Suecia: Estocolmo y Fiordos
- Duración
- 8 días
- Tipo de circuito
- Circuito
Déjate encandilar por la esencia de Escandinavia a través de sus espectaculares paisajes y sus ciudades cargadas de historia. El recorrido arranca en Estocolmo, la ecléctica capital sueca, que se ha convertido en una de las ciudades más modernas del mundo a la vez que conservaba toda la grandeza de su historia. Así lo podrás certificar caminando por sus calles, paseando por la ciudad vieja o Gamla Stan o visitando sus excelentes museos, entre los que destacan el Vasa, el de los Premios Nobel, el Museo de Arte Contemporáneo o el Skansen, el primero al aire libre del mundo. Después, la ruta continúa en dirección a los Fiordos a través de los bucólicos paisajes de los espectaculares lagos Väneren y Mjøsa. Seguidamente, caminaremos en el glaciar de Nigards o el de Briksdal para vivir una experiencia única para la que solamente hace falta ponerse un calzado cómodo.
“El Fiordo de los Sueños, el Sognefjord, nos aguarda con sus más de 200 kilómetros y más de 1.300 metros de profundidad, que le convierten en el más largo y profundo de toda Noruega”
Después de este agradable paseo en barco, seguiremos nuestra ruta por unos idílicos paisajes de valles, montañas, ríos y bosques hasta llegar a la costa, donde encontraremos Bergen, la capital de Noruega hasta 1830. La segunda ciudad más grande del país, enclavada en un precioso entorno de fiordos y colinas, conserva un sublime casco histórico, donde destacan el puerto de Brygge y el antiguo barrio marinero de los comerciantes de la Liga Hanseática, cuyas casas de madera excelentemente conservadas le otorgan un lugar entre los lugares Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Después de descubrir los encantos de Bergen, nos pondremos de nuevo en marcha para recorrer los espectaculares paisajes del Parque Nacional de Hardangervida, donde haremos un alto en el camino para contemplar la majestuosidad de la cascada de Voningsfossen. Y para rubricar por todo lo alto nuestro fabuloso recorrido, visitaremos los principales rincones de Oslo, desde el Parque Frogner hasta el Palacio Real o el Parlamento, pasando por varios de sus excelentes museos.
Emociones nuevas en tu viaje
Gamla Stan, que significa Ciudad Vieja, es la zona más antigua de Estocolmo y también la más bonita. Aquí nació la ciudad en el siglo XIII y fue creciendo hasta el siglo XVIII cuando el castillo de Tre Konor, fue devastado por el fuego. Esta parte de la urbe se conforma de un nudo de callejuelas adoquinadas, casas señoriales y avenidas plagadas de tiendas y museos, entre ellos el Nobel. Cuesta creer que hace un par de siglos se considerara la zona más deprimente para vivir, pues hoy es una de las más codiciadas. donde se casó la princesa Victoria.
Si paseas por Västerlanggatan busca el número 81 y asómate: verás Marten Trotzigs Gränd, la calle más estrecha de Estocolmo con menos de un centímetro de anchura. En Gamla Stan también encontrarás el Palacio Real de estilo barroco, con 608 salas, actualmente el mayor castillo real en uso. No te pierdas el cambio de guardia que se celebra en el patio exterior y la Capilla Real
Si te entra hambre puedes acercarte al Den Gyldene Freden para degustar alguno de los platos tradicionales suecos. Es el restaurante más antiguo de Estocolmo (data de 1722) y su decoración permanece intacta desde que abrió sus puertas.
En el céntrico barrio de Skeppsholmen se levanta el impresionante Moderna Museet, que presume de contar con una de las colecciones de arte moderno más impresionantes del mundo. Inaugurado en 1958, este céntrico museo de la capital cuenta en su haber con obras de autores tan relevantes como Picasso, Dalí, Miró, Braque o Matisse, entre otros. El edificio actual, construido entre 1994 y 1998 por el arquitecto español Rafael Moneo, acoge una larga lista de 5.000 pinturas, 25.000 dibujos, 100.000 fotografías y 400 películas, además de una biblioteca, un cine, un auditorio y diversos espacios para exposiciones temporales, conferencias, seminarios o talleres para niños.
