
República Checa: Praga y Polonia al completo
- Duración
- 11 días
- Tipo de circuito
- Circuito


12 días e innumerables motivos tienes para elegir este circuito que te llevará por Praga y Polonia. A pesar de seguir siendo una gran desconocida para la mayoría, Polonia aguarda tesoros que no te dejarán indiferente. Ubicada en el mismo corazón de Europa, sufrió una interminable sucesión de guerras y ocupaciones que destruyeron parte de su patrimonio histórico. Sin embargo, con gran mimo y esmero, algunos de sus mayores tesoros han sido cuidadosamente reconstruidos para que hoy brillen en su máximo esplendor. Por su parte, Praga completa el puzle del circuito centroeuropea para que puedas disfrutar de las mejores, y más completas, vacaciones.
Praga se prepara para dar la gran sorpresa
Polonia, uno de los países más pintorescos de Europa, nos espera con sus ciudades medievales, su entorno rural y su abundante vegetación, que nos harán vivir días de ensueño. Cracovia, Auswitch, Wroclaw, Poznan, Torún, Gdansk y Varsovia son algunas de las ciudades que te enamorarán y te dejarán sin respiración. Y qué decir de Praga, una de esas ciudades que se puede visitar una docena de veces y aun así siempre tendrás un gran motivo para volver a ella. La capital checa tiene un sinfín de encantos difíciles de apreciar en un solo viaje. Seguro que te hartarás, a la par que emocionarás, de andar por algunos de sus lugares emblemáticos, aquellos lugares que inmortalizarás y que te harán vibrar. Nadie se resiste a su esplendor, la capital checa lidera siempre los rankings de las ciudades más bellas de Europa. Su encanto convive con las marcas de la historia más reciente con las huellas de la Guerra Fría y de los años bajo el dominio soviético, de aquella trágica primavera que puso a Praga en titulares de periódicos en todo el mundo. En sus esquinas se percibe la esencia de Kafka, y es fácil imaginar la vida de algunos de los personajes nacidos de la pluma de Milan Kundera. Ya la definió Franz Kafk, “Te atrapa, te envuelve en su abrazo y luego se niega a dejarte marchar”. Es así. ¿Te atreves con ella? ¡Bienvenidos a la inolvidable Praga!
Emociones nuevas en tu viaje
Para cerrar el viaje en Praga, apunta tres experiencias típicas que no te puedes perder. El Becherovka, una bebida de raíces, especias y 32 hierbas que se fabrica en la cercana ciudad balnearia de Karlovy Vary. Con sus particulares aguas medicinales. Su receta es secreta, sólo la conocen dos personas y lo fabrican dentro de una cámara acorazada, sólo sabemos que tiene 38% de alcohol y es delicioso. En segundo lugar, hay que probar el “Pis de elefante”… sí, como suena. También se trata de un licor de hierbas que se vende en el zoo de Praga. Tiene propiedades digestivas, pero lo suelen tomar como aperitivo. Y para tranquilizar a los más aprensivos hay que reconocer que entre sus ingredientes no está la orina de ningún ser vivo.
Y por último, dedica unas horas a ver el Clementinum de Praga (o Klementinum en checo). Gran parte de la culpa la tiene su magnífica biblioteca barroca, donde te sientes transportado en el tiempo. Si además piensas en todos aquellos científicos, filósofos y otros personajes ilustres que trabajaron en ella, la sensación es única. ¿Te animas a recorrer el Clementinum? En sus orígenes, el Clementinum era la sede de la Universidad de Carlos. Desde el siglo XVI fue ocupado por los jesuitas, que durante casi dos siglos estuvieron construyendo en la zona un gran complejo al que se fueron sumando territorios adyacentes. Tras la expulsión de los jesuitas en el siglo XVIII, el Clementinum se convirtió en la sede de la Biblioteca Imperial y actualmente alberga la Biblioteca Nacional de Praga.

