Portugal: Portugal al Completo: de Lisboa a Fátima
Un viaje por la cultura, historia y gastronomía lusitana
Conoce el viajePortugal: Portugal al Completo: de Lisboa a Fátima
- Duración
- 8 días
- Tipo de circuito
- Circuito
Portugal es un país fascinante que se convierte en un magnífico destino para pasar unas vacaciones inolvidables, a precios siempre asequibles. Es un país variopinto. Lisboa, Oporto, Cascais, Estoril... Ríos, puentes, buen vino, escuchar cómo suena un fado, hablar de los Caballeros del Temple en una noche de luna... Todo esto y mucho más... es Portugal. Ya en la capital, Lisboa, el Monasterio de los Jerónimos es una visita obligada. Es una de las Siete Maravillas del país y un símbolo nacional que mantiene viva la memoria de su pasado imperialista. Sin salir de la ciudad, la Torre de Belém. Desde sus ventanas y terrazas hubo alguien que imaginó, un día, el río Tajo lleno de carabelas, con las velas izadas y listas para descubrir nuevos mundos. Pudo ser un sueño… O no. ¿Quién lo sabe? ¿Queremos contacto con la naturaleza? En el Parque Nacional de Peneda Gerês, considerado Reserva Mundial de la Biosfera por la UNESCO, lo tendremos... Y nos maravillaremos. ¿Y qué describe mejor la esencia del sentir portugués que un fado? Si nos acercamos al bohemio barrio de Alfama y deambulamos por sus calles llenas de melancolía, encontraremos, seguro, un espectáculo de música en vivo… Mientras, muy cerca, en Braga, habrá quien subirá a pie los 583 escalones de la Iglesia de Bom Jesus, pero nosotros ¡lo haremos en funicular! Qué alivio… ¡Por Dios!
Hablaremos de los Templarios, a la luz de la luna, escuchando un fado y bebiendo vino de Oporto...
Algunos kilómetros al sur, podremos dar un paseo por la ría de Aveiro en uno de los tradicionales barcos “moliceiros”, antiguamente dedicados a la recolección de algas. Intentaremos no marcharnos de Aveiro sin probar los deliciosos ovos moles, un dulce típico de la ciudad, elaborado en varios conventos de la zona. Cuando estemos en Coimbra, nos prepararemos para entrar en un auténtico templo de sabiduría. Fundada en 1290, su Universidad sigue siendo uno de los núcleos académicos más importantes del país. Por sus aulas pasaron intelectuales de la talla de Luis de Camões, Eá de Queirós o Almeida Garrett, entre otros. En Fátima, bien sea por convicciones religiosas o por pura curiosidad, pararemos en el Santuario, construido sobre el lugar donde los “três pastorinhos” afirmaron haber visto a la Virgen allá por 1917. Hoy en día, peregrinos de todo el mundo se acercan a este templo. Algunos, recorren el último tramo, de rodillas… Cambiando de escenario, y nos guste o no el surf, también pararemos en Nazaré. El francés Benjamín Sanchís batió aquí el último récord mundial surfeando sobre una ola de ¡33 metros! En Sintra, a sólo media hora de la capital, caminaremos hasta el castillo, entraremos en el colorido Palacio da Pena, visitaremos los jardines de Seteais, comeremos deliciosos dulces como los “travesseiros” y descubriremos –de manera rápida- por qué escritores como Eça de Queirós, Lord Byron o Hans Christian Andersen se dejaron inspirar por esta ciudad.
Emociones nuevas en tu viaje
En una fabulosa mansión ubicada en los jardines del Parque Marechal Carmona podemos visitar el Museo de los Condes de Castro Guimarães, una de las mayores atracciones turísticas de Cascais. La casa fue construida en el siglo XIX para Jorge O'Neill, el jefe de una dinastía portuguesa / irlandesa con vínculos con la nobleza, quien al entrar en bancarrota acabó vendiéndolo al Conde de Castro Guimarães. El palacete fue diseñado Magnini, autor de algunas de las principales obras del revivalismo neomanuelino, como el Hotel do Buçaco. La característica más llamativa del edifico es la gran torre.