Asimismo, el museo cuenta con un restaurante con unas excelentes vistas de la ciudad. Para completar la visita, con una entrada combinada, se puede visitar el Museo de Arquitectura, situado justo al lado en un pabellón de prácticas de la marina y que cuenta con una exposición permanente que explicar más de 10 siglos de la historia de la arquitectura sueca mediante una colección de 2,5 millones de documentos.
El museo cuenta con audioguías en sueco y en inglés y abre todos los días excepto el lunes. De todas maneras, infórmate sobre los horarios establecidos para conseguir visitar este fabuloso museo.
A medio camino entre Estocolmo y Oslo aparece Karlstad, una bella ciudad erigida al norte del mayor de los lagos suecos, el Vaneren. Es una localidad que se puede recorrer muy fácilmente a pie, aunque una buena opción para conocer sus rincones es alquilar gratuitamente una bicicleta en la Stora Torget, la gran plaza central que desde hace siglos es el centro neurálgico de la localidad. Desde allí podremos llegar a todos los puntos de interés de Karlstad, como la catedral o el pintoresco barrio de Almen, que alberga algunas de las preciosas casas medievales de madera que se salvaron del incendio que destruyó casi toda la ciudad el 2 de julio de 1865.
También podemos acercarnos a algunos de sus excelentes museos o a la ribera del río, donde hallaremos la estatua de la joven sonriente Eva-Lena Holtz conocida como Sola i Karlstad (el sol de Karlstad) una bella y alegre doncella que trabajó en el el Stadshotellet en el siglo XVIII. Y es que el sol tiene una gran relevancia en Karlstad porque es la única ciudad de Suecia con un sol sonriente como símbolo y está considerada como ‘ciudad de verano’, ya que cuenta con más horas de luz que cualquier otra localidad del país.
Si se dispone de más tiempo, la mejor opción es tomar un barco y recorrer el lago, donde se asientan más de 22.000 islas. El agua del lago está tan limpia que se puede beber.
Una ciudad rodeada de siete colinas y siete fiordos, con un espíritu activo y vital pero que ha sabido preservar todo el hechizo que han ido dejando los siglos en sus calles. Todo esto y mucho más es Bergen, la segunda ciudad más grande de Noruega que, sin embargo, conserva el encanto propio de las localidades pequeñas. Su animada vida estudiantil –se calcula que en torno al 10% de sus habitantes son universitarios- multiplica la actividad en las calles de la que fue capital de Noruega hasta 1830.
Fundada hace 900 años, Bergen presume de una larga historia que se remonta a los vikingos y que tiene uno de sus hitos en el desarrollo comercial de la Liga Hanseática, que dejó en la ciudad un fabuloso barrio de casas de madera y el puerto antiguo de Bryggen, declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Desde lo alto de alguna de las colinas que rodean la ciudad se puede disfrutar de unas vistas excepcionales de la ciudad que sirve de puerta a los fiordos.
Además de su zona monumental, no hay que perderse el bullicioso mercado de pescado, donde siempre se puede degustar alguno de los productos típicos de la zona.
No todo en Bergen va a ser positivo. El tiempo no es ninguna maravilla y llueve como mínimo 275 días al año, así que conviene tener un paraguas o un chubasquero a mano.
¿Estás preparado para conocer las hazañas de los exploradores noruegos? Pues visita el Vikingskipshuset donde conservan las embarcaciones y los trineos donde viajaban, los utensilios domésticos y tejidos que utilizaban e incluso observarás el único carro conservado de la época vikinga. El curioso Museo Naval Vikingo, ubicado en la península de Bygdoy, tiene tres joyas, que son los barcos vikingos que se encontraron cerca del fiordo de Oslo y que tienen más de mil años de antigüedad.