Gdansk es conocida como la Capital del Ámbar, y es que su posición privilegiada en el Báltico la convierten en una región rica en depósitos de este material, que han propiciado que desde hace siglos haya florecido en esta ciudad el comercio de esta materia y se haya desarrollado también una próspera industria. Y es que aproximadamente el 80% del ámbar de todo el mundo se encuentra en la región báltica. Para mostrar su relación con el comercio y tratamiento de esta materia, Gdansk tiene un Museo del Ámbar, que se encuentra ubicado en un edificio gótico del siglo XV, muy cerca del Pórtico frontal de la calle Dluga. Se trata de la antigua prisión y sala de torturas de la Edad Media, un edificio de varias plantas en el que se expone todo lo que se relaciona con el ámbar, su historia, el tratamiento de este material y las aplicaciones que se le daban y se le siguen dando hoy en día.
En Gdansk existe una amplia tradición artesana alrededor de este material y es habitual encontrar creaciones con ámbar no solo en joyería, sino también en otros trabajos como esculturas, y elementos de uso cotidiano. Si queremos llevarnos algún recuerdo de Gdansk, nada mejor que algún objeto o pequeña joya con el Ámbar como protagonista. La Ruta Real cuenta con pequeñas tiendas en las que se ofrecen preciosos detalles realizados con este material y es el sitio perfecto para apreciar el gran trabajo que realizan los artesanos, siguiendo la tradición desde hace siglos.

Una de las experiencias más tremendas que pueden vivirse en nuestro viaje a Polonia, es la visita al campo de concentración de Auschwitz-Birkenau, ubicado en la localidad de Oswiecim, a 70 kilómetros de Cracovia. Es un auténtico monumento a la memoria de todos los que murieron allí, cerca de un millón de personas, duante la II Guerra Mundial, y a los estuvieron presos y lograron salir con vida. Es, sin duda, una visita que marca, pero que merece la pena vivir. Auschwitz fue en realidad un complejo que albergó más de un campo de concentración. El original fue el de Auschwitz I y fue construido para los prisioneros políticos del ejército polaco. Sin embargo, pronto empezaron a ocupar este siniestro lugar miembros de la resistencia, intelectuales, gitanos y judíos. En Auschwitz I nos recibe la mítica puerta con el letrero "Arbeit macht frei" (el trabajo hace libre). Es en este recinto donde se han conservado algunos barracones originales que se han acondicionado para albergar diferentes exposiciones, especialmente impactantes resultan las que muestran objetos personales de los prisioneros, tales como zapatos, ropa, libros, enseres de higiene personal… En este campo también puede visitarse el llamado ‘bloque de la muerte’, en el que se torturaba a los prisioneros, muchas veces hasta la muerte, así como los hornos crematorios.
El segundo campo, conocido como Auschwitz-Birkenau, es el de mayor tamaño y se halla a tres kilómetros del primero. El campo contaba con una extensión de 175 hectáreas y no fue concebido como campo de trabajo, sino como un campo de exterminio. En Auschwitz-Birkenau se conserva aún la entrada al lugar y las vías del tren a través de las cuales llegaban los vagones cargados de pasajeros. También se puede visitar alguno de los enormes barracones, que se ha mantenido en pie para que no se olvide la terrible historia que se vivió en este lugar. En 1945, tras la llegada del ejército ruso a Polonia, los nazis abandonaron el campo. El 27 de enero de ese año las tropas soviéticas liberaron a los prisioneros que quedaban Auschwitz.

Cracovia tiene, sin duda, muchos lugares atractivos para visitar pero uno de los más famosos, ya no solo en esta ciudad sino en toda Polonia, es el castillo de Wavel. Si solo vamos a estar una jornada en Cracovia conviene saber que el castillo tiene limitado el acceso del número de personas al día, por lo tanto debemos asegurarnos de poder conseguir una entrada con antelación. El Castillo de Wavel, ubicado sobre la colina del mismo nombre, junto a la catedral, y a orillas del río Vístula, destaca por su arquitectura monumental. Durante siglos fue la residencia de los reyes de Polonia hasta que la capital se trasladó a Varsovia. 1.000 años contemplan este monumental edificio que en sus inicios fue construido en estilo gótico y más tarde en el siglo XV, debido a un incendio que arrasó prácticamente todo el complejo, fue reconstruido en estilo renacentista por el arquitecto italiano Francesco Florentino. En el interior del complejo del Castillo se encuentra la Catedral, lugar de coronación de los Reyes polacos, así como la capilla de Segismundo donde se encuentran las tumbas de los Reyes de Cracovia.
