Perú: Lima, Paracas, Cuzco y Machu Picchu
- Duración
- 10 días
- Tipo de circuito
- Gran Viaje
Una aventura para dejarte conquistar por el ritmo peruano, su música, sus paisajes y sus gentes. Pero también por su historia. Cada paso, desde Lima hasta Cuzco, desde la costa hasta los ríos de alta montaña, es un paso lleno de cultura.
“Lejos de todo y en medio de una belleza salvaje. La naturaleza y la obra se complementan de manera perfecta en Machu Picchu, como si una hubiera sido hecha para la otra.”
El viajero que se acerca a Perú corre un peligro: el de llegar con ideas preconcebidas. Un pueblo que conserva ruinas pre-incaicas, que mira al sol cara a cara en el Machu Picchu y que conserva la elegancia de la época colonial no puede parecerse a nada que hayas conocido. El mismo error cometería quien pretendiera entender todo lo que dicen los peruanos simplemente por saber español. El peruano usa tantos giros y expresiones propias como único es su gusto al cocinar alimentos del mar. Lo mejor que puedes hacer en Perú es preguntar, observar y aprender.
Emociones nuevas en tu viaje
¿Te gusta el marisco y los productos del mar? Los peruanos se sienten especialmente orgullosos de un plato al que llaman Ceviche. Fue declarado Patrimonio Cultural de la Nación por el Instituto Nacional de Cultura (INC) peruano.
Como podrás comprobar, en Perú hasta la comida habla de cultura. A este plato de pescado marinado los españoles aportaron dos ingredientes: cebolla y naranja. Una buena metáfora de la historia de Perú. Otro plato famoso son las Papas (patatas) a la Huancaina, con salsa picante de cacahuete. Causa es más suave: patatas, crema de queso y avocados. Y si lo que te va es el dulce, prepárate para un Suspiro Limeño. ¿Quién sabe por qué le dieron ese nombre? Te dará energía para uno de los días de más ejercicio.
Los incas comían pescado macerado en “chicha”, una bebida elaborada con maíz malteado. Su origen se remonta a la época pre-incaica. En cuanto al “ceviche”, muchos han visto en el mismo nombre la influencia de la cultura quechua (svichi) y la cultura morisca (seivech). Si vas a un restaurante, puedes encontrar Ceviche, Cebiche o Seviche. Son tres maneras de escribirlo, pero se refieren al mismo plato.
La catedral es la iglesia más grande y más antigua de Lima. Según costumbre de la época, fue construida sobre un antiguo templo de la cultura prehispánica Ichma.
Su diseño inicial fue renacentista, del arquitecto español Francisco Becerra. Pasaron los años por sus muros, y el arte barroco también emigró al Perú y se estableció en los altares de este templo. Posteriormente, algunos fueron sustituidos por piezas de estilo neogótico. Es decir, un edificio que puede recordarte a muchos similares en España. Es una mezcla abigarrada de estilos: gótico tardío, el renacentista hasta el barroco y plateresco. El resultado es una conjunción de arquitectura, escultura y pintura; lo más diametralmente opuesto al minimalismo. Y todo eso, habiendo soportado nueve terremotos. No te pierdas la sillería del coro: una obra maestra de madera. También te puede interesar la vitrina con reliquias de Juan Pablo II, que visitó Perú en dos ocasiones: 1985 y 1988.
¿Quién colocó la primera piedra de la Catedral de Lima? Francisco Pizarro, en 1535. Aquella primera catedral fue construida íntegramente en adobe. Lo que no se supo hasta el s. XX es que su tumba se encontraba escondida en el interior de la catedral. La encontraron de modo fortuito unos obreros, mientras trabajaban en la remodelación de la capilla, en 1977. Hubo una investigación para determinar si realmente se trataba de los restos de Francisco Pizarro. Ocho años después del hallazgo, la tumba se instaló en su actual capilla, que está decorada con un magnífico mosaico veneciano.
Como te puedes imaginar, es muy difícil construir un telesquí mecanizado en una duna de arena. Por eso, cuando vayas a Paracas, atravesarás el desierto en un vehículo 4x4 bastante curioso, que probablemente nunca hayas visto en Europa.