El Museo-Biblioteca de los Condes de Castro Guimarães se inauguró oficialmente el 12 de julio de 1931, después de que el conde falleciera y legara el edificio a la ciudad con la condición de que se convirtiera en un jardín público y un museo. El parque Marechal Carmona, donde se alza el palacio también es conocido como Parque da Gandarinha, es uno de los jardines más grandes de Cascais. Alrededor del parque están algunos de los edificios más importantes de la zona: el Pavilhão de Cascais, el Hipódromo, el Museo del Mar, el Centro Cultural, el Museo Condes de Castro Guimarães y la Casa das Historias Paula Rego.
No cabe la menor duda de que una de las mayores atracciones de Coimbra, ciudad intelectual donde las haya, famosa por su Universidad, es la Biblioteca Joanina. En los tres pisos de la Biblioteca Joanina se conservan 60.000 volúmenes de diversas materias, y en conjunto con la Biblioteca General de esta universidad, se contabilizan un millón de volúmenes. En esta biblioteca, considerada una de las más relevantes del mundo, se encuentran ejemplares de valor incalculable como la primera edición de las Lusíadas, una biblia hebrea editada en la segunda mitad del siglo XV de la que apenas existen una veintena de ejemplares en todo el mundo.
Pues bien, parece ser que en semejante templo del conocimiento habita una colonia de murciélagos cuyo cometido es acabar con uno de los mayores enemigos del papel y de los miles de libros que reposan en las estanterías, los insectos. A decir de los expertos, la existencia de esta colonia de murciélagos es lo que permite que los valiosos ejemplares no sufran daños en exceso. Ahora bien, preservar el valioso mobiliario de la acción de los murciélagos obliga a los cuidadores de la biblioteca a extender cada noche unos lienzos de cuero sobre estanterías, mesas y demás, para protegerlos. Todo sea por el bien de esta joya, única en el mundo.
El Santuario está compuesto principalmente por la Capilla de las Apariciones, Recinto de Oración, Basílica de Nuestra Señora del Rosario, Casa de Retiro de Nuestra Señora del Carmen y Rectorado, Casa de Retiro de Nuestra Señora de los Dolores y Albergue para enfermos, Plaza Pío XII, Centro Pastoral Pablo VI y la nueva Iglesia de la Santísima Trinidad. Dada la gran cantidad de peregrinos procedentes de todas partes del mundo que cada día se acercan hasta Fátima, a veces es difícil acceder a todos los lugares de interés, ya que hay que aguardar largas colas. Sin embargo, lo más destacado es la Capilla de las Apariciones es uno de los lugares dentro del complejo de Fátima que más visitas recibe. De hecho, fue el primer edificio construido en Cova de Iria y está presidido por la imagen de la Virgen. El pedestal donde se encuentra la Imagen de la Virgen marca el sitio exacto donde estaba la pequeña encina sobre la cual la Virgen se mostró a los pastorcitos el 13 de mayo, junio, julio, septiembre y octubre de 1917.
Otro de los lugares que hay que visitar en La Basílica de Nuestra Señora del Rosario, de estilo barroco y cuya torre está culminada por una corona de bronce de siete toneladas y una cruz de 30 metros de altura. En ella se encuentran además las tumbas de los pastores Jacinta y Francisco.
Fue construido por el arquitecto Peter Chermayeff dentro del marco de la Expo 98 y se encuentra en el barrio del Parque de las Naciones. El edificio del Oceanário tiene dos plantas y todo gira alrededor de un gran acuario central del tamaño de cuatro piscinas olímpicas, con 5.000 metros cúbicos de agua, que da cabida a más de 100 especies, entre las que encontramos tiburones, rayas, barracudas, morenas , etc. La idea del gran tanque central era mostrar cómo pueden convivir especies procedentes de diferentes océanos a un mismo espacio. Sin duda alguna es un espectáculo que atrapa a adultos y niños. Pero la cosa no acaba ahí, ya que alrededor del tanque central se ubican otros cuatro representando cada uno un hábitat diferente, la costa rocosa del Atlántico Norte, la línea costera de la Antártida, los bosques laminariales del Pacífico y los arrecifes de coral del Índico. En total, el Oceanario reúne un total de 16.000 ejemplares de 450 especies marinas.
