Perú: Lo mejor de Perú
- Duración
- 15 días
- Tipo de circuito
- Gran Viaje
Perú es el Machu Picchu. Pero también es mucho más y descubrirlo lleva algún tiempo. Tienes 14 días por delante para conseguirlo. Gracias a este exclusivo circuito podrás tomar el pulso a Lima, la capital. Mezclarte con sus gentes cálidas y hospitalarias, conocer su cultura y probar los platos más representativos de su gastronomía. Pero también comprobarás la diversidad natural que alberga el país. Paracas, la mayor zona costera protegida de Perú, te adentrará en su reserva, donde se han censado más de 1.800 especies de plantas y animales, como flamencos o pingüinos de Humboldt, y zarparás en barco a las islas Ballestas. Descubrirás las famosas y enigmáticas Líneas de Nazca, declaradas Patrimonio de la Humanidad. Contemplarás los espectaculares dibujos de animales y plantas a vista de pájaro antes de viajar a Arequipa. Recorrer las calles de la segunda ciudad más importante del país y contemplar la recargada arquitectura colonial será un reto. Visitarás el Cañón del Colca, el segundo más profundo del mundo con sus 3.191 metros, y después te dirigirás a Puno, la capital folclórica de Perú. Situado a 3.800 metros de altitud, el Titicaca es el lago navegable más alto del planeta. ¿Sabías que en sus aguas existen unas 40 islas flotantes? Las increíbles islas flotantes de los Uros se construyen utilizando los juncos flotantes de totora, que crecen en abundancia en la parte baja del lago. Y desembarcarás en Taquile, una isla con caminos amurallados están coronados con arcos rústicos y salpicados de ruinas preincas e incas. Podrás mezclarte con sus habitantes, que continúan viviendo como sus antepasados y comparten amablemente sus casas y vidas con los visitantes. ¡Conjugarás naturaleza y cultura en una misma parada!
“Recorrerás algunos de los lugares declarados Patrimonio de la Humanidad: Lima, Cuzco, las Líneas de Nazca y el Machu Picchu, la famosa y misteriosa ciudadela inca encaramada en lo alto de una aislada cima”
El circuito te llevará a Cuzco, otra ciudad que al igual que Lima ha sido declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Conocerás su casco antiguo y algunos yacimientos en la periferia donde comprobarás la maestría artística y arquitectónica de los incas. El Valle Sagrado te deleitará con sus bancales de cultivo, que se extienden por las laderas sur y este de la montaña trazando unas enormes curvas casi ininterrumpidas por los escalones. Allí conocerás Písac y Ollantaytambo, donde podrás ver la planificación urbanística de este pueblo dominado por una enorme fortaleza. En Aguas Calientes ascenderás al Machu Picchu, uno de los vestigios arqueológicos más importantes del mundo. A pesar de la afluencia masiva de visitantes, la ciudadela, también Patrimonio de la Humanidad, consigue mantener su aire de grandeza y misterio. ¡Será el broche de oro perfecto a tu experiencia en este increíble país!
Emociones nuevas en tu viaje
La que fuera la capital de montaña de los incas es hoy un símbolo de la tradición mestiza. En esta ciudad, declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1983, se combinan elementos coloniales españoles y andinos tanto en la arquitectura como en la cultura.
Caminando por sus calles adoquinadas encontrarás magníficos edificios coloniales, civiles y religiosos construidos sobre las sólidas estructuras líticas dejadas por los incas. Puedes empezar la visita en catedral de estilo renacentista que preside la Plaza de Armas, donde te cruzarás con mujeres ataviadas con faldas de varias capas y sombreros hongo sobre sus largas trenzas negras que te ayudarán a componer esa estampa del pasado que se mezcla con el presente. Merece la pena hacer una visita a la iglesia de Santo Domingo, famosa por ocupar el lugar del Coricancha, el antiguo templo inca del Sol. De su pasado precolombino sólo queda una estructura de piedra, una de las mejores muestras arquitectónicas incas de Perú. Desde Cuzco se pueden visitar diferentes yacimientos de este pueblo. Las ruinas de Tambomachay, Puca Pucara, Salapunco y Qenqo se pueden visitar en un día. Cada uno tiene diferentes características pero todos ilustran la maestría artística y arquitectónica de los incas. En Sacsayhuamán podrás encontrar un ejemplo de arquitectura militar, en Raqchi un templo del siglo XV de piedra y adobe dedicado al dios Wiracocha y en Andahuaylillas descubrirás la llamada capilla Sixtina de las Américas detrás de la sencilla fachada de adobe de una iglesia del siglo XVII.
