente, este palacio es uno de los lugares más visitados de todo el país, y cuenta con una gigantesca superficie en la que podemos distinguir varias zonas bien diferenciadas. En la parte del palacio llamada Phra Maha Prasat se encuentran los edificios más antiguos del recinto, mandados construir por el rey Rama I, el mismo que hizo levantar el palacio en el año 1782. Por su parte, la zona Phra Maha Chakri alberga una serie de pequeños palacios que el rey Rama V ordenó construir a un grupo de arquitectos extranjeros. De ahí que su aspecto combine los elementos tradicionales tailandeses con ciertas influencias europeas. Por último, está la zona llamada Phra Maha Monthien, la más importante desde el punto de vista político, ya que en ella se encuentra la que fuera residencia del monarca, y es el lugar donde se corona a cada nuevo rey. Además de estas tres zonas, dentro del recinto del Palacio Real también podemos visitar el majestuoso templo de Wat Phra Kaew, en cuyo interior se encuentra el Buda Esmeralda, una imagen sagrada tallada en jade, y pasear por los preciosos jardines Siwalai.

El pueblo tailandés se caracteriza por su amabilidad y simpatía. Lo normal es ver siempre una sonrisa en el rostro de la persona que tenemos delante, y recibir un trato cordial y toda la ayuda que necesitemos. No obstante, en cualquier ciudad del mundo acostumbrada a recibir turistas proliferan los “espabilados” que intentan sacarse un sobresueldo a costa de la inexperiencia de los viajeros. Aunque es un país muy seguro, y nadie pretenderá hacernos daño de ningún modo, es conveniente desconfiar de quienes nos den informaciones inesperadas o poco creíbles. Por ejemplo, en las inmediaciones del Palacio Real o de algunos de los templos de Bangkok puede haber hombres que nos digan que el monumento se encuentra cerrado por obras o por alguna festividad, pero que pueden ofrecernos una visita alternativa a algún otro lugar. Previo pago, por supuesto. Lo mejor, por tanto, es asegurarnos por nosotros mismos de que lo que nos dicen es cierto antes de sacar la cartera.
En la zona antigua de la ciudad, conocida como Rattanakosin, se encuentra la calle Khao San Road, un lugar donde conocer de primera mano el auténtico ambiente de Bangkok. Esta calle siempre está llena de gente y es el escenario de numerosas películas de Hollywood. Cuenta con muchos hostales y pensiones baratas, por lo que es fácil cruzarse con mochileros que están pasando unos días en la ciudad dentro de su viaje por toda Asia. En Khao San Road se puede disfrutar de la auténtica comida tailandesa en sus numerosos restaurantes, tomar una cerveza en alguno de sus bares, o, para los más atrevidos y juerguistas, pasar una noche de fiesta en sus animados locales nocturnos.
Si prefieres una experiencia más tranquila, una buena idea es ir a conocer las “casas de la seda”. Se trata de un conjunto de seis viviendas de madera que mandó construir un acaudalado comerciante de seda de origen americano llamado Jim Thompson. Vivió allí durante 30 años, y tras su muerte se convirtieron en una especie de museo que alberga cientos de objetos relacionados con la seda. Además, estas casas están rodeadas de unos preciosos jardines por los que pasear. Y si lo que buscas es una zona verde en la que relajarte y olvidarte por unas horas del ajetreo de la ciudad, el Parque Lumphini es tu mejor opción. Construido en 1920 por el rey Rama VI, constituye todo un pulmón para Bangkok, gracias a sus más de 50 hectáreas de terreno y a su gran lago artificial.

El Barrio Chino de Bangkok merece, desde luego, un capítulo aparte. Como su nombre indica, es el lugar donde se fueron asentando desde hace décadas los ciudadanos chinos que llegaban a Tailandia en busca de una nueva vida. Hoy en día, es un laberinto de calles llenas de bullicio y actividad, que representa la esencia pura de China. Una gran puerta ceremonial avisa al viajero de que por fin ha llegado a Chinatown y, nada más atravesarla, se percibe cómo cambia el ambiente: los vendedores de los puestos callejeros informan a voces de las bondades de sus mercancías; los aromas de la exótica comida china se funden con los de la tailandesa, abriendo el apetito de cualquiera, y varios impresionantes templos se levantan en medio del barrio, convirtiéndose en remansos de paz entre todo ese ajetreo.
