
Bolivia: Lo mejor de Bolivia
- Duración
- 14 días
- Tipo de circuito
- Gran Viaje


Este completo circuito por Bolivia te llevará por los lugares más emblemáticos del país, paraísos naturales, lugares clave para entender su historia y rincones donde el tiempo parece haberse quedado congelado. Comenzamos la aventura visitando dos de las principales misiones jesuitas del país, San Javier y Concepción. En Santa Cruz, la capital oriental del país, conoceremos la cara más vibrante del país. En Sucre descubriremos algunos de los capítulos más interesantes de la historia del país. Nos zambulliremos en la ancestral cultura inca, visitaremos la comunidad rural de los Jolq´a y sus tradicionales productos textiles. El viaje va cobrando altura, llegando hasta los 3.900 metros sobre el nivel del mar de Potosí, una preciosa localidad con marcado carácter colonial y que vivió varios siglos de esplendor gracias a los yacimientos cercanos de plata. Emprenderemos nuestro rumbo a Uyuni y su extraordinario salar, unos paisajes que pone a prueba la cordura del visitante, con juegos de luces y colores que no parecen de este mundo. Llegaremos hasta La Paz, donde exploraremos su vasto patrimonio cultural, así como su cara más misteriosa y folclórica en el mercado de las brujas y el mercado artesanal. Dejaremos atrás el cemento para sumergirnos en el lago Titicaca.
“El lago Titicaca alberga diversas islas envueltas en misterio. Los incas creían que sus dioses nacieron la Isla del Sol, donde visitaremos algunos de los vestigios arqueológicos incas más inquietantes en el Sitio Arqueológico e Pilkokaina”
La jornada junto a las aguas del Titicaca nos ofrecerán una perspectiva distinta del país, más completa, diversa y, sin duda, repleta de misterio. La localidad más grande del lago de la parte boliviana es Copacabana, donde exploraremos su catedral, su centro y el mirado de “El Calvario”, que ofrece una de las mejores vistas sobre el lago, sus orillas y sus islas. Volveremos a La Paz, donde tomaremos el teleférico, donde disfrutaremos de un espectáculo visual sin parangón. Pasaremos nuestra última jornada de vuelta en Santa Cruz, donde el abanico de opciones de ocio es absolutamente infinito. El clima tropical nos permitirá darnos un refrescante baño en la piscina del hotel, antes de concluir esta inolvidable aventura por los mejor de la historia y cultura de Bolivia.
Emociones nuevas en tu viaje
Concepción no es una localidad muy grande y tiene un sabor colonial único que ha sabido encapsular lo mejor de aquellos primeros siglos de colonización. Como casi todos los pueblos de esta época, el epicentro de su actividad se forja en torno a su plaza central y Concepción no es una excepción.
En la parte este de la plazoleta encontramos una preciosa catedral del 1709, que fue posteriormente restaurada. Su arquitectura y decoración es eminentemente barroca y da una idea de la opulencia de la que gozó Concepción en sus años dorados. En la parte sur de la plaza está el Museo Misional, donde se exponen reproducciones a escala reducida de todas las misiones jesuitas de la región, así como información interesantísima para entender cómo fue la interacción de los primeros religiosos que llegaron hasta aquí con las comunidades indígenas que habitaban esta zona. Detrás de la misión, se encuentra el taller de restauración donde recuperan piezas antiquísimas de las diversas misiones jesuitas de Concepción y alrededores, así como se elaboran réplicas de estos mismos objetos. Podrás ver a los restauradores trabajar con sumo cuidado y dedicación. Estos tres lugares recogen lo mejor de las misiones jesuitas en Concepción: historia, cultura, religión y tradición en estado puro.
La calle Linares, en La Paz, alberga un museo tan controvertido como interesante, el Museo de la Coca. Aunque en muchos países es únicamente conocido por ser el ingrediente principal en la producción de cocaína, la hoja de coca lleva siendo utilizada durante milenios por las comunidades de los Andes, que viven a una gran altura sobre el nivel del mar, por sus propiedades medicinales.
En este museo, el visitante aprende sobre las ceremonias religiosas y los rituales ancestrales en los que se utiliza la coca, sus propiedades sanadoras, su capacidad para producir un té delicioso y el uso de la misma por parte de la industria farmacéutica. Entenderemos de primera mano la manipulación química necesaria para convertir la hoja de coca en cocaína y las diferencias en el uso y abuso de cada uno de estos elementos. La coca forma parte de la cultura, economía y tradición de Bolivia, concretamente para las comunidades aymaras y quechuas de los Andes. El visitante podrá mascar hoja de coca y disfrutar de sus beneficiosos y estimulantes efectos. Durante la visita abrirás la llave a una cara menos conocida de la cultura y folclore andino, y tomarte un descanso en la cafetería que hay en el propio museo, donde ofrecen productos elaborados con hoja de coca, como tés, bebidas o dulces.
Sucre es una ciudad muy bulliciosa con unas callecitas muy estrechas y un tráfico imposible. Si te apetece tomar un poco de aire y visitar un lugar absolutamente diferente a todo lo que has visto antes y verás después, visita el Parque Cretácico.
El descubrimiento surgió cuando en 1994 la compañía cementera, Francesa, excavaba en esta montaña y se encontró con un hallazgo que revolucionó la comunidad paleontóloga, unas impresionantes huellas de dinosaurio fosilizadas en la roca. De hecho, la mayor extensión del mundo con huellas de dinosaurio de la época cretácica. Se pueden observar huellas de diversas especies de dinosaurios. La mejor opción para investigar por ti mismo es siguiendo la ruta de senderismo trazada, que no es demasiado extensa ni complicada. Lo curioso es que las huellas de dinosaurio están en una pared vertical que, hace miles de años, estaba en horizontal. Por el movimiento de las placas tectónicas, esta estructura rocosa se alzó preservando inaccesibles estas huellas inmortales. Estamos hablando de unas 5000 huellas de unos 65 millones de años. Si, antes de la formación de los propios Andes.
En Bolivia es bien sabido que Sucre es uno de los mejores destinos gastronómicos del país. Las alternativas no se esconden demasiado, ya que todos los restaurantes, mercadillos callejeros o carritos de comida que huelen de maravilla.
En el Mercado Central se ofrecen mil y una alternativa para comer con las 3 b: bueno, bonito y barato. Si te acercas al mercado bien prontito de buena mañana, oirás el clásico “¡Un desayuno rico, caserita!” y varios lugareños se congregan aquí para disfrutar de un típico desayuno boliviano. Este consiste en un Api (bebida dulzona a base de maíz morado) y los clásicos buñuelos (que son una especie de rosquillas con miel de caña). Si esta opción no te convence, puedes probar el pastel de queso, que está para perder el sentido. Para comer algo durante el día o picar entre horas, puedes pedir algo en alguno de los puestecitos de la Plaza 25 de mayo, donde las cholitas, o vendedoras, ofrecen sus productos. Por supuesto que no te puedes ir de Sucre sin probar sus salteñas. Si, probablemente pruebes las tradicionales salteñas en otros lugares, pero los propios bolivianos reconocen que las salteñas de Sucre son las mejores. No pierdas la ocasión de visitar la salteñería “El Patio” (calle San Alberto, muy cerca de la basílica de San Francisco), donde se sirven unas salteñas deliciosas y jugosas. Las ofrecen de carne y pollo. Pero no lo dejes hasta muy tarde, porque “El Patio” cierra a mediodía. Para seguir el día con el mejor sabor sucreño, puedes volver al Mercado Central y probar su picantito de gallina (no te dejes engañar, no es picante) o el mondongo. Si eres de paladar dulce, no dudes en darte un caprichito en la “Chocolatería Sucre” o en “Para Ti Chocolate”, donde se elaboran los tradicionales bombones de Sucre.

En el Mirador de la Recoleta obtendrás unas vistas realmente impresionantes. Para disfrutar de uno de los mejores atardecer del viaje, puedes pedirte algo para tomar en la cafetería que hay bajo los arcos de la plaza del mirador, tumbarte en sus hamacas mientras pones los pies en alto (después de tanto caminar, te va a apetecer) y disfrutar de un rato apacible mientras que disfrutas de la ciudad blanco como si fueras un cóndor andino, desde las alturas.
Copacabana es una hermosa localidad que ganó relevancia por su situación privilegiada junto al lago Titicaca y es, probablemente, el mejor sitio para experimentar cómo la religión cristiana y las creencias tradicionales confluyen en una suerte de cóctel multicolor.
La Basílica del Santuario de Copacabana, construida en el siglo XVI con reminiscencias moriscas es un monumento de imponentes magnitudes para un pueblecito tan pequeño y humilde. En su interior, están representadas todas las santas y vírgenes de América Latina. Durante los fines de semana, los sacerdotes católicos realizan rituales y celebraciones con una influencia clara de las creencias aymara. Si estás en Copacabana en sábado o domingo, no dudes en visitar estos rituales. El Calvario es el mirador de Copacabana y, sin duda, ofrece unas vistas maravillosas y unos atardeceres de ensueño. A medida que asciendes hasta la cima del mirador, encontrarás estaciones con la Pasión de Cristo, así como brujos que te bendecirán, de ayudarán en la elaboración de hechizos y te bendecirán las intenciones. Cuando asciendas al Calvario, encontrarás multitud de ofrendas, tanto cristianas como de diversos credos de las tribus y comunidades rurales de la zona. Es un lugar lleno de magia. Muy cerquita de Copacabana, en el cerro Kesanani, está el observatorio astronómico preincaico, denominado “la horca del Inca” y era una especie de calendario natural para marcar las estaciones y los movimientos de la luna. Es un lugar sagrado para la cultura Chiripa y, si lo visitas durante el solsticio de invierno, encontrarás diversas comunidades rurales celebrando rituales y ceremonias con ofrendas a la Pachamama (madre tierra). En fin, Copacabana es el lugar perfecto para apreciar el mestizaje cultural, religioso y la herencia espiritual de esta tierra llena de historia y misticismo.

La propia Isla del Sol era un lugar sagrado de primer orden para los incas. Las creencias incas se basaban en el nacimiento de sus dioses precisamente en este lugar. Además, según sus leyendas, Manco Cápac y Mama Ocllo, los dos primeros incas, nacieron en la Isla del Sol y fundaron la ancestral ciudad de Cusco, en Perú.
Los alrededores de Santa Cruz llevan organizando desde hace algunos años “la ruta del Che”. La repercusión internacional de su campaña guerrillera en Bolivia durante los años 1966 y 1967 ha generado mucho interés por conocer los lugares donde sus últimas batallas tuvieron lugar.
El epicentro de esta ruta está en Vallegrande, a 2030 metros de altura sobre el nivel del mar, donde Ernesto “Che” Guevara se estableció temporalmente, desde donde lideró a los grupos guerrilleros de los alrededores. Al margen de esta parte de la historia, Vallegrande es un destino muy interesante, ya que conserva leyendas ancestrales, tradiciones centenarias y viviendas construidas en adobe y calles de tierra. Bolivia en estado puro. Desde Vallegrande, es sencillo alcanzar otras poblaciones donde el “Che” estuvo durante estos años, como Iripití, Muyapampa, Alto Seco, Masicurí, Quebrada del Yuro (donde fue capturado) y, finalmente, La Higuera (donde fue ejecutado). Entre las atracciones de la zona, además del mausoleo del “Che”, se encuentran diversas pinturas rupestres, ruinas precolombinas y petroglifos.
La pequeña localidad de Uyuni ha sido testigo de la evolución tecnológica en materia de ferrocarril, ya que servía no sólo para llevar y traer trabajadores al Salar, sino para transportar la sal extraída y refinada. Hoy en día, el cementerio de trenes es una de las principales atracciones del pueblecito en sí.
Se encuentra a apenas 3 kilómetros al suroeste de Uyuni, siguiendo la Avenida Ferroviaria. Aquí encontrarás una incontable colección de trenes abandonados, desde trenes a vapor del siglo XIX hasta máquinas más modernas. Los vagones carcomidos por el tiempo y los esqueletos de las locomotoras, hoy convertidas en amasijos de hierro, se reparten un extenso terreno abandonado. El óxido de los vagones abandonados y el ambiente decadente del lugar lo convierte en un destino único en el marco incomparable del salar. Podrás subir a los trenes y tomarte fotos imposibles. El acceso es totalmente libre y no hay horario de visitas. Si tienes buen sentido de la orientación y vas pertrechado con una linterna, merece la pena quedarse en el cementerio de trenes hasta que llegue la noche, ya que el espectáculo luminoso del cielo es absolutamente inolvidable. Al no haber farolas, ni edificios ni ninguna otra fuente de luz, el cielo muestra todo su esplendor nocturno. Sin duda, el cementerio de trenes una alternativa excelente para el viajero más romántico, nostálgico o artístico y para quienes desean salir de las rutas principales, para indagar en las huellas del pasado de Uyuni.

El cementerio de trenes se encuentra en una llanura fácilmente alcanzable a pie desde Uyuni. Si miras hacia los lados, es muy posible que a tu paso encuentres diversas familias de llamas y alpacas, que pastan tranquilamente en este remanso de tranquilidad. Si quieres sacarte una foto con estos simpáticos animales, guarda una distancia prudencial, ya que, aunque son pacíficos, guardan un arma secreta, escupen.
Los carnavales de Bolivia son famosísimos por sus expresiones folclóricas, que llenan de música, baile, alegría y color sus calles, desde las grandes ciudades hasta las pequeñas localidades de adobe. Dependiendo de cada año (consulta fechas), los carnavales suelen caer entre el primer y el segundo fin de semana de febrero, aunque en algunas ciudades los preparativos y el pre-calentamiento empieza una semana antes.
Durante las fechas clave, las calles se llenan de corsos, comparsas, caporales, morenada, chicha, challa, cerveza, baile y alegría. Si no entiendes alguna de estas palabras, después de pasar por los carnavales bolivianos, vas a conocer estas y muchas otras palabras clave. En Santa Cruz, las fiestas de Carnaval comienzan un mes antes, con las fiestas precarnavaleras, cuando se elige a la reina del Carnaval Cruceño. Las comparsas exhiben su grandeza con inmensos carros, con bailes coreografiados, música regional, pero en un alarde de lujo y explosión folclórica al más alto nivel. El colorido y la música a todo volumen envuelve la ciudad y el recorrido de las comparsas se realiza por el Cambódromo. Las comparsas hacen batallas de agua, espuma y, a veces, de pintura, por lo que el centro de la ciudad se convierte en un campo de batalla, donde la alegría y el buen ánimo se convierte en el protagonista. No dudes en comprar una máscara, una peluca y algún traje para ponértelo encima de la ropa, si no quieres terminar cubierto de agua y pintura.

En Sucre, lo llaman “Carnaval de Antaño” y se recrea la época colonial y republicana. La Plaza Principal congrega a las comparsas que desfilan alegremente por la ciudad a ritmo de música a todo volumen, simpáticos trajes regionales y máscaras. En Cochabamba, celebran el “Carnaval de la Concordia” y, en Potosí, el “Carnaval Minero”. Vamos, que, si estás en Bolivia en época de carnavales, no hay forma de esquivarlo. El carnaval boliviano te envuelve en su desbordante alarde de alegría y colorido.
El plan de viaje a tu alcance
- Sin comidas.
- Santa Cruz de la Sierra
- Sin comidas
- Concepción
- Visita a las Misiones Jesuitas
- Desayuno.
- Santa Cruz de la Sierra
- Visita a las Misiones Jesuitas
- Desayuno
- Santa Cruz de la Sierra
- Panorámica de Santa Cruz
- Desayuno. Comida
- Sucre
- Mercado Local
- Desayuno
- Sucre
- Visita a Comunidad Rural
- Desayuno
- Sucre
- Panorámica de Sucre
- Desayuno
- Potosí
- Uyuni
- Panorámica de Potosí
- Desayuno. Comida
- Uyuni
- Visita del Salar de Uyuni
- Desayuno
- La Paz
- Panorámica de La Paz
- Desayuno. Comida
- Isla Del Sol
- Copacabana
- Visita Isla del Sol
- Desayuno
- Copacabana
- La Paz
- Panorámica de Copacabana
- Desayuno
- Santa Cruz de la Sierra
- Desayuno
- Santa Cruz de la Sierra
¿Quieres saber más de Bolivia ?
Bolivia cuenta con una rica y variada gastronomía que conquista incluso a los paladares más exigentes. Entre sus platos típicos destacan sus deliciosas sopas, especialmente la de maní con zanahoria, repollo y cebolla; el Pique Macho, un surtido de papas fritas, salchichas, carne, huevo cebolla y verduras; el Silpancho, con carne blanda sin grasa ni nervio y servido de papa, arroz y huevo.
Otros platos que merece la pena degustar el chairo, un caldo de cordero u oveja servido con patatas y verduras y el sajta, pollo con salsa de pimientos picantes. Un buen sitio para comer son los mercados ya que encontrarás las deliciosas del país a precios más asequibles que en los propios restaurantes.
En Bolivia encontrarás muchos productos artesanales gracias a la presencia de numerosas culturas.
Te llamarán la atención sus magníficos retablos, una de las expresiones de arte más reconocidas de los artesanos; sus variados y hermosos textiles (mantas, ponchos, alfombras y tapices), producidos en lana de oveja, alpaca y vicuña y con tintes de origen natural; así como la plata y filamento, utilizados para la filigrana de objetos, joyas y utensilios en plata. Concretamente, el artesano convierte la plata en finos hilos y formas diversas de uso religioso y doméstico.
• 1 de enero: Año Nuevo
• 22 de enero: Día de la Fundación del Estado Plurinacional de Bolivia
• 12 de febrero: Lunes de Carnaval
• 13 de febrero: Martes de Carnaval
• 30 de marzo: Viernes Santo
• 1 de mayo: Día del Trabajador
• 31 de mayo: Corpus Christi
• 21 de julio: Año Nuevo Aymara
• 6 de agosto: Día de la Independencia de Bolivia
• 2 de noviembre: Día de Todos los Santos
• 25 de diciembre: Navidad