La zona que rodea la plaza de San Blas es el barrio artesano de Cuzco. Está lleno de talleres y salas de exposiciones de artesanía local. Podrás ver a los artesanos trabajando y echar un vistazo al interior de los edificios coloniales mientras vas a la caza del recuerdo perfecto. Los precios y la calidad varían mucho, así que es indispensable dar una vuelta antes de decidirse por algo y... ¡regatear!
Ubicado 600 metros más bajo que Cuzco, el hermoso Valle Sagrado disfruta de un agradable y resguardado clima y cuenta con una tierra fértil que los incas aprovecharon al máximo. Las principales atracciones del lugar son Písac y Ollantaytambo, dos imponentes ciudadelas incas que se erigen sobre las ondulaciones del valle. Aunque también podrás encontrar otros yacimientos de menor tamaño, mercados tradicionales y encantadores pueblos andinos
Cuando te adentres en Písac observarás dos partes muy diferentes: el pueblo colonial junto al río y la fortaleza inca suspendida espectacularmente de una saliente de la montaña. Son famosos sus bancales de cultivo, que se extienden por las laderas sur y este de la montaña trazando unas enormes curvas casi ininterrumpidas por los escalones. Su mercado semanal es un bullicioso espectáculo que, pese a atraer a turistas de todo el mundo, ha conseguido mantener su autenticidad. ¡Busca algún producto de artesanía que llevarte a casa como recuerdo! Para conocer la planificación urbana inca, debes encaminarte al pueblo de Ollantaytambo, dominado por la enorme fortaleza inca. Pasea por sus estrechas calles adoquinadas, habitadas sin interrupción desde el siglo XIII
La fortaleza de Ollantaytambo es el lugar en el que se retiró Manco Inca tras su derrota en Sacsayhuamán. En 1536, Hernando Pizarro, hermanastro menor de Francisco, llegó con 70 hombres a caballo apoyados por una gran tropa de indígenas y españoles a pie en un intento de capturarlo. Pero los hombres de Pizarro no pudieron escalar la fortaleza. Fueron recibidos por una lluvia de flechas, lanzas y piedras desde lo alto de las terrazas. Además, Manco Inca inundó la llanura gracias a unos canales previamente preparados. Los caballos de los españoles quedaron empantanados y Pizarro ordenó una retirada precipitada. Aunque la victoria duró poco. El ejército español volvió y el Inca acabó huyendo.
Fundada en 1535 por el conquistador extremeño Francisco Pizarro, Lima fue la capital del imperio español en Sudamérica durante casi dos siglos y llegó a ser la metrópoli más importante de la región. Hoy es una ciudad de contrastes, bulliciosa y moderna, que alberga a casi un tercio de los 27 millones de habitantes que tiene el país. Para empezar a explorarla, puedes dirigirte a la Plaza de Armas, antiguamente el corazón de Lima. Aunque no queda ninguno de los edificios originales, podrás contemplar la imponente catedral reconstruida tras el terremoto de 1746. También encontrarás el moderno Palacio del Arzobispo y el Palacio de Gobierno, residencia del presidente del país. Las calles adyacentes albergan numerosas casas coloniales, que combinan elementos españoles e indígenas. Dos ejemplos de arquitectura colonial son la Casa de Aliaga, construida por Jerónimo de Aliaga, y la Iglesia de Santo Domingo, levantada por el fraile Vicente de Valverde, dos personajes que estuvieron con Pizarro durante la conquista y fueron compensados con los mejores terrenos próximos a la plaza. Tampoco puedes perderte la Iglesia de San Francisco y sus fascinantes catacumbas.
Además del casco histórico, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, en Lima hay otras zonas que merecen una visita. Aunque hayan sido engullidos por la gran urbe, los antiguos barrios de veraneantes conservan sus calles tranquilas y floreadas y sus parques en la cima de acantilados. En estas zonas cosmopolitas abundan los restaurantes. Prueba la gastronomía típica en alguno del barrio de Miraflores y termina el día tomando una copa en Barranco, el barrio más bohemio de la capital peruana. ¡Pero cuidado con los carteristas!
Si quieres comprender la infinidad de civilizaciones prehispánicas peruanas, haz una visita al Museo de la Nación. Todas las culturas están representadas, desde el arte lítico de Chavín de Huántar hasta las cerámicas de Nazca y las telas de Paracas.