A esta gran obra que dejó la Expo del 98 en Lisboa hay que sumar el Puente Vasco da Gama construido como emblema de la exposición. Actualmente está considerado el puente más largo de Europa. Son dos megaconstrucciones que sin duda merece la pena visitar en la capital de Portugal.
Se trata de un bocadillo relleno de filete o lomo, jamón, salchicha y linguiça, un embutido de cerdo con pimentón similar al chorizo. Por si eso fuera poco, va cubierto de queso y de salsa picante hecha con cerveza y tomate. Para rematar el plato, se sirve con patatas fritas. Pero como todo plato tiene un origen y una historia el de la francesinha hay que buscarlo allá por el año 1953 en el restaurante Reboleira de la mano del cocinero Daniel David da Silva, que había trabajado varios años en Bélgica y Francia. Parece ser, a decir de quienes conocen el proceso de invención del bocadillo más popular de Oporto, que da Silva quiso darle una vuelta de tuerca al famoso croque-monsieur. ¡Y tanto que se la dio! Por si no fuera suficiente tal contundencia de ingredientes entre dos rebanadas de pan le añadió salsa picante hecha con piri-piri, un pimiento típico de las antiguas colonias portuguesas en África. Y es que la gracia de este bocadillo reside en la salsa picante, que puede variar según el restaurante. Los ingredientes son cerveza, algún condimento picante y tomate, a los que se añaden un sofrito de verduras, caldo, especias y vino de Oporto o whisky.
A la muerte de su creador, en los años 60, la francesinha comenzó a popularizarse y extenderse a otras ciudades portuguesas hasta el punto de que se han llegado a desarrollar distintas versiones. Pero sin duda, hoy por hoy, la auténtica y original es la que se sigue haciendo en Oporto. Así que si pasáis por allí, no dejéis de probarla.
Si preguntamos en Sintra por el edificio más singular, nadie dudará en decirnos que ese es el Palacio da Pena, un bello ejemplo del estilo arquitectónico del Romanticismo. De estilo ecléctico, el palacio mezcla diferentes corrientes estéticas, haciéndolo único en el mundo. Este edificio se construyó durante el siglo XIX y es uno de los más visitados del país. Está rodeado por un jardín en el que conviven miles de especies botánicas procedentes de todo el planeta. En su origen el edificio albergó un monasterio de frailes. Cuando éstos se trasladaron a la zona de Belem, en Lisboa, el rey Fernando II compró las ruinas del palacio tras el terremoto de 1755 y decidió construir un palacio en el lugar como obsequio para su esposa María II de Portugal.
Aún pueden apreciarse los restos de la capilla del antiguo monasterio recorriendo la muralla exterior del palacio. El rey encargó la reconstrucción del palacio al arquitecto de origen alemán Ludwig Von Eschewege quien lo convirtió en residencia de verano de la familia real portuguesa. Cuando la monarquía portuguesa llegó a su fin y la familia real se vio obligada a exiliarse, el Palacio da Pena pasó a ser administrado por el Estado, y permanece abierto al público desde 1910.
El plan de viaje a tu alcance
- Alojamiento.
- Lisboa
- Desayuno. Cena.
- Nazare
- Batalha
- Aveiro
- Oporto
- Desayuno.
- Oporto
- Panorámica de Oporto
- Bodega de Oporto
- Paseo en barco por el Duero
- Desayuno.Cena.
- Guimaraes
- Vila Real
- Coimbra
- Desayuno.Cena.
- Fatima
- Panorámica de Coímbra
- Desayuno.Cena.
- Tomar
- Obidos
- Lisboa
- Desayuno.