La gran dimensión de todo el recinto del Castillo nos obliga a planificar bien nuestra visita para no perdernos nada de lo imprescindible. Las partes más destacadas del Castillo son los apartamentos reales, la Sala de los Diputados, también son interesantes los Salones de Estado y el Salón del Senado, así como el tesoro y la sala de armas. Como todo Castillo que se precie, el de Wavel también tiene su propia leyenda y esta cuenta que dentro del Castillo vivía un dragón que obligaba a los campesinos a llevarle reses para su manutención. El rey que gobernaba en la ciudad, cansado de esta situación ofreció a aquel que fuera capaz de matar al dragón la mano de su hija. Dicen que fue un zapatero el que consiguió tal propósito. Para ello rellenó el pellejo de una oveja con azufre y lo dejó frente a la cueva donde se escondía el dragón, de esa manera consiguió acabar con él. Así pues, para finalizar nuestro recorrido por el Castillo podemos visitar la cueva donde supuestamente vivía el dragón y salir por esa parte hacia el río donde se encontramos la estatua dedicada al dragón.

Poznan, la ciudad donde nació el Estado polaco, a caballo entre Berlín y Varsovia es una de las ciudades polacas con más vida social y ambiente cultural de Polonia. Entre los atractivos y visitas que debemos hacer en Poznan hay una que es de obligado cumplimiento y esa es un recorrido a fondo por la plaza del antiguo mercado, la Stary Rynek. El mayor atractivo de este emblemático lugar de Poznan son los edificios de estilo gótico, renacentista y también barroco que se alzan alrededor de toda la plaza y que fueron construidos por la antigua burguesía de la ciudad. Una de estas casas es la que perteneció al escritor Henry Sienkiewicz, que fue el ganador del premio Nobel en el año 1905, conocido por ser el autor de la novela Quo Vadis? Actualmente esta casa, reconvertida en museo, se puede visitar.
Las grandes dimensiones de esta plaza, con un total de 2 hectáreas de superficie, la convierte en la tercera de Polonia en tamaño. Una de las curiosidades que podemos encontrar en ella es que en cada esquina de la misma se ubica una fuente. Están dedicadas a Proserpina, Marte, Apolo y Neptuno. Pero esta plaza es también el lugar en el que se hallan los Palacios Mielzynski y Dzialynski, así como el ayuntamiento de la ciudad, de estilo renacentista y actual sede del Museo de Historia de Poznan. Ni que decir tiene que la plaza es el lugar perfecto para descansar un rato y reponer fuerzas en alguno de los numerosos bares y restaurantes que encontramos en los bajos de los edificios que rodean la Stary Rynek

Es uno de los museos más visitados ya no solo de Varsovia, sino de toda Polonia. Nos referimos al Museo del Alzamiento, y eso que se trata de un museo relativamente nuevo, ya que fue inaugurado en el año 2004 al cumplirse el 60 aniversario del levantamiento y homenajear a quienes lucharon para liberar la ciudad de la ocupación nazi. Ubicado en el barrio de Wola, las exposiciones ocupan una superficie de más de 3.000 metros cuadrados y recoge 1.000 piezas y un total de 1.500 documentos gráficos entre fotografías y películas. Llama la atención la estatua de metal que se levanta desde la planta baja hacia los pisos superiores atravesando todo el edificio.
El museo constituye un documento de primer orden para comprender cómo se gestó el alzamiento, la situación internacional durante la II Guerra Mundial, así como los años posteriores al conflicto y pueden escucharse también grabaciones reales de quienes protagonizaron esos acontecimientos. Una de las mayores atracciones del museo es la réplica del Bombardero Liberator B-24J, que puede verse expuesto en y hace las delicias de niños y mayores. Para completar la visita al Museo del Alzamiento es imprescindible también recorrer el guetto de Varsovia. Aunque ha sufrido una gran transformación, la calle Prozna se mantiene prácticamente igual que en los años 40 y nos da una idea de lo que debió ser la vida en aquel lugar.

El plan de viaje a tu alcance
- Cena
- Praga
- Desayuno.
- Praga
- Desayuno.