Conocida como la ciudad blanca, Arequipa está rodeada por uno de los parajes más agrestes de Perú. Una zona con volcanes activos, aguas termales, desiertos andinos y los cañones más profundos del mundo. Para comenzar a explorar la segunda ciudad más importante del país lo mejor es tomar un café en alguna de las terrazas de la Plaza de Armas y divisar como detrás de la catedral (que ha sobrevivido a varios terremotos) se eleva El Misti, un majestuoso volcán de perfecta forma cónica de 5.822 metros de altitud. Desde allí puedes encaminarte al Monasterio de Santa Catalina, una construcción con sillares de piedra volcánica que aúna elementos indígenas y españoles.
Mientras paseas por las callejuelas del centro, no dejes de admirar la recargada arquitectura colonial. Y no te olvides de los museos... El Museo Santuarios Andinos expone a la famosa Juanita, la princesa de hielo, el cuerpo congelado de una doncella inca sacrificada en la cumbre del Ampato hace más de 500 años. Para los incas las montañas eran dioses que podían matar mediante erupciones u otras catástrofes climáticas y sólo se podía apaciguar su violencia mediante los sacrificios de sus súbditos.
El monasterio de Santa Catalina fue fundado en 1580 por María de Guzmán, una viuda rica muy selectiva a la hora de elegir monjas. Todas procedían de buenas familias españolas y debían pagar una dote considerable. Cada una tenía hasta cuatro sirvientas o esclavas y podían celebrar fiestas y mantener su estilo de vida anterior. La conducta hedonista se perpetuó durante tres siglos hasta que en 1871 el papa envió a poner orden a Josefa Cadena, una dominica muy estricta que mandó de vuelta a Europa a las monjas y liberó al servicio. Desde entonces, las 450 personas que vivían en el edificio no volvieron a salir del mismo. El misterio envolvió el monasterio hasta 1970, año en el que el alcalde de Arequipa ordenó abrirlo al público.
Paracas está asentada en una bahía popular entre los aficionados del kitesurf por sus fuertes vientos y sus aguas planas. A la entrada del pueblo un obelisco conmemora el desembarco del general José de San Martín. Uno de los principales atractivos es la Reserva Nacional, la mayor zona costera protegida de Perú. Los acantilados bordean unas playas en las que encontrarás una flora y fauna extremadamente rica.
En la reserva se han censado más de 1.800 especies de plantas y animales. Es el hábitat de aves acuáticas migratorias y residentes como flamencos, pingüinos de Humboldt, pelícanos, playeritos, gallinetas, piqueros, cormoranes y gaviotines. A veces es posible ver cóndores volando en círculos junto a buitres de cabeza roja. Desde Paracas podrás hacer una excursión en barco a las islas Ballestas, donde podrás ver también leones marinos. Si tienes un poco de suerte, quizás divises delfines y ballenas. A veces el mar está agitado así que... ¡no olvides tomar una pastilla contra el mareo! En la zona encontrarás también una laguna de agua verde entre dunas, el oasis de Huacachina. Aunque sus aguas no sean claras, ¡puedes nadar en ellas!
Los primeros viñedos de Perú se plantaron en esta región en el 1550 con vides traídas por los conquistadores españoles. Concretamente en Ica, actualmente el principal centro vitivinícola del país. La industria floreció hasta el siglo XVII, cuando España prohibió la exportación de vino peruano porque dañaba su economía. Los vitivinicultores peruanos se concentraron entonces en la elaboración de aguardiente de uva, el pisco. Hoy tanto los grandes productores como los pequeños artesanos siguen concentrados en esta zona, que conoce como la capital del pisco. La Bodega Tacama es la más antigua del país. El campanario de esta hacienda colonial de color rojizo se alza sobre unos viñedos en los que hay plantadas 20 tipos de uva.
A simple vista podría parecerte que este desierto desolado no alberga nada de interés. Pero nada más lejos de la realidad. Esta gran extensión de terreno blanqueado por el sol pasó desapercibida para el mundo hasta que el científico estadounidense Paul Kosok la atravesó volando y observó una serie de amplias líneas y figuras gravadas en el suelo que en un principio tomó por un complejo sistema de riego. Pero en realidad lo que encontró por casualidad es uno de los hallazgos más impresionantes y enigmáticos del antiguo Perú, las famosas Líneas de Nazca, declaradas Patrimonio de la Humanidad.
Estos trazos, compuestos por más de 800 líneas rectas y 300 figuras geométricas se concentran en una zona relativamente reducida y forman más de 70 espectaculares dibujos de animales y plantas. Se trazaron retirando las piedras de la superficie del desierto y apilándolas a ambos lados de las líneas, lo que permitió dejar expuesta la tierra rica en yeso que hay debajo, de color más claro. Destaca la figura del lagarto, el colibrí y el mono, los más elaborados. También hay una orca, un cóndor, una araña y un hombre con cabeza de búho. La mejor manera de apreciarlas es a vista de pájaro, por eso se realizan vuelos en avionetas ligeras (entre 3 y 9 plazas). Pero no salen si no hay buena visibilidad. Si eso ocurre, siempre puedes recurrir al mirador, situado a 20 kilómetros al norte. Ofrece una vista cercana y algo sesgada de tres figuras: el lagarto, el árbol y las manos.