Es un dicho muy popular entre los chefs occidentales que antes siquiera de sacar una cebolla de la nevera hay que dar las gracias a Francia. A los cocineros de este país se les atribuye la invención y desarrollo de la gastronomía contemporánea. O, al menos, así es en Europa, porque en el resto del mundo hay que estar igualmente agradecido a los tailandeses. La forma de mezclar los ingredientes, el empleo de hierbas aromáticas como el cilantro o la albahaca, y la capacidad de crear platos salados, dulces y picantes a la vez han convertido a la cocina thai en una de las más prestigiosas, deseadas y copiadas del mundo.
La salsa de pescado, el arroz jazmín o la leche de coco son ingredientes propios de la gastronomía tailandesa, aunque hoy en día están presentes en las recetas de la mayoría de los grandes restaurantes del planeta. Las sopas, agrias, dulces y picantes al mismo tiempo; los fideos fritos con carne o verduras, con los pad thai como máximo exponente, o las mil y una variaciones del curry rojo o verde son algunos de los platos más célebres de esta exótica, sabrosa y variada cocina. Como en toda Asia, el arroz es la base del recetario tradicional, pero en Tailandia se combina con muchos otros ingredientes con acierto y finura. Destacan los platos que incluyen frutas como la papaya, el mango o la lima keffir, y si no se está acostumbrado hay que tener cuidado con los que tienen entre sus ingredientes los chiles o guindillas thai, unas de las más picantes del mundo.

El concepto actual de street food no podría entenderse sin tener en cuenta la forma en que comen los tailandeses. Hay restaurantes de mantel, plato y servilleta en todas las ciudades del país, por supuesto, pero la base, la raíz de la gastronomía thai reside en sus puestos de comida callejera. Carritos con ruedas, mesas de quita y pon, barcas como la del mercado flotante de Damnoen Saduak?… Cualquier superficie es buena para servir un plato de pad thai, de curry verde con verduras o de pollo satay. Además, gracias al notable incremento en el número de turistas internacionales que recibe Tailandia cada año, se ha avanzado mucho en materia de higiene, que era el único punto débil de la comida callejera del país. Ahora lo normal es ver a los vendedores ambulantes con guantes, y las bandejas con alimentos cubiertas con tapas o con papel film.
No cabe duda de que las islas Phi Phi son el destino más popular para quienes viajan a Krabi y desean hacer una excursión memorable. Pero en realidad son solo uno de los lugares que se pueden visitar desde esta ciudad. A poca distancia de Krabi, y en todas las direcciones, existen muchos enclaves que no te arrepentirás de ir a conocer. Por ejemplo, el Parque Nacional Khao Phanom Bencha, un área protegida que cuenta con numerosos senderos que lo recorren, permitiendo al viajero admirar la belleza de sus cascadas y de sus exuberantes bosques tropicales. Puede resultar interesante hacer una excursión a Khao Khanap Nam, un espacio a orillas del río Maenam en el que se levantan dos montañas gemelas, y en el que se pueden visitar varias cuevas repletas de estalactitas y estalagmitas. Siguiendo con las excursiones en las que la naturaleza ocupa el protagonismo, otras opciones son los estanques naturales de Green Lake o la espectacular cascada de Namtok Ron Khlong Thom
Si saltamos de tierra firme, y nos alejamos de Krabi por el agua, se amplía considerablemente la lista de excursiones inolvidables que podemos hacer. Una de ellas es a la famosa isla de James Bond, en la que se rodó la película de 1974 ‘El hombre de la pistola de oro’. Después de ser el escenario de las aventuras de 007, esta isla, llamada realmente Koh Tapu, se convirtió en un destino turístico muy importante. Si te acercas a conocerla, descubrirás que además del encanto cinematográfico, esta isla también es atractiva por sus aguas cristalinas, por la belleza de la vegetación que la cubre y por la enorme roca que surge en mitad del mar a unos 200 metros de la playa. Existen un pequeño grupo de islas muy cerca de la costa, al sur de la ciudad de Ao Nang, que reciben el nombre de ‘Four Islands’, que pueden convertirse en una excursión apasionante. Koh Poda, Koh Tup, Koh Mor y Koh Gai son los nombres de estas cuatro islas, aunque la última recibe el apodo de Chicken Island, o Isla del Pollo, por unas rocas cuya forma recuerda a una de estas aves. Lo que caracteriza a este pequeño archipiélago son sus playas de arena blanca, la vegetación exótica que cubre su escarpado interior, y los arrecifes coralinos llenos de pececillos que se encuentran bajo las aguas cristalinas de las cuatro islas.

