Costa Rica: Costa Rica Indispensable y Guanacaste
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Costa Rica: Costa Rica Indispensable y Guanacaste
- Duración
- 10 días
- Tipo de circuito
- Gran Viaje
La mejor manera de quedarnos prendados de los encantos de Costa Rica es disfrutar al máximo de nueve días de intenso recorrido por sus principales puntos de interés. Desde el momento en que aterricemos en el aeropuerto internacional Juan Santamaría, más nos vale tener la cámara de fotos siempre a mano, porque en nuestro recorrido vamos a contemplar paisajes espectaculares. Nuestra ruta nos llevará al este atravesando los sensacionales parajes de la Cordillera Central y las llanuras que le siguen hasta llegar al mar, donde nos espera el lugar donde, desde hace siglos, las tortugas marinas entierran sus huevos en la arena. Este fabuloso momento que cada año alberga el Parque Nacional Tortuguero es uno de los espectáculos naturales más excepcionales del mundo. Vamos a poder contemplarlo in situ en una reserva natural húmeda con una enorme riqueza natural que nos brindará algunas de las mejores fotos de nuestro viaje. Podremos caminar por la jungla, hacer una agradable travesía por los canales que conectan las diversas zonas del parque… ¡Tendremos mil opciones para descubrir una región única!
“Casi todas las especies de tortugas marinas del mundo acuden desde hace siglos al Parque Nacional Tortuguero para enterrar sus huevos en la arena”
Y del mar volveremos a la montaña atravesando paisajes de gran belleza y pintorescos pueblos hasta llegar a la vera de uno de los grandes atractivos de Costa Rica, el Volcán Arenal. Después de siglos dormitando, despertó de golpe en 1968 y desde entonces se ha mantenido activo. De hecho, es probable que podamos ver la lava caer por una de sus laderas, especialmente de noche, cuando mejor se observa el brillo del material incandescente. Bajo la vigilancia de este gigante humeante podremos escoger entre una larga lista de opciones para disfrutar de deportes de aventura, excursionismo, etc. Y para concluir nuestra ruta por los lugares indispensables de Costa Rica, no podíamos perdernos algunas de sus mejores playas. Para ello, cerraremos el recorrido en la región de Guanacaste, donde el Océano Pacífico nos espera con aguas cristalinas, extensas playas de arena y una enorme riqueza natural en los alrededores.
Emociones nuevas en tu viaje
El Parque Nacional Tortuguero es famoso en todo el mundo porque acoge a varias de las especies de tortugas marinas de las que hay en el mundo. Sus playas albergan cada año, desde febrero a noviembre, un maravilloso espectáculo de tortugas hembra dejando sus huevos en la orilla dos semanas después del apareamiento.
Las tortugas anidan cada dos o tres años y hasta diez veces por temporada, dependiendo de la especie. Guiadas por su instinto, normalmente vuelven a la playa donde nacieron, por eso la costumbre de dejar sus huevos en Tortuguero se mantiene inalterable desde hace siglos. La tortugas hembra –el macho pasa toda su vida en el mar- excava en la arena un agujero para esconder decenas de huevos y lo tapa para dejarlos allí protegidos entre 45 y 70 días. De hecho, a veces cava otros agujeros para despistar a los depredadores. Cuando las pequeñas tortugas, del tamaño de la palma de una mano, salen del huevo, van todo lo rápido que pueden al agua en grupos reducidos para evitar la deshidratación y el ataque de otros animales. Se puede contemplar este espectáculo de febrero a noviembre, aunque la mejor época es a finales de julio y todo agosto, cuando se desova y se ve salir a las crías del cascarón.
Para ver las tortugas tenemos que ir acompañados de un guía y debemos seguir una serie de normas: no podemos llevar cámara de fotos o vídeo ni linternas en la playa. Y es recomendable vestir ropa oscura.
Tortuguero es una de las regiones más húmedas de Costa Rica, con lluvias anuales de hasta 6000 mm en la parte norte del parque y sin estación seca como tal, lo que la convierte en un verdadero paraíso acuático. Esto provoca que la mejor manera para descubrir toda su riqueza sea montarnos en un barco y observar desde el agua decenas de especies animales y vegetales.
De hecho, posiblemente será más sencillo tener contacto con la fauna local desde el agua que en tierra. Resulta sencillo ver nutrias, caimanes, monos aulladores, arañas y titíes, además como tucanes, oropéndolas, jacamaras y otras aves acuáticas. Desde el barco, podremos contemplar tranquilamente los 11 ecosistemas que albergan estos casi 200 kilómetros cuadrados de reserva, desde plantaciones de palmeras de rafia hasta zonas pantanosas. Ahora bien, si preferimos una opción más activa, siempre podemos subirnos a una canoa y remar por los canales. De hecho, existen cuatro rutas acuáticas en el parque para moverse en kayak, canoa u otra embarcación similar.