Te asombrará saber que estos buques servían como mausoleo para los nobles, que eran enterrados con todo lo necesario para su ‘viaje’ al más allá: muebles, comida, joyas y hasta sirvientes.... El imponente Oseberg, de más de 22 metros de eslora y que necesitaba 30 remeros para hacerlo navegar, fue enterrado en el 834 d. C.; su fátua decoración con relieves de serpientes y dragones impresiona. El segundo buque, el Gokstad, es el mejor ejemplo de barco vikingo del mundo. Del Tune, el tercero, sólo se conservan algunos tablones. El sugerente vídeo ‘Vikingtiden lever’ se proyecta durante todo el día en el techo y las paredes del museo, y la tienda tiene una amplia oferta de artículos de recuerdo.
The Nobel goes to… No es la gala de los Óscar. Es mucho más que eso. Es la ceremonia que alberga el Nobels Fredssenter y donde se premia a las mejores personas del mundo, los que trabajaron para alcanzar la paz en el mundo. Seguro que tienes curiosidad por conocer este lugar donde cada año se celebran los Premios Nobel de la Paz, un sitio evocador que recuerda que los conflictos se pueden solucionar con un gesto pacífico y donde tendrás la oportunidad de conocer la historia de más de un centenar de pacifistas en exposiciones que datan desde 1901. ¿Quieres buscar a Barack Obama, la niña Malala, Rigoberta Menchú, Nelson Mandela, Martin Luther King o a la Madre Teresa de Calcuta? Sus pensamientos se recuerdan en evocadores vídeos, artículos y hasta se escucha el famoso discurso de Luther King: “I have a dream”.
Tras empaparte de la historia de estas celebridades, seguro que echas en falta uno… No lo encontrarás porque a Mahatma Gandhi nunca le dieron este merecido premio. Para saber más sobre los Premios visita la planta Nobel donde se cuenta la historia de Alfred Nobel, un filántropo que inventó la dinamita y que destinó su fortuna a crear estos premios. El principal motivo es que se arrepintió de su hallazgo (“Yo debí morir en la cuna”, dijo cuando se dio cuenta del uso pernicioso de su invento). No te pierdas el libro interactivo situado en el podio de esta sala, y sorpréndete en el jardín de luces de la sala The Nobel Field. Además, si viajas con niños, dedica un momento a la actividad Fred y Toca Loca, que dura aproximadamente media hora.
Dos veces al día se ofrecen visitas guiadas en inglés donde se da información adicional muy interesante.
Puede que algunos no sepan quién es Gustav Vigeland pero seguro que han visto alguna de sus expresivas esculturas en postales y souvenirs como todo un símbolo de Noruega. Nos referimos al niño enrabietado, su obra más conocida, que se encuentra ubicada en el parque Vigeland dedicado a este célebre escultor. ¿Verdad que ya te suena? El parque Vigeland, dentro del Parque Frogner, es uno de los lugares más visitados de Noruega. Sus expresivas esculturas atraen cada año a más de un millón de visitantes que deambulan por este lugar intentando poner nombre a los sentimientos a las más de 200 obras hechas en bronce, granito y forja de este célebre artista reunidas en un mismo recinto. Busca la famosa figura del niño enojado (Sinnataggen) situada en el puente del parque y obsérvalo detenidamente: parece más enfadado de lo que pensábamos…
Párate a contemplar los gestos de otras 27 estatuas que hay a su alrededor y respira hondo cuando llegues al Monolito, quizás el lugar que más interés despierta. Este bloque de granito de 17 metros de altura contiene 121 figuras desnudas y entrelazadas como si quisieran formar un mismo yo. Durante el paseo encontrarás abrazos que funden en una misma alma, posturas imposibles que evocan el paso del tiempo y gestos que pasan en el transcurso de una vida. Todo esto es el parque Vigeland. Una reflexión sobre el nacimiento, el primer amor, la madurez, los hijos o la temida muerte. Una oda a la rueda de la vida que Vigeland representó con cuatro adultos y tres niños entrelazados formando un círculo perfecto. El círculo vital.