Prepara tu cámara para hacer fotos durante el recorrido y para contemplar el desierto, sus formas ondeadas, sus contrastes de sol, su cielo... ¿Hace falta ser un profesional para hacer descenso de dunas? Respuesta: tanto como para bajar en trineo por una ladera nevada… Para los menos atrevidos hay dunas más pequeñas, de unos 15 metros, por las que pueden bajar hasta que cojan confianza. Lo del estilo ya es otra cosa: puedes sentarte en la tabla, tumbarte o bajar de pie, si eres un “surfero” de mar. Las dunas más altas tienen unos 50 metros. Te harán falta gafas de sol, protección solar y puede que un cortavientos. ¿Ya te has convertido en un fan del “sandboard”? La ventaja es que las dunas están disponibles durante todo el año, ¡algo que no pasa con la nieve!
El “sandboarding” es un deporte que se está poniendo de moda en muchos lugares del mundo. Perú y Australia son algunos de los lugares donde está más arraigado. Se dice que empezó a practicarse en Egipto y China, hace más de mil años. La tabla de sandboard es mucho más dura que una tabla de snowboard, porque la arena erosiona más que la nieve. Está hecha de formica o laminex. Para atenuar el rozamiento, la tabla se encera antes del descenso.
Si paseas por la Plaza Mayor de Lima a las 12 del mediodía, verás un espectáculo que quizás no esperabas de Lima. Se trata del cambio de guardia en el Palacio de Gobierno.
Es una ceremonia castrense en la que participan Fuerzas Armadas y Policía Nacional. Los domingos, la guardia luce en todo su esplendor, la banda lleva un ritmo enérgico y solemne, y la guardia se entretiene en sus idas y venidas. Es una experiencia de emoción patriótica; la gente prorrumpe en aplausos y hay quienes no pueden esconder alguna lagrimilla. Los que menos siguen con un tamborileo de pies el ritmo de la música. El escenario de todo esto es el Palacio de Gobierno, también llamado Casa de Pizarro. Es la sede del poder ejecutivo en Perú. La fachada principal es de estilo neobarroco; la fachada lateral es neoplateresca.
El interior del Palacio de Gobierno consiste en un conjunto de habitaciones y salones creados para ceremonias de protocolo. El Salón Dorado, entre otros, fue edificado siguiendo el modelo de los salones del Palacio de Versalles en Francia.
Muchos niños aprenden desde pequeños a bailar la Marinera, el baile tradicional peruano por excelencia. Los concursos reúnen año tras año a familias enteras, durante horas y horas. Es un baile de pareja, que representa una escena de enamoramiento, o cómo el hombre intenta conquistar a la mujer, mientras que ella se resiste y coquetea. Los instrumentos que destacan son trompetas, platillos y tambores. Los trajes de las chicas son espectaculares, de colores muy vivos, llenos de volantes y encajes.
¿Cuál es el origen de esta danza nacional? Esa pregunta ha causado y sigue causando polémica entre defensores del hispanismo y del indigenismo. La realidad es que la marinera se baila en todo el país, aunque el estilo varía en cada región. Si ves una marinera, no puedes negar que se trata de una fusión de culturas. La mezcla se aprecia en la vestimenta, en los instrumentos, en los ritmos musicales y en los pasos de los bailarines. Si vienes de Europa, puedes identificar trazos de la jota aragonesa o del minué. Pero un peruano te podría demostrar que la marinera también tiene mucho de “huayno” y de “zamacueca”. Lo mejor es que la disfrutes y te dejes conquistar por su elegancia.
La corriente peruanista sostiene que la Marinera es un baile exclusivamente peruano. Argumentan que su origen está en la zamacueca, una danza cuyo nombre proviene del quechua “zawani” y que significa baile del día de descanso. “Zamiquiqui” era precisamente el descanso del campesino tras seis días de intenso trabajo. En 1986, la Marinera fue declarada fueron declaradas Patrimonio Cultural Inmaterial por el Instituto Nacional de Cultura del Perú (INC), en todas sus variantes de coreografía y música y en todas sus localizaciones geográficas.
Para muchos, es esencial que la bailarina de marinera vaya descalza, como las campesinas norteñas del siglo XIX. Además, tienen que sonreír todo el rato sin mostrar ninguna incomodidad. Las bailarinas profesionales tienen las plantas de los pies cubiertas de durezas.
