
Estados Unidos: Alaska
- Duración
- 12 días
- Tipo de circuito
- Gran Viaje


El frío es soportable en la época del año para la que se ha programado este viaje al centro y sur de Alaska, uno de los dos únicos Estados (junto a Hawái) de EEUU que no limita con otro miembro de la Federación. Este será un viaje tranquilo pero repleto de escenarios irrepetibles, de baño de una naturaleza poco afectada por el hombre, y de conocimiento de la historia de un país ubicado en un punto geoestratégico del mapa imprescindible para las grandes potencias mundiales lo que ha forjado el carácter de su pueblo.
Alaska nos ofrecerá su versión más genuina por tierra y por mar
Los espacios son muy abiertos en Alaska y en estas vacaciones lo vamos a poder comprobar. Parques Naturales como Denali, Fairbanks y su entorno o Wrangell-St. Elias serán algunas muestras de ello. Pero también conoceremos Alaska en distancias más cortas: a bordo del tren de vapor que sigue la ruta de la Fiebre del Oro, o visitando el Museo del Hielo. En el mar, nos espera un crucero que zarpará desde Valdez desde el que podremos contemplar el paso de orcas, marsopas y leones marinos por las aguas del tramo más frío del océano Pacífico, ya junto al mar de Bering. Si a todo ello le sumamos la visita a uno de los pueblos de Santa Claus, sólo podemos esperar unas vacaciones redondas.
Emociones nuevas en tu viaje
El Alaska Wild Berry Products es el escondite ideal para pasar un buen rato a cualquier hora del día, pero se sugiere la de la merienda. Es una original fábrica de chocolate en un establecimiento en el que dan la bienvenida dos osos tallados en madera a las puertas del local. Tiene la que dicen que es la cascada de chocolate más grande del mundo, pero además de chocolate podremos probar mermeladas hechas con frutas típicas de Alaska como la grosella o la frambuesa.

Es un lugar ideal, ya que además está en nuestra última parada del viaje para comprar diferentes souvenirs en forma de camisetas, chaquetas, gorras o comida. Con compra o sin ella, una buena taza de chocolate en un lugar tan singular y genuino es una experiencia que no debe dejarse de lado cuando visitemos la ciudad de Anchorage.
Siberia está realmente cerca de Alaska. Tan sólo las separa el Mar de Bering, por el que transitan en migración todo tipo de especies marinas en busca de aguas más cálidas. Lo primero que encuentran son las del pacífico norte frente a la costa de Alaska. En este viaje, el crucero programado permite una de las grandes experiencias que se pueden vivir en la zona: navegar cerca de las orcas y los leones marinos.

En la prensa local se han escrito crónicas que hablan de esporádicos ataques de orcas blancas a los pescadores que faenan en el mar de Alaska en busca de fletán, halibut o bacalao negro. Muchas de esas crónicas acaban deduciendo que no es un ataque de la orca al ser humano sino un simple robo de las capturas. La orca blanca es la más común en la zona
Podremos emular en este viaje a los cientos de miles de norteamericanos que a finales del XIX y en plena crisis económica creyeron que el descubrimiento de oro en Alaska resolvería su futuro. La historia de la Fiebre del Oro de Alaska se revive transitando por aquellos parajes a través de un tren de vapor de la época y contemplando en directo como se realiza el dragado del oro, con el mismo sistema que hace siglo y medio. Quizás tengamos suerte y encontremos alguna pepita ya que aún se producen hallazgos en la actualidad.