Aunque no es muy probable, puede ocurrir que te canses de ver tanto bosque, tanta playa y tanta isla. Si consideras que ya has tenido una dosis suficiente de naturaleza y de paisajes de película, puedes optar por los atractivos urbanos que encontrarás en Krabi y en la vecina Ao Nang. Ambas ciudades son modernas y dinámicas, y al estar acostumbradas a recibir a miles de turistas cada año, cuentan con todos los servicios. No te faltarán tiendas por las que ir de shopping, restaurantes en los que disfrutar de la cocina thai, ni espacios en los que entregarte al hedonismo, como spas y centros de masajes. Y si prefieres una actividad más cultural, siempre puedes visitar el Museo WatKhlong Thom o el templo Wat Tham Sua, ambos en Krabi.
Paisajes espectaculares, puestas de sol inolvidables y paseos que desearás que no terminen nunca. Esto es lo que te espera en las mil y una playas de Krabi. Ni más ni menos. Los habitantes de esta parte del país sacan pecho cuando hablan de sus playas, porque saben que pueden competir en belleza con las de cualquier otro país del mundo. Una de las más populares es la de Ao Nang Beach, al lado del núcleo urbano del mismo nombre. Es muy larga y bastante ancha, por lo que nunca resulta agobiante aunque haya mucha gente. Todo lo contrario que la de Noppharat Thara, que es tan estrecha que incluso llega a desaparecer cuando la marea sube mucho. Sin embargo, suele estar menos concurrida que la de Ao Nang.
Klong Muang Beach y Tubkaek Beach, por su parte, están bastante alejadas de la zona de Ao Nang aunque son muy parecidas entre sí, y tienen dos características en común. La primera es que ambas lucen unas espectaculares y cristalinas aguas de color turquesa con una arena blanca y fina, y la segunda es que están rodeadas de hoteles de cinco estrellas y resorts de lujo, por lo que están recubiertas de un halo de glamour y exclusividad. En la preciosa y prácticamente salvaje Ton Sai Beach, por el contrario, el público predominante es gente joven, mochileros y escaladores, ya que en sus inmediaciones hay un gran número de formaciones rocosas que atraen a cientos de estos aventureros. En la península de Railay, al sur de Ao Nang, podemos disfrutar de dos fantásticas playas que sin duda se encuentran entre las mejores de la provincia de Krabi y, por qué no, de todo el país. No hay carretera alguna que lleve a ellas, por lo que hay que ir en barco o a pie, lo que añade un extra de emoción a la experiencia. La primera de ellas es la de Railay Beach, muy larga y rodeada de acantilados y formaciones rocosas, aunque en sus inmediaciones también hay bastantes resorts, restaurantes y comercios. Desde su fina arena blanca se pasa a un agua templada, transparente y poco profunda. La segunda playa de la península de Railay es Phra Nang Beach, un auténtico espectáculo para la vista. Está delimitada por paredes rocosas, su agua es poco profunda y de un intenso color turquesa, y en uno de sus extremos hay una cueva que contiene una imagen sagrada de Buda.

Es importante que conozcas algunos datos sobre el clima de la provincia de Krabi, que, aunque es parecido al del resto de Tailandia, tiene ciertas peculiaridades. En general, hace muy buen tiempo siempre, con temperaturas que van de los 22 a los 32 grados todo el año. Año que, por cierto, tiene solo dos estaciones, y no cuatro como en las zonas de clima mediterráneo o continental. La temporada seca, que coincide con la temporada alta del turismo, va de noviembre hasta abril, y se caracteriza por las escasas precipitaciones y por el calor. La temporada de lluvias, por su parte, comprende los meses que van de mayo a octubre. Las temperaturas son un poco más bajas, aunque raras veces llega a hacer frío, y llueve casi todos los días. Pero no lo hace de forma continua, sino que suelen caer chaparrones cortos pero intensos a última hora de la tarde. Durante el resto del día, el sol brilla con la misma fuerza que en la temporada seca.