- Praga
- Desayuno. Cena.
- Brno
- Cracovia
- Desayuno.
- Cracovia
- Panorámica de Crackovia
- Desayuno. Almuerzo. Cena
- Wroclaw
- Visita de Auschwitz-Birkenau
- Desayuno.Almuerzo.Cena.
- Poznan
- Panorámica de Wroclaw
- Desayuno.Almuerzo.Cena
- Torun
- Gdansk
- Desayuno.
- Gdansk
- Panorámica Gdansk
- Desayuno. Almuerzo.
- Varsovia
- Panorámica de Varsovia
- Desayuno.
- Varsovia
¿Quieres saber más de República Checa y Polonia?
República Checa
República Checa es un destino ideal para disfrutar de la buena mesa. Influenciada por cocinas próximas como la alemana y la austriaca, los platos que salen de sus fogones se caracterizan por sus sabores, llenos de sorprendentes matices, y el uso de la carne acompañada de deliciosas guarniciones donde patatas, arroces, vegetales y pastas son los protagonistas. ¡Disfruta del delicioso plato nacional que no es otro que cerdo asado acompañado de pasta y col! Situada entre la tradición y la modernidad, la gastronomía del país combina de manera magistral recetas tradicionales llenas de historia con modernos conceptos culinarios que, en algunos de los casos, podrás descubrir en elegantes restaurantes reconocidos con Estrella Michelín. Entre sus platos más tradicionales se encuentran el knedlíky, el knedlo, el zelo, la bramborové knedlíky, el bramborák... ¡Pruébalos todos! Otra de las especialidades gastronómicas, muy típicas en celebraciones, son los deliciosos chlebíčky. Muy parecidos a los pinchos son auténticos manjares en miniatura.
República Checa es además un destino perfecto para los amantes de lo dulce. Disfruta del bizcocho tradicional (bábovka), de las tortitas con mermelada y quark (koláč), del delicioso hojaldre relleno de manzana (jablečný závin), de las galletas de jengibre de Bohemia, de las tartas y pasteles elaborados con los famosos quesitos de Olomouc... Y para brindar, nada mejor que sus cervezas -pivo- y vinos locales.Polonia
Su ubicación geográfica, su agitada historia y el carácter de los polacos han moldeado durante siglos un universo gastronómico fascinante lleno de deliciosas sorpresas que merecen ser descubiertas. La comida en el país es fuente de inspiración, socialización y alegría; por ello, comer en Polonia siempre es una experiencia gratificante. Debido a su ubicación en Europa, la cocina polaca se ha visto influenciada por elementos culinarios exportados tanto del norte como de las áreas orientales del Viejo Continente. Además, episodios históricos -como el matrimonio del monarca polaco Segismundo con la Bona Sforza (siglo XVI), introdujeron en la Corte y en la gastronomía polaca productos y recetas de la cocina italiana.
Una vez más la historia, concretamente las largas contiendas libradas con los turcos, enriquecieron las dispensas del país con diferentes especias, y la presencia de los judíos aderezaron el recetario popular con suculentos platos que todavía hoy se acompañan con la denominación de “al estilo judío”. El siglo XIX, convulso en el terreno político, terminaría trayendo al país nuevos aires provenientes del país francés que aportaría a los fogones polacos nuevas recetas y técnicas. Entre nuestras sugerencias se encuentran las empanadillas (pierogi), son simplemente deliciosas. No puedes abandonar el país sin frecuentar sus típicos “bares de leche”. Nacidos en la dura posguerra, estos establecimientos culinarios siguen estando subvencionados por el gobierno. Además de un acogedor y típico ambiente, podrás degustar platos caseros y típicos -que no lleven carne- a buen precio.
República Checa
Si viajas al país puedes llenar tu maleta de un gran número de regalos y recuerdos originales y típicos, ya que debido a que el país no pertenece a la zona euro ofrece al viajero precios más competitivos que los que se registran en otros países europeos.