- Estoril
- Cascais
- Sintra
- Lisboa
- Panorámica de Lisboa
- Costa Estoril
- Panorámica de Cascais
- Sintra con entradas
- Panorámica de Sintra
- Desayuno.
- Lisboa
¿Quieres saber más de Portugal?
Desde el sur hasta el norte, la geografía, el agraciado clima y el mar dan forma a una cocina sorprendente y sabrosa, salpicada de platos llenos de tradición y “buen hacer”.
El país es famoso por sus célebres platos de pescados, siempre frescos, y la excelente calidad de sus mariscos. ¡Son muchos los que afirman que en Portugal se come el mejor pescado del planeta! Porque viajar a Portugal es emprender un singular viaje gastronómico a través de sorprendentes sabores y texturas. No puedes abandonar el país sin degustar sus platos de bacalao -dicen los lugareños que pueden prepararlo de mil formas diferentes- regado con el excelente aceite de oliva local. Pero no sólo del mar vive el hombre. Portugal es también conocido por sus platos de cuchara, sus magníficas carnes y embutidos, sus exquisitos dulces y postres que podrás acompañar con un delicioso expreso, sus prestigiosos vinos y licores. ¡En Portugal encontrarás siempre un vino para maridar sus excelentes platos! Podrás elegir entre los caldos de Oporto, del Douro, de Alentejo... La lista es larga y tan sugerente como los quesos lusos que se elaboran en las localidades del centro del país o en las bellas islas Azores.
Dicen que los objetos son capaces de mostrar cómo es un país y las personas que en él habitan. Por ello, son muchos los viajeros que buscan el recuerdo perfecto durante sus vacaciones. Famoso por su tradición textil, gastronómica y cultural, y con precios en ocasiones más bajos que los de sus vecinos europeos, Portugal lleva décadas posicionado como un interesante destino de compras. De este modo, sus centros comerciales, sus comercios de toda la vida, tiendas especializadas y elegantes boutiques -donde podrás encontrar las principales marcas lusas e internacionales- convierten a las principales ciudades del país y a sus enclaves más turísticos en un destino perfecto para disfrutar de unas agradables horas de shopping. De norte al sur, el país cuenta con interesantes y animados mercados y rastrillos donde poder comprar desde productos locales de primera calidad a prendas de jóvenes diseñadores lusos, muebles vintage, menaje de cocina, productos de alfarería "negra" de Viseu, cestos de mimbre de diversos motivos y formas, fabulosos azulejos... ¿Alguna recomendación? A sus célebres sábanas y toallas de algodón bordadas a mano, y las hermosas colchas de Castelo Branco, de excelente relación calidad y precio, se unen sus conocidas y artesanal alfombras de Arriolos (Alentejo), sus exquisitos productos de artesanía y cerámica, los objetos de madera tan típicos de Minho y Porto y Norte, las esculturas de Alentejo, las tradicionales lozas azules y blancas de las islas Azores... La lista es larga y se adapta a todos los gustos y presupuestos, aunque entre los viajeros suelen predominar clásicos como el gallo de Barcelos, los pasteles del barrio lisboeta de Belém, el excelente vino de Oporto... Los amantes del café están de enhorabuena, ya que el café de Portugal es uno de los mejores del mundo. Si estás de viaje en Lisboa, puedes encontrar el regalo perfecto en el legendario A Brasilea, donde se puede adquirir el grano de uno de los cafés más conocidos de la ciudad. Y para redondear el presente, puedes pasar por algunos de los conventos centenarios y comprar a las monjas sus deliciosos dulces, todo un regalo del cielo.
•1 de enero: Año Nuevo
•Viernes Santo
•25 de abril: Día de la Libertad
•Corpus Christi
•1 de mayo: Día de los Trabajadores
•10 de junio: Día de Portugal
•15 de agosto: Asunción de Nuestra Señora
•5 de octubre: Instauración de la República
•1 de noviembre: Día de Todos los Santos
•1 de diciembre: Restauración de la Independencia
•8 de diciembre: Inmaculada Concepción
•25 de diciembre: Navidad