Cuando tenemos varias opciones para elegir, a veces no es fácil tomar una decisión. Pero si entre esas opciones están las islas Phi Phi, todo se vuelve más claro. Este archipiélago que pertenece a la provincia de Krabi es capaz de ganar todos, o al menos casi todos, los duelos en los que se enfrente a otro destino del sudeste asiático. La espectacular belleza de este conjunto de islas ha hecho de ellas un punto imprescindible en la agenda de los viajeros de todo el mundo. Situadas al sur de Tailandia,en el Mar de Andamán, las islas Phi Phi son un grupo de pequeños paraísos que surgen en mitad del agua luciendo unas playas de película, montañas llenas de árboles y unos paisajes que quitan el hipo. Estés donde estés, si tienes ocasión, no pierdas la oportunidad de hacer una excursión para conocerlas.
De las cuatro islas que componen el archipiélago, hay dos que son notablemente más grandes: Koh Phi Phi Don y Koh Phi Phi Leh. Cuentan con más y mejores servicios, y son las que reciben mayor número de visitantes. La primera de ellas, Koh Phi Phi Don, es la más importante de las cuatro, y la única que está habitada. Aquí llegan los ferrys que vienen desde Phuket o Krabi, y hay muchos restaurantes, tiendas y escuelas de buceo, ya que este deporte es, junto con la escalada, el rey en las islas Phi Phi. Esto se debe a la asombrosa belleza de los arrecifes de coral que se encuentran bajo las cristalinas aguas de color esmeralda que rodean las islas. Koh Phi Phi Leh, por su parte, puede presumir de tener la playa más fotografiada de todo el país. Se trata de Maya Bay, el espectacular escenario donde se rodó la película ‘La Playa’, dirigida por Danny Boyle y protagonizada por Leonardo DiCaprio. Efectivamente, no era un decorado ni una simulación hecha con ordenador; ese lugar existe de verdad. Y está justo aquí.

Puede que sean más pequeñas y cuenten con un menor número de servicios, pero sería un terrible error pasar de largo ante las dos islas menores del archipiélago. Koh Yung, conocida como Mosquito Island, es todo acantilados, por lo que constituye un punto clave para los cientos de escaladores de todo el mundo que se desplazan cada año a Tailandia. Pero Koh Pai, que recibe el nombre de Bamboo Island, cuenta con una increíble playa de arena blanca y aguas cristalinas en el extremo noreste. Darse un baño, tomar el sol y dar un paseo en este paradisiaco lugar, contemplando cómo se refleja la luz del día en las aguas del Mar de Andamán puede ser la experiencia definitiva.
El plan de viaje a tu alcance
- Sin comidas
- Bangkok
Ya ha llegado el momento tan esperado… ¡Nos vamos a Tailandia, uno de los destinos turísticos más deseados del mundo! En unas horas estaremos embarcando en un avión con todo tipo de comodidades para hacer más placentero este gran viaje al increíble país asiático. Nos falta muy poco para disfrutar de todo tipo de experiencias y estaremos deseando aterrizar en Bangkok, la capital tailandesa. Ya queda poco, muy poco, para desconectar durante unos días de nuestra vida cotidiana y apurar hasta el último minuto las experiencias en una fascinante y emocionante zona del planeta.
A bordo del avión, repasamos lo que hemos leído y visto de Tailandia, lo que nos han contado de este apasionante país. Tiempo para soñar, dormidos o despiertos, con lo que experimentaremos en los próximos días de este viaje organizado al detalle para que Tailandia vuelva con nosotros de regreso a nuestros hogares.
- Sin comidas
- Bangkok
- Desayuno. Almuerzo.
- Bangkok
- Visita ciudad, Templos y Palacio Real
- Desayuno
- Bangkok
- Desayuno
- Krabi
- Desayuno
- Krabi
- Desayuno
- Krabi
¿Quieres saber más de Tailandia?
La cocina tailandesa es, actualmente, una de las más populares y mejor valoradas del mundo. En todas las grandes ciudades de Occidente surgen cada día nuevos restaurantes de cocina thai, que no hacen sino poner de manifiesto el peso culinario de esta insólita gastronomía.
El recetario tradicional del país es muy variado, y se caracteriza por la profundidad de sus sabores, por el empleo de hierbas aromáticas y especias en abundancia, y por lo picantes que pueden llegar a ser algunos de sus platos. La lista de ingredientes de la cocina thai no está sometida a los mismos límites que imponemos en Occidente, y sus chefs mezclan sin complejos los sabores salados con los dulces y los agrios. El arroz jazmín, el cilantro, la salsa de pescado, la leche de coco, los chiles y las frutas tropicales como la papaya, el mango o la lima keffir son algunos de los elementos que hacen de esta gastronomía una de las mejores del mundo. El más famoso de los platos tailandeses es el pad thai, unos fideos fritos con verduras o con carne, pero el abanico de combinaciones es casi infinito. Como valor añadido, hay que decir que por todo el país existen puestos de comida callejera, en los que disfrutar, a cambio de unos pocos bahts, de la auténtica gastronomía local.