En el año 1.883 el conocido experto en prospecciones Ed Schieffelin encontró varios depósitos de oro en el río Yukón. Más tarde sucedió lo mismo en el río Klondike. Se corrió la voz y ahí sí se desató la auténtica Fiebre del Oro en Alaska. Entre los años 1.897 y 1.898, 100.000 personas intentaron llegar a los yacimientos. Una auténtica estampida, aunque sólo unos 40.000 lograron llegar hasta ellos.
Pasan los años y no cesa el número de viajeros que viaja a esta zona del mundo en busca de presenciar la aurora boreal, que es ver el cielo teñido de colores con predominio de un verde muy intenso además de amarillo y rosado. Por su cuenta, en un tour o alojados en una cabaña protagonizan un peregrinaje que suele acabar con la suerte de poder observarla. Las autoridades de Fairbanks aclaran que la intensidad de la aurora boreal varía en función de la hora de la noche y que es más intensa cuando más cerca estamos de la madrugada.
La localización de Fairbanks, dentro del conocido como Óvalo Auroral, y su cielo claro, son algunas de las razones por las que los viajeros escogen esta ciudad para intentar ver, fotografiar y grabar la conocida aurora boreal. Si queremos dedicar alguna noche a esta experiencia durante el viaje conviene llevar un trípode, ropa cómoda, baterías extras y una linterna. Lo demás lo hará el cielo de Alaska.
El plan de viaje a tu alcance
- Sin comidas.
- Anchorage
- Desayuno.
- Denali
- Museo de Historia de Talkeetna
- Desayuno.
- Fairbanks
- Parque Nacional de Denali
- Desayuno.
- Fairbanks
- Museo del Hielo
- Museo del Norte
- Gold Dredge 9, la historia de la Fiebre del Oro
- Desayuno.
- Tok
- North Pole
- Desayuno.
- Valdez
- Desayuno. Comida.
- Valdez
- Desayuno.
- Palmer
- Granja de bueyes almizcleros
- Desayuno.
- Seward
- Museo Seward
- Desayuno.
- Anchorage
- Panorámica de Anchorage
- Museo de Anchorage
- Desayuno.
- Anchorage
- Sin comidas.
- España
¿Quieres saber más de Alaska?
El salmón y el bacalao están muy presentes en la gastronomía de Alaska. Es conocida la gran variedad de platos que saben elaborar las familias en sus casas con estos dos pescados. Uno de sus platos estrella es la sopa de pescado. Se trata de una especie de consomé espeso compuesto por diferentes peces y algunos mariscos como las gambas y las almejas. Se sirve muy caliente y es ideal para combatir el frío.
En Alaska también se come carne de ballena y su parte más sabrosa es la de la cola. No obstante, la carne que más se utiliza para los guisos y hamburguesas es la carne de alce.Encontraremos artículos tradicionales y motivos tribales en cualquiera de los museos que vayamos a visitar. Para compras más ortodoxas, Anchorage es la ciudad con más oferta comercial.
El Día de Alaska se celebra cada 30 de marzo para conmemorar el aniversario de la compra del Estado por parte de Estados Unidos, En enero se celebra el Año Nuevo. Pero, además, el tercer lunes de este mes, EE UU celebra el día de Martin Luther King, en el que los lugareños recuerdan las injusticias contra las que luchó. En este evento el acto principal es el discurso del presidente de la nación. En este caso de Donald Trump.
El tercer lunes del mes de febrero se celebra el día de los presidentes de Estados Unidos, con el objetivo de rendir homenaje a todos dirigentes que ha tenido el país.
La fiesta de San Patricio se celebra en marzo. Fue la comunidad irlandesa residente en Estados Unidos la que arrancó con este evento. Actualmente, los estadounidenses se visten de color verde y en algunas ciudades se realizan desfiles.
El 4 de julio es otra de los acontecimientos a destacar. Este día marca la firma de la Declaración de Independencia en el año 1776 de los Estados Unidos, momento en que el país proclamó su separación formal de Gran Bretaña. Esta fiesta es muy alegre y se celebran actividades al aire libre, como por ejemplo desfiles y espectáculos de fuegos artificiales.
En noviembre se celebra Acción de gracias. Los habitantes se reúnen en las casas de los amigos o familiares con la intención de disfrutar de una buena comilona y dar las gracias. El plato principal es el pavo asado y horneado relleno de pan de maíz y salvia. También durante este mes se celebra Halloween. Ésta vuelve a ser una fiesta importada de los inmigrantes irlandeses a mediados del siglo XIX.