Los canales de Tortuguero se construyeron para conectar las lagunas naturales y los meandros de los ríos y permiten, desde 1969, la navegación por el interior entre Puerto Limón y los pueblos costeros en barcos en vez de piraguas, como sólo sucedía hasta entonces.
Cuenta la leyenda que Parismina fue fundado por una mujer embarazada llamada Mina que viajaba por el litoral caribeño. Cuando se puso de parto, su compañero le dijo “Aquí pares, Mina”, y de ahí salió el nombre de este coqueto pueblo con ambiente de isla aislada.
Además del innegable atractivo de su tranquilidad, Parismina cuenta con dos grandes alicientes para el viajero: la posibilidad de ver en directo el desove de varias especies de tortugas marinas y la opción de pescar imponentes tarpones y róbalos blancos. Los amantes de la pesca deportiva tienen una cita casi durante todo el año, porque la temporada del tarpón se extiende desde enero hasta mediados de mayo, mientras que el róbalo blanco se pesca todo septiembre y noviembre. Por su parte, las tortugas laúd anidan entre finales de febrero y principios de octubre, la verde arranca en junio y tiene la temporada alta en julio y agosto, y la carey –menos abundante- se puede avistar entre febrero y septiembre.
Parismina no tiene bancos, ni cajeros automáticos ni carreteras –de hecho, sólo se puede llegar por mar-. Y aunque tiene agua potable y electricidad, no se aceptan tarjetas de crédito, así que conviene llevar dinero en efectivo.
Una advertencia: será difícil que podamos contemplar uno en libertad. Pero no perdemos nada por intentarlo, porque verlos sería una experiencia absolutamente espectacular. Hablamos de los seis miembros de la familia de los felinos que habitan en Costa Rica.
Los tenemos distribuidos por todo el país, tanto en humedales como en los páramos alpinos, desde el Parque Nacional Corcovado hasta el Parque Nacional Tortuguero o la zona de Guanacaste. Todos ellos están amenazados y por eso, en otras razones, son difíciles de avistar. Además, hay que tener en cuenta que son muy sigilosos y que están excelentemente camuflados en las zonas donde viven. Las seis especies varían notablemente en tamaño y color: cuatro tienen manchas en el pelaje (jaguar, ocelote, caucel y oncilla) y las otras dos (jaguarundí y puma) tienen el pelo liso. Para observarlos, hay que tener en cuenta que se manejan mejor entre las ramas de los árboles que en el suelo.
De entre las seis especies de felinos costarricenses, el jaguarundí es el más fácil de localizar en la zona de Santa Rosa. Con el margay y el caucel también tendremos más opciones en el Parque Nacional Corcovado. Para el jaguar, el ocelote y el puma tendremos que tener mucha buena suerte.
Unos dicen que se parece a una morsa sin colmillos. Otros lo asemejan a un elefante porque observan algunas similitudes faciales y porque tienen una dieta similar, además de pertenecer al exclusivo grupo de cuatro especies de mamíferos de mar. Pero al final, los manatíes son una especie única y particular, que después de años muy amenazada está empezando a recuperarse, especialmente en la zona del Parque Nacional Tortuguero.
Habita en lagunas y hábitats costeros y necesita comer mucha vegetación cada día para sobrevivir. Tiene un color marrón grisáceo, con aletas delanteras y cola en forma de pala. Tienen fama de contar con un excelente oído, pero para los sonidos de alta frecuencia, como sus agudos gritos, así que conviene acercarse en silencio para tener opciones de contemplarlos de cerca. Lamentablemente, esto también significa que los manatíes son vulnerables a las colisiones con barcos a motor. El mejor lugar para localizar manatíes son los sopladeros, profundas hondonadas cercanas a la costa donde se esconden a la espera de la marea alta.
Comer tanta vegetación acuática tiene como consecuencia una enorme cantidad de desechos cada día. Se calcula que un manatí adulto puede procesar hasta 50 kilos de plantas al día. Por eso, la mejor manera de localizarlos es buscar sus excrementos flotando –son parecidos a los de los caballos- y los chorros casi continuos de burbujas flatulentas.
Una de las mejores y más cómodas maneras de explorar la rica zona del Arenal es adentrarse en el bosque caminando por los Puentes Colgantes del Arenal, situados a cuatro kilómetros de La Fortuna de San Carlos.
El recorrido se puede hacer por cuenta propia –aunque hay que pagar entrada- y se adentra en 250 hectáreas de bosque primario mediante senderos y catorce puentes colgantes sobre barrancos. La ruta, de algo más de tres kilómetros, es relativamente sencilla y está al alcance de casi todo el mundo. El recorrido está pegado al flanco montañoso y nos permitirá contemplar vistas de cada nivel de bosque nuboso tropical. Hay varias excursiones guiadas también que pueden resultarnos interesantes, como el tour de Historia Natural, el Tour de Observación de aves o la Cabalgata de Paco. Asimismo, se puede hacer el recorrido con un guía caminando por la noche a las seis de la tarde.
Para disfrutar de una jornada completa a la vera del Volcán Arenal podemos elegir entre una variada oferta de actividades.
