
Italia: Italia Clásica: de Milán a Roma
Déjate seducir por la belleza infinita de las grandes capitales italianas
Conoce el viajeItalia: Italia Clásica: de Milán a Roma
- Duración
- 8 días
- Tipo de circuito
- Circuito


Italia enamora desde el primer instante. Por su historia, su patrimonio artístico, sus paisajes o, simplemente, por su cocina, entre otras muchas razones. Encontrarás un motivo distinto para adorar este país en cada rincón. Empezando por el norte, el viaje arranca en la moderna Milán, meca de la moda y las tendencias donde conocerás su imponente catedral, antes de descubrir los lagos y lagunas enclavados entre montañas rumbo a la región de Véneto. De la catedral de San Marco y los paseos en góndola por la absolutamente imprescindible Venecia, saltarás al luminoso corazón de la Toscana. Prepara tu pulso, porque puede acelerarse al observar la belleza florentina, desde la imponente cúpula de Brunelleschi hasta el Ponte Vecchio.
“En la capital italiana te esperan inagotables dosis de arte e historia al doblar cada esquina, literalmente”
El ecuador del viaje transcurrirá desde la Toscana hacia Roma, una ciudad que nunca te cansarás de visitar y que siempre disfrutarás con la intensidad de la primera vez. En la capital italiana te esperan inagotables dosis de arte e historia al doblar cada esquina, literalmente. Desde los turísticos Museos Vaticanos hasta las tradicionales mesas de cuadros del Trastévere donde compartir una sabrosa pizza. La recta final de esta propuesta te permitirá disfrutar de la urbe a tu ritmo y plantea alternativas como conocer más fondo el antiguo Imperio Romano sepultado bajo el Vesubio en la mítica Pompeya o como fotografiar las cristalinas aguas del Mare Nostrum y los farallones en la exclusiva Capri. ¿Te apuntas?
Emociones nuevas en tu viaje
Anna Maria Luisa de Médici. Ésta es la mujer a la que Florencia debe buena parte de su esplendor y fama actuales. Una decisión suya a principios del siglo XVIII permitió a la ciudad mantener una riqueza cultural que, aún hoy, sirve como gran atractivo para viajeros y turistas.
La última representante de la casa de los Médici firmó en 1737 el Patto di Famiglia con la nueva dinastía reinante en la Toscana por el cual exigía que toda su herencia se quedase para siempre en Florencia. De este modo, el enorme legado de obras de arte de los Médici no se movió de donde estaba en 1743, cuando la última Médici falleció. No sorprende que cada año la ciudad recuerde a Anna Maria con una fiesta en el día de su muerte, el 18 de febrero. Un desfile de disfraces de época recorre las calles de Florencia desde el Palazzo Vecchio hasta su tumba, en la Capella Medicee. Además, varios museos florentinos abren y ofrecen visitas guiadas gratis para todo el público.

Los Médici con Florencia fueron la cara, mientras que los Della Rovere con Urbino fueron la cruz. Esta preciosa localidad, situada a poco más de 100 kilómetros de Florencia, perdió buena parte de su patrimonio después del asesinato del heredero de esta casa noble de la ciudad. Por ejemplo, su impresionante biblioteca acabó integrada en la del Vaticano en 1657.
No puedes abandonar Milán sin llevarte un panettone bajo el brazo. Este dulce típico de la capital lombarda es tradicional de la Navidad, pero ha adquirido tanta fama en todo el mundo que ya se puede comprar durante todo el año.
Eso sí, en los últimos días del año tiene un sabor especial, lleno de tradición. Y es que está certificado que al menos desde el siglo XV era costumbre colocar tres panes cilíndricos en el menú navideño milanés. La simpleza de sus ingredientes es una de las claves de su éxito, porque siempre ha estado al alcance de toda la población. De hecho, la leyenda dice que surgió por serendipia, cuando un cocinero, agobiado porque se le había quemado el postre, improvisó este pan dulce con elementos sumamente básicos: harina, agua y fruta. Después se le han ido añadiendo ingredientes como los huevos o la manteca, y de hecho actualmente podremos encontrar muchos tipos de panettone. Además, lo veremos en las tiendas y pastelerías durante todo el año y no solo en Lombardía porque, por ejemplo, Brasil es el segundo productor mundial y Perú el segundo consumidor. Eso sí, como en Milán, en ningún sitio…

Podremos