Caminar por las líneas está estrictamente prohibido. Además del deterioro que causa, es imposible ver nada a ras de suelo.
En pleno altiplano andino y a orillas del lago Titicaca, emerge Puno, una ciudad repleta de expresiones culturales, musicales y folclóricas. Hace siglos fue un lugar sagrado para los pueblos incas que la habitaron, hogar original de culturas tan ricas y pintorescas como la aymara y la quechua, lugar donde encontrar las formaciones arqueológicas llamadas chullpas, así como edificaciones coloniales de una belleza que ha sobrevivido a los embates del tiempo. Los habitantes actuales de Puno, independientemente de su origen étnico, están orgullosos de vivir allí donde diversas culturas ancestrales nacieron y florecieron.
A lo largo del año existen diversos festivales donde podrás asistir a bellísimos espectáculos de baile y música propios de aymaras y quechuas, como, por ejemplo, en el Festival de la Candelaria. Puno es leyenda, misticismo, el lugar donde explorar las facetas multicolores de Perú y, sin duda, una meca para los amantes de la naturaleza y la arqueología. No en vano, Puno es conocida como la capital folclórica de Perú. Si tenías intención de comprar artesanía, es posible que Puno sea uno de los mejores lugares, ya que sus artesanías textiles con pelo de alpaca son extraordinarias, además de económicamente asequibles. Para muchos de los visitantes de Puno, uno de sus principales reclamos es el lago Titicaca, el más grande de América del Sur y el más grande del mundo a un nivel superior a los 2000 metros sobre el nivel del mar. Según la tradición local, este lago fue el lugar donde surgió la civilización. El dios creador Wiracocha creó la luz: el sol, la luna y las estrellas. Con el tiempo, el sol y la luna tuvieron descendencia, siendo uno de ellos el primer inca, Manco, quien se dirigió a Cusco a levantar el Imperio Inca. A margen de las creencias, no cabe duda de que el valor natural de este ecosistema de agua e islotes es incalculable. Puno es el punto de partida para gran parte de las excursiones al lago Titicaca, así como su Reserva Nacional y sus islas. Merece la pena caminar por las calles del centro histórico de Puno para descubrir la mezcla de arquitectura típicamente andina con la colonial. Déjate conquistar por su Plaza de Armas, la Catedral, la Casa del Corregidor del siglo XVII, el Arco Deustua, el Parque Huasajpata o el Mirador del Cóndor. El Museo de Puno acoge muestras arqueológicas de la zona de extraordinario valor. En Puno florecieron civilizaciones como la Tiahuanaco, la Pukara y la Inca, y no te resultará complicado encontrar expresiones folclóricas de cada una de ellas.
Puno celebra las festividades de la Virgen de la Candelaria a principios de febrero. La Candelaria es la patrona de la ciudad y es, sin duda, la mayor fiesta de la ciudad. Siendo Puno la capital folclórica de Perú, no te resultará difícil disfrutar de un apretado programa de espectáculos musicales y de danza. El simbolismo, el arte y la cultura quechua y aymara encuentran su principal expresión durante estas fiestas. Los bailes autóctonos y las competencias por ofrecer el mejor show, los disfraces más intimidantes o las referencias folclóricas más emotivas están detrás de uno de los mejores festivales del continente.
La Ciudad Perdida de los Incas es uno de los vestigios arqueológicos más importantes del mundo. De junio a septiembre recibe diariamente la visita de unas mil personas. Pero a pesar de la afluencia masiva de turistas, el Machu Picchu consigue mantener su aire de grandeza y misterio. Es el grupo monumental incaico mejor conservado pero del que menos se sabe. Nunca fue saqueada por los españoles. No la encontraron y quedó abandonada a la naturaleza.
La mampostería ha soportado el paso del tiempo pero la función de las construcciones continúa siendo desconocida. Se especula con la posibilidad de que sirviera como lugar de culto. También con que sirviera para observar las estrellas o que fuera la residencia de Pachacútec, el noveno Inca. Destaca la Intihuatana, una piedra utilizada para localizar la posición del sol durante los solsticios, el Tempo del Sol, el único edificio circular del yacimiento, y la Plaza Sagrada, flanqueada por el templo de las Tres Ventanas, la Casa del Sacerdote y el Templo Principal. La construcción de las todas estas estructuras implica una gran maestría, ya que están compuestas de numerosos bloques de piedra poliédricos unidos perfectamente sin argamasa.