Entre los productos más tradicionales se encuentran las artesanales marionetas, auténticas protagonistas de leyendas y cuentos de príncipes y princesas; el magnífico cristal de Bohemia y el cotizado granate checo, una piedra semipreciosa que lleva siglos adornando joyas de la nobleza y realeza europea… En el terreno gastronómico, no te pierdas las deliciosas obleas rellenas de dulce y la labecherovka, una bebida de alta graduación popularizada a principios del siglo XIX... Otras bebidas del país son los excelentes vinos de las centenarias bodegas de Bohemia o Moravia y la tradicional y reconocida cerveza local.Polonia
Polonia en un país perfecto para ir de compras o simplemente buscar un recuerdo de tus vacaciones. Polonia es conocida en Europa por sus precios competitivos y la alta calidad de sus productos artesanos y artísticos que podrás encontrar en los comercios tradicionales, mercadillos, ferias regionales...
Te recomendamos que regreses a casa con alguna obra o joya realizada en plata, ámbar o en cristal del país, con excelentes prendas elaboradas en lana, delicadas esculturas talladas en madera... Entre sus joyas gastronómicas con Denominación de Origen se encuentran el queso de oveja (oscypek), el pan aderezado con jengibre (piernik), las mieles y licores del país... A los amantes de las bebidas fuertes, les recomendamos sus afamados vodkas, todo un emblema del país.
República Checa
•1 de enero- Día de la Restauración del Estado Checo Independiente y Año Nuevo • Viernes Santo • Lunes de Pascua • 1 de mayo Día del Trabajador • 8 de mayo- Día de la Victoria. Día de la Liberación del Fascismo • 5 de julio- Día de los apóstoles eslavos San Cirilo y San Metodio • 6 de julio- Día de la muerte en la hoguera del maestro Jan Hus • 28 de septiembre- Día del Estado Checo •28 de octubre- Día de la Fundación del Estado Checoslovaco Independiente • 17 de noviembre – Día de la Lucha por la Libertad y la Democracia • 24 de diciembre- Nochebuena • 25 de diciembre– Primer Día de Navidad • 26 de diciembre– Segundo Día de NavidadPolonia
•1 de enero: Año Nuevo •6 de enero: Reyes Magos •Pascua: Domingo de Resurrección y Lunes de Pascua •1 de mayo: Día del trabajador •3 de mayo: Día de la Constitución (aniversario de la proclamación de la primera Constitución polaca, de 3 de mayo de 1791) •Corpus Christi: el jueves de la novena semana después de Pascua. Se celebra con grandes procesiones en las que participan niños vestidos de blanco •15 de agosto: la Asunción de la Virgen, el día de las Fuerzas Armadas de Polonia (aniversario de la victoriosa batalla contra el ejército ruso, que tuvo lugar en las afueras de Varsovia en 1920) •1 de noviembre: Día de Todos los Santos •11 de noviembre: Fiesta Nacional de la Independencia (Polonia logró la independencia en 1918 después de 123 años de desmembramiento debido a tres repartos del país) •25 y 26 de diciembre: NavidadLas temperaturas en la República Checa suelen ser moderadas, aunque son normales las oscilaciones climáticas entre las diferentes estaciones del año. Además, su proximidad a las barreras montañosas facilita que el país tenga una climatología continental. Las temperaturas que se registren en las diferentes regiones dependerá, en buena medida, de su ubicación geográfica y de la altitud en la que se encuentre respecto al nivel del mar. Los meses invernales, las estampas nevadas y las heladas suelen ser habituales en casi todo el país.
A partir de finales de marzo o principios del mes de abril, empiezan a ascender las temperaturas, produciéndose el deshielo de las montañas y coloreando los campos y vegetación de brillantes colores. Por su parte, los meses estivales suelen registrar temperaturas más elevadas.
¿No sabes que meter en la maleta? Antes de viajar a Polonia, te recomendamos consultar la climatología prevista para las fechas de tus vacaciones.
La ubicación geográfica del país y su relieve plano hacen que su climatología pueda ser cambiante. Con todo, los polacos gozan de las clásicas cuatro estaciones, aunque en algunos enclaves los polacos aseguran tener una “preprimavera” en marzo, ya que este mes compagina jornadas frías típicas del invierno con otras más cálidas más propias de la primavera.
En líneas generales, el clima del país es continental y húmedo, con meses invernales fríos -con temperaturas que suelen descender de los 0º C - y veranos suaves, con temperaturas medias que no suelen rebasar los 20ºC.