Podemos comenzar en la plaza ajardinada que sirve de centro a La Fortuna de San Carlos mirando a la alta torre de la iglesia que tiene detrás una de las más impresionantes estampas de Costa Rica, el imponente Volcán Arenal. Desde allí, podemos recorrer el parque nacional que rodea al gigante humeante, activo desde 1968. Tiene una actividad constante pero variable en función de la temporada e incluso del día. Para recorrerlo debemos seguir los senderos que nos llevarán por un paisaje lunar de humeantes piedras y rocas de lava. Y más tarde, para completar la ruta, nada mejor que acercarnos hasta Tabacón para disfrutar de un baño caliente y relajante en las aguas termales que fluyen en forma de cascada desde la base del Volcán. Y una última cosa: cuando se haga de noche, debemos mirar al Volcán Arenal porque podemos tener la suerte de ver la lava brillante e incandescente caer por su flanco noroeste. Nos quedaremos con la boca abierta…
El propio Volcán Arenal nos lo advierte y los carteles lo subrayan: hay zonas de acceso prohibido por motivos de seguridad, aunque aparentemente no haya nada peligroso que nos llame la atención. No conviene saltarse este tipo de advertencias.
Una parte importante de los habitantes de Guanacaste se gana la vida como sabaneros (vaqueros) o bramaderos (llamados así por el robusto ganado bovino brahmán).
Los sabaneros montan sobre sillas decoradas con esmero y llevan a sus caballos con pasos marcados. De hecho, los guanacastecos sienten pasión por los caballos, como podremos comprobar en los topes: una mezcla entre rodeo del Oeste y feria ganadera. El sabanero y su caballo muestran su habilidad y resistencia con el animal andando sobre dos patas en un entorno de fiesta con puestos de comida, música y bebida. También se montan y torean toros, aunque no se sacrifican. En los topes también podremos disfrutar en directo de la danza tradicional de la región, conocida como punto guanacasteco, donde las mujeres bailan a ritmo rápido meneando sus bonitas faldas llenas de colores –como los que decoran los carros de bueyes- y los hombres las interrumpen para recitarles versos de cortejo.
Los topes se celebran con frecuencia en Guanacaste, así que sólo debemos preguntar cuándo y dónde es el próximo o fijarnos en los carteles colgados por la calle. Se suelen organizar durante los días festivos nacionales.
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La cocina costarricense es bastante sencilla, nada que ver con los complejos y variados platos de las cercanas México o Guatemala.
El desayuno típico es el gallo pinto, un plato de arroz salteado con frijoles servido con huevos, queso o natilla (crema de leche agria). Casi todos los restaurantes ofrecen un plato combinado para comer o cenar llamado casado, que es económico y sacia el apetito. Normalmente incluye carne, frijoles, arroz, ensalada y plátano frito. La comida no suele ir muy especiada, excepto en la zona del Caribe, donde las influencias jamaicanas se hacen notar. El pescado y el marisco suele ser de mucha calidad y muy fresco. Se suele hacer frito, a la parrilla o especiado (en el Caribe).
En Costa Rica podemos encontrar una gran variedad de posibilidades para comprar y traernos un buen recuerdo del país. Eso sí, hay que guiarse por un elevado concepto ético y evitar comprar productos de animales, como por ejemplo conchas de tortuga o productos hechos con plumas, coral y conchas; y preguntar por la procedencia de la madera.
Precisamente de este material se pueden hallar interesantes artículos de artesanía como ensaladeras, platos, tablas de cortar, joyeros y objetos de decoración. Un clásico recuerdo de Costa Rica son las réplicas en miniatura de las tradicionales carretas de bueyes pintadas de variados colores. No hay que olvidar la preciosa cerámica de Guaitil o los productos culinarios, como el excelente café, el Ron Centenario o el guaro, el aguardiente local.
• 1 de enero: Día de Año Nuevo
• 11 de abril: Día de Juan Santamaría
•Jueves y Viernes Santo
•1 de mayo: Día Internacional del Trabajo
•25 de julio: Anexión del Partido de Nicoya a Costa Rica
•2 de agosto: Día de la Virgen de los Ángeles
•15 de agosto: Día de la Madre y Asunción de la Virgen
•15 de septiembre: Día de la Independencia de Costa Rica
•12 de octubre: Día de las Culturas
•25 de diciembre: Navidad
Los cajeros automáticos están en las principales ciudades del país y todos aceptan tarjetas de crédito de uso más común (Visa, MasterCard, Maestro, Cirrus, American Express, etc.). También se aceptan tarjetas de crédito en la mayoría de los comercios, aunque en algunos pueden preferir el pago en efectivo.
Para evitar problemas desagradables, lo mejor es apuntar en un papel o en el móvil los teléfonos de las entidades emisoras de tus tarjetas de crédito. Así, si se da el caso de que pierdas o te roben alguna, podrás llamar inmediatamente a tu banco y pedir que la bloqueen.