A parte de los indígenas quechuas, nadie sabía de la existencia del lugar hasta que el historiados estadounidense Hiram Bingham lo encontró por casualidad en 1911. Bingham buscaba la ciudad perdida de Vilcabamba, el último bastión de los incas, y pensó que la había encontrado en Machu Picchu. Ahora se sabe que las ruinas de Espíritu Pampa, mucho más al interior de la selva, son en realidad los restos de Vilcabamba.
El plan de viaje a tu alcance
- Sin comidas
- Lima
- Desayuno y cena menú.
- Nazca
- Desayuno y cena menú.
- Paracas
- Desayuno.
- Lima
- Navegación Islas Ballestas
- Desayuno
- Lima
- Panorámica de Lima
- Panorámica Huaca Pucllana
- Desayuno
- Arequipa
- Visita a pie de la ciudad de Arequipa
- Desayuno y cena menú.
- Chivay
- Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca
- Desayuno.
- Puno
- Visita de la Cruz del Cóndor
- Desayuno y almuerzo.
- Puno
- Visita del Lago Titicaca: Islas de los Uros y Taquile
- Desayuno y almuerzo
- Cuzco
- Visita de Pukará, Raqchi y Andahuaylillas
- Desayuno
- Cuzco
- Panorámica de Cuzco
- Ruinas Aledañas a Cuzco
- Desayuno y cena
- Valle Sagrado
- Visita del mercado y las ruinas de Pisac y fortaleza de Ollantaytambo
- Desayuno
- Machu Picchu
- Cuzco
- Visita de la Ciudadela de Machu Picchu
- Desayuno
- Cuzco
- Según itinerario
- Ho Chi Minh
¿Quieres saber más de Perú ?
Perú es uno de los países más ricos en términos gastronómicos de todo el mundo. Tanto su cocina como su producción agrícola o su pesca, han conseguido adquirir fama internacional debido a su diversidad y calidad. Los platos más típicos del país con el ceviche, el anticucho, el cuy, el caldo de gallina o el choclo con queso entre muchos otros. Y es que por algo dicen que Perú es un país que enamora a través de los 5 sentidos.
Perú se ha ido adaptando en los últimos años a su creciente nivel de turismo y la oferta de productos artesanos y compras típicas es una buena prueba de ello. Por supuesto, Lima continúa siendo el punto con más tiendas de todo tipo y mayor número de posibilidades, pero por lo general, cualquier excursión supone una buena oportunidad para comprar un recuerdo.
El pisco es el licor regional y uno de los souvenirs más típicos junto a la ropa hecha de vicuña o las pequeñas artesanías regionales.
•1 de enero: Año Nuevo.
•Marzo / Abril: Semana Santa con los festivos de Jueves y Viernes Santo y el Domingo de Resurrección.
•1 de mayo: Día del trabajador.
•24 de junio: Inti Raymi (Fiesta Inca del Sol).
•29 de Junio: Fiesta de San Pedro y San Pablo.
•28 y 29 de julio: Festividad de la Independencia Nacional.
•30 de agosto: Santa Rosa de Lima.
•8 de octubre: Celebración de la Batalla de Angamos.
•1 de noviembre: Día de todos los Santos.
•8 de diciembre: Día de la Inmaculada Concepción.
•25 de diciembre: Navidad.
En la capital del país es fácil encontrar clínicas abiertas las 24 horas en las que se ofrece cualquier tipo de atención primaria o de urgencia al paciente, quien además de incorporar seguro médico, en ciertos casos deberá abonar un plus en efectivo. En el caso de las poblaciones rurales, los servicios suelen ser mucho más básicos.
Las farmacias cuentan con la mayoría de los medicamentos presentes en otros países, pero siempre es más aconsejable comprarlos en zonas urbanas y a poder ser, en Lima. Los productos ofrecidos en las farmacias que pueden encontrarse en núcleos urbanos pequeños como algunos pueblos, pueden no ser de fiar.
El clima en Perú se caracteriza por una rica diversidad, producto de la extensión de su territorio y sus diferentes formas de relieve. De este modo, distinguimos principalmente entre el clima costero, un clima árido y templado caracterizado por la humedad y con temperaturas que habitualmente superan los 30ºC; el clima de la cordillera, con dos estaciones principales a lo largo del año.
La temporada seca abarca desde abril a octubre y constituye la mejor época para visitar la zona. Y por último, el clima tropical de la selva, también con dos estaciones claramente diferenciadas y una alta humedad durante todo el curso.