Tailandia en general y Bangkok en particular se encuentran entre los mejores destinos del planeta para ir de shopping. Las tiendas, centros comerciales, mercados y bazares del país se cuentan por miles.
En la capital destacan CentralWorld, Siam Paragon, Terminal 21, Platinum Fashion Mall y MBK, centros comerciales lujosos, enormes y bien surtidos de todas las tiendas imaginables. Pero también están los comercios del casco histórico de estilo colonial de Phuket Town, las encantadoras tiendecitas de Fisherman’s Village, en Koh Samui, los mercadillos callejeros de Chiang Mai, de Krabi y de Chiang Rai, y, por supuesto, los pintorescos mercados flotantes que hay por todo el país. El de Damnoen Saduak, a las afueras de Bangkok, es uno de los más importantes, aunque también destacan los de Khlong Sra Bua, en Ayutthaya y los de Rim Klong y Don Wai, en Nakhom Pathom.
Es importante tener en cuenta que, si tus compras superan los 2.000 bahts, te puedes descontar el 7% de IVA en la misma tienda rellenando un impreso. Además, los turistas internacionales tienen un 5% de descuento. Los comerciantes a veces se “olvidan” de decirlo, pero si les refrescamos la memoria nos aplicarán la rebaja correspondiente.
Hay un gran número de días festivos en Tailandia, que por norma general combinan religión y diversión a partes iguales. Estas son algunas de las fiestas más importantes:
• 1 de enero. Aunque tienen su propio año nuevo, en las zonas más turísticas se celebra el comienzo del año para los occidentales por todo lo alto.
• 6 de abril. Se conmemora la toma de posesión del rey Rama I.
• 13-15 de abril. El Songkran es el Año Nuevo budista, y los tailandeses lo celebran haciendo guerras de agua por todo el país.
• 1 de mayo. Como nosotros, los tailandeses celebran el Día del Trabajo. Muchos comercios cierran.
• Mayo. Coincidiendo con la luna llena se celebra el Visakha Pucha, una fiesta budista.
• Luna llena de julio. Se conmemora el primer sermón de Buda, la fiesta se llama Asaha Pucha.
• 12 de agosto. Es el aniversario de la reina, y todo el país sale a la calle a celebrarlo con sus mejores galas.
• Luna llena de noviembre. Los tailandeses celebran el Loi Krathong poniendo pequeños barquitos con velas en los ríos, canales y lagos de todo el país.
• Última semana de noviembre. La ciudad de Lopburi rinde homenaje a los monos en el Lopburi Monkey Festival.
• 10 de diciembre. Día de la Constitución.
Para viajar a Tailandia, los ciudadanos de la Unión Europea no necesitan ningún visado ni permiso especial, siempre y cuando su estancia en el país vaya a tener una duración inferior a 30 días. El único requisito para entrar en el país es tener el pasaporte en regla y con una validez mínima de seis meses a partir de la fecha de entrada. Si piensas pasar en Tailandia más de 30 días, o si el motivo de tu viaje no es turístico, puedes informarte de las condiciones en la embajada del país en España.
Prácticamente en todos los comercios, hoteles y restaurantes de Tailandia se acepta el pago con las tarjetas de crédito más habituales, como Visa, MasterCard o American Express. Al menos, en las zonas habituadas a recibir turistas. No obstante, es aconsejable disponer de dinero en efectivo para las pequeñas compras en los mercadillos, en los puestos de comida callejera o en las tiendas de recuerdos de las aldeas rurales. Podrás sacarlo de los cajeros automáticos de los bancos con tu tarjeta de crédito, o en las ventanillas interiores presentando también tu pasaporte original o una fotocopia.
Para evitar problemas desagradables, lo mejor es apuntar en un papel o en el móvil los teléfonos de las entidades emisoras de tus tarjetas de crédito. Así, si se da el caso de que pierdas o te roben alguna, podrás llamar inmediatamente a tu banco y pedir que la bloqueen.