En medio de las montañas, a casi 2.430 metros de altitud, se erige Machu Picchu, la obra más importante dejada por los incas. Las ruinas de esta ciudad son una de las Siete Maravillas del Mundo, y dejan sin palabras a todos los viajeros, sin excepción. Es una ciudad en las nubes que se enmarca en uno de los paisajes más espectaculares del mundo. A la sombra de las montañas Machu Picchu y Huayna Picchu, esta ciudadela megalítica deja a todos perplejos, no solo por su belleza, sino también por la complejidad de la construcción en un sitio tan inaccesible. Hay muchos misterios alrededor de Machu Picchu, por ejemplo, cómo pudieron trasladar los bloques de piedra hasta esa montaña tan alta. A nadie le puede extrañar que haya sido declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco y una de las nuevas Siete Maravillas del mundo moderno.
Muchos arqueólogos creen que Machu Picchu fue un refugio de verano para el emperador y su familia. Rodeado de bosque tropical de montaña, debió de ser la creación urbana más ambiciosa del Imperio Inca. Las construcciones que la componen son paredes enormes, terrazas y caminos, que se integran con gran armonía en el paisaje natural. La ciudad tiene una edad de más de 500 años, pero se mantiene en muy buenas condiciones. El asentamiento se divide en dos zonas muy claras. Por un lado, está la agrícola: un conjunto de grandes escalones construidos en la ladera de la montaña que facilitan el drenaje de las lluvias y evitan el desplome de los edificios por el corrimiento de tierras. Además, en estos departamentos, gracias a un sistema de riego primitivo, se podían cultivar alimentos para abastecer a la población de Machu Picchu. Por otra parte, encontramos la zona urbana. En ella el viajero puede pasear e imaginar el día a día de los incas en la ciudad. A lo largo de ella se encuentran residencias, templos, talleres, cocinas, plazas…
Durante cientos de años, la existencia de esta mágica ciudadela era un secreto conocido solo por los campesinos de aquellos contornos. Un profesor de Historia en la Universidad de Yale descubrió el lugar en 1911. Fue un niño de la región de Mandorpampa quien le guió hasta las ruinas. El profesor pensó que era el lugar donde los Incas se establecieron después de perder su territorio. Sin embargo, la verdadera Vilcabamba fue descubierta años después.
Las Islas Ballestas, ubicadas dentro de una reserva protegida, solo son accesibles en botes dirigidos por guías profesionales.
Las Islas Ballestas situadas en pleno océano Pacífico, muy cerca de la costa de Paracas, en el sur de Perú, es un lugar perfecto para todos aquellos que amen la naturaleza y les guste avistar animales autóctonos de la zona. También conocidas como las “Mini Galápagos”, las islas son el hogar de muchísimas especies, muchas de ellas en peligro de extinción, como el pingüino Humblot. También se puede disfrutar de los lobos marinos y miles de aves que cada año se asientan en las formaciones rocosas, ya que hay muchos peces con los que alimentarse. El mejor momento para visitar las islas es por la mañana, cuando el sol no es demasiado fuerte. Durante el viaje a las islas, verás una enorme escultura en la ladera de la montaña. Lo llaman el Candelabro, aunque otros dicen que representa a un pájaro con las alas desplegadas. Entre las islas y el continente, hay un constante vaivén de aves. Eso sí, toda esta vasta y rica naturaleza solo se podrá disfrutar desde la distancia, ya que al ser una zona protegida nadie se puede bañar en sus aguas ni tocar a los animales, así que prepara la cámara y los ojos bien abiertos para no perderte el espectáculo animal de esta zona.
El rico ecosistema de las Islas Ballestas tiene uno de sus focos en una corriente marina: Humblot. Esta es la encargada de traer aguas del fondo del océano: limpias, frías y cargadas de nutrientes. Y gracias a este movimiento de corrientes marinas, el agua llena de nutrientes, hacen de este lugar una zona idónea para que miles de especies marina, aves y mamíferos merodeen por las islas y hagan de ésta su hogar para vivir, reproducirse y morir.
Miraflores se encuentra en una colina sobre el océano. Es un centro cultural, con restaurantes, tiendas, teatros, cines y galerías de arte. Pero muchos consideran que su mayor valor siguen siendo las vistas al Pacífico.
Si eres de esos, prepárate para disfrutar de sus 10 kilómetros de malecón. También puedes buscar uno de los caminos que conducen hasta la playa. Vale la pena pasear por el Parque De Amor, con sus azulejos de colores que serpentean en las curvas de sus caminos. Algunos días, sobre todo los fines de semana, hay exposiciones de arte o mercadillos en el Parque Kennedy, la plaza central de Miraflores. Ademas cuenta con una obra importante para los amantes de la historia, en concreto de la época pre-inca. Se trata de Huanca Pucllana. La sensación es muy curiosa, cuando te encuentras con una pirámide de piedra, labrada de manera tosca, en medio de un escenario de edificios modernos
Este distrito jugó un papel importante durante la Guerra del Pacífico. Esta guerra (1879 a 1884) se libró debido a las reclamaciones de Chile sobre el desierto de Atacama, un territorio de la costa de Bolivia. Por su actuación en la Batalla de Miraflores, el distrito obtuvo el reconocimiento de “Ciudad Heroica”. Perú, aliado de Bolivia, perdió la guerra contra Chile, y este ganó para sí una tierra rica en recursos.
El plan de viaje a tu alcance
- Sin comidas.
- Lima
- Desayuno.
- Lima
- Panorámica de Lima
- Desayuno.
- Paracas
- Aventura en buggy
- Desayuno.
- Lima
- Navegación Islas Ballestas
- Desayuno.
- Cuzco
- Desayuno.
- Cuzco
- Panorámica de Cuzco
- Desayuno. Comida.
- Valle Sagrado
- Visita del mercado y las ruinas de Pisac y fortaleza de Ollantaytambo
- Desayuno. Comida.
- Machu Picchu
- Visita de la Ciudadela de Machu Picchu
- Desayuno.
- Cuzco
- Desayuno.
- Lima
- Lima
¿Quieres saber más de Perú ?
Perú es uno de los países más ricos en términos gastronómicos de todo el mundo. Tanto su cocina como su producción agrícola o su pesca, han conseguido adquirir fama internacional debido a su diversidad y calidad. Los platos más típicos del país con el ceviche, el anticucho, el cuy, el caldo de gallina o el choclo con queso entre muchos otros. Y es que por algo dicen que Perú es un país que enamora a través de los 5 sentidos.
Perú se ha ido adaptando en los últimos años a su creciente nivel de turismo y la oferta de productos artesanos y compras típicas es una buena prueba de ello. Por supuesto, Lima continúa siendo el punto con más tiendas de todo tipo y mayor número de posibilidades, pero por lo general, cualquier excursión supone una buena oportunidad para comprar un recuerdo.
El pisco es el licor regional y uno de los souvenirs más típicos junto a la ropa hecha de vicuña o las pequeñas artesanías regionales.
•1 de enero: Año Nuevo.
•Marzo / Abril: Semana Santa con los festivos de Jueves y Viernes Santo y el Domingo de Resurrección.
•1 de mayo: Día del trabajador.
•24 de junio: Inti Raymi (Fiesta Inca del Sol).
•29 de Junio: Fiesta de San Pedro y San Pablo.
•28 y 29 de julio: Festividad de la Independencia Nacional.
•30 de agosto: Santa Rosa de Lima.
•8 de octubre: Celebración de la Batalla de Angamos.
•1 de noviembre: Día de todos los Santos.
•8 de diciembre: Día de la Inmaculada Concepción.
•25 de diciembre: Navidad.
En la capital del país es fácil encontrar clínicas abiertas las 24 horas en las que se ofrece cualquier tipo de atención primaria o de urgencia al paciente, quien además de incorporar seguro médico, en ciertos casos deberá abonar un plus en efectivo. En el caso de las poblaciones rurales, los servicios suelen ser mucho más básicos.
Las farmacias cuentan con la mayoría de los medicamentos presentes en otros países, pero siempre es más aconsejable comprarlos en zonas urbanas y a poder ser, en Lima. Los productos ofrecidos en las farmacias que pueden encontrarse en núcleos urbanos pequeños como algunos pueblos, pueden no ser de fiar.
El clima en Perú se caracteriza por una rica diversidad, producto de la extensión de su territorio y sus diferentes formas de relieve. De este modo, distinguimos principalmente entre el clima costero, un clima árido y templado caracterizado por la humedad y con temperaturas que habitualmente superan los 30ºC; el clima de la cordillera, con dos estaciones principales a lo largo del año.
La temporada seca abarca desde abril a octubre y constituye la mejor época para visitar la zona. Y por último, el clima tropical de la selva, también con dos estaciones claramente diferenciadas y una alta humedad durante todo el curso.