Si deseas conocer más sobre Gustav Vigeland puedes visitar el Museo Vigeland, dentro del parque. El ayuntamiento de Oslo lo construyó como taller y hogar para el artista a cambio de buena parte de su obra.
Hay que caminar, pero a cambio de un cómodo paseo, viviremos una experiencia única que no olvidaremos en la vida. Pasear por el interior de un glaciar como el de Briksdal o el de Nigardsbreen nos asegura contemplar unos paisajes auténticamente fabulosos: lagos de aguas cristalinas, montañas llenas de nieve, cascadas espectaculares, bosques profundos y ríos de intenso caudal.
Tanto el El Glaciar de Briksdal como el de Nigardsbreen son, en realidad, brazos del Glaciar de Jostedal, el casquete glaciar más grande de la Europa continental con puntos de 400 metros de grosor. Toda la zona, de 487 kilómetros cuadrados, ha sido protegida bajo la denominación de Parque Nacional, lo que asegura el mantenimiento impoluto de la región. Las lenguas de los glaciares fluyen valle abajo e incluso llegaron a cubrir totalmente los lagos, aunque actualmente, como todos los glaciares del mundo, están en retroceso como consecuencia del calentamiento global del planeta.
Caminar por los glaciares de Briksdal o Nigardsbreen es una experiencia al alcance de casi todo el mundo. No es necesario tener una forma física excelente, basta con poder caminar tranquilamente durante unas horas. La única exigencia es ponerse un calzado cómodo, importante para poder manejarse bien en el recorrido.
El plan de viaje a tu alcance
- Cena.
- Estocolmo
- Desayuno. Almuerzo.
- Estocolmo
- Panorámica de Estocolmo
- Desayuno. Almuerzo. Cena.
- Karlstad
- Hamar
- Desayuno. Cena.
- Loen
- Desayuno. Cena.
- Bergen
- Crucero por el Fiordo de los Sueños
- Desayuno. Cena.
- Vøringsfoss
- Oslo
- Panorámica de Bergen
- Desayuno. Almuerzo. Cena.
- Oslo
- Panorámica de Oslo
- Ayuntamiento de Oslo
- Desayuno.
- Oslo
¿Quieres saber más de Escandinavia?
Conoce la historia, cultura e idiosincrasia de los países escandinavos a través de su singular cocina. Las bajas temperaturas y las tradiciones ancestrales han modelado la sabrosa y contundente gastronomía de este bello rincón del mundo.
Actualmente, los países escandinavos son famosos por sus guisos de carnes con esencia, sus platos de pescado como el salmón, sus calentitas y sustanciosas sopas... ¡Prepárate para probar platos en los que las carnes de alce, reno o la de oso son los protagonistas! Además de las recetas tradicionales, la cocina escandinava ofrece platos de vanguardia que se sirven en elegantes restaurantes -algunos de ellos, como el desaparecido “Noma” de Copenhague ha sido considerado durante años como el mejor restaurante del mundo-. ¡Descubre la sorprendente revolución gastronómica que está viviendo la considerada Nueva Cocina Nórdica!
Las capitales escandinavas son prolijas en recuerdos, regalos originales y productos locales de alta calidad. Durante el viaje, te recomendamos hacerte con alguna pieza de artesanía local y de la famosa porcelana y cerámica danesa. ¡Son únicas! Para los amantes de lo singular, un casco de vikingo será un recuerdo imborrable del viaje.
¿Más claves para encontrar el recuerdo perfecto? En clave textil, recomendamos revisar el equipamiento deportivo, las prendas de diseñadores locales –que se mueven entre la tradición y las líneas más vanguardistas-, las prendas de lana o piel... Y los amantes de la buena mesa, podrán regresar a casa con una botella de los deliciosos licores típicos, la cerveza artesanal o con alguna pieza del delicioso salmón noruego.
Suecia
1 de enero - Año Nuevo • 6 de enero - La Epifanía del Señor • 1 de mayo - Día del trabajador • 6 de junio - El Día Nacional de Suecia • 25 y 26 de diciembre - Navidad • Viernes Santo: el viernes antes de la Pascua • Pascua: el domingo que sigue a la luna llena entorno al 21 de marzo • Lunes de Pascua: el día después de la Pascua • La Ascensión del Señor: el sexto jueves después de la Pascua • Pentecostés: el séptimo domingo después de la Pascua • Midsommar: el sábado situado entre el 20 y el 26 de junio • Día de todos los Santos: el sábado situado entre el 31 de octubre y el 6 de noviembreNoruega
1 de enero, Día de Año Nuevo • Domingo de Ramos • Jueves Santo • Viernes Santo • Domingo de Resurrección • Lunes de Pascua • 1 de mayo, Día Internacional de los trabajadores • 17 de mayo, Día de la Constitución • Día de la Ascensión (5º jueves después de Semana Santa) • Domingo de Pentecostés (5º domingo después de Semana Santa) • Lunes de Pentecostés • 25 de diciembre • 26 de diciembreDinamarca
1 de enero, Día de Año Nuevo • Jueves Santo • Viernes Santo • Domingo de Resurrección • Lunes de Pascua • Día de la Oración común (4º viernes después de Semana Santa) • Día de la Ascensión (5º jueves después de Semana Santa) • Domingo de Pentecostés (5º domingo después de Semana Santa) • Lunes de Pentecostés (5º lunes después de Semana Santa) • 5 de junio, Día de la Constitución • 24 de diciembre • 25 de diciembreFinlandia
1 de enero, Día de Año Nuevo • 6 de enero, Día de Reyes • Viernes Santo • Domingo de Pascua • Lunes de Pascua • 1 de mayo, Día del Trabajador • Día de la Ascensión (5º jueves después de Semana Santa) • Domingo de Pentecostés (5º domingo después de Semana Santa) • Víspera y Día del Solsticio de Verano • Día de Todos los Santos (1er sábado de noviembre) • 6 de diciembre, Día de la Independencia • 24 de diciembre • 25 de diciembre • 26 de diciembreIslandia
1 de enero, Día de Año Nuevo • Jueves Santo • Viernes Santo • Domingo de Pascua • Lunes de Pascua • Primer día de verano (1er jueves después del 18 de abril) • 1 de mayo, Día del Trabajo • Día de la Ascensión (40 días después de Semana Santa) • Domingo y Lunes de Pentecostés (7º domingo y lunes después de Semana Santa) • 17 de junio, Día de la Independencia • Día de los Comerciantes y Oficinistas (1er lunes de agosto) • 24 de diciembre (tarde) • 25 de diciembre • 26 de diciembre • 31 de diciembre (tarde).En líneas generales, las temperaturas registradas en las capitales escandinavas suelen ser frías, variando notablemente según la época del año. También influye la localización geográfica, ya que en las ciudades localizadas más al sur los meses estivales suelen ser más templados y los inviernos menos gélidos.
Del mismo modo, mientras más al norte nos situemos las temperaturas irán descendiendo en grados hasta llegar a zonas caracterizadas por el clima polar. En las capitales escandinavas, los meses más cálidos y con mayor número de horas de sol suelen abarcar la horquilla de abril a septiembre. Los meses invernales se caracteriza por su clima gélido y escasas horas de sol. Los turistas que suelen viajar a esta zona del planeta en invierno suelen buscar grandiosos paisajes naturales nevados, practicar deportes de invierno o contemplar la aurora boreal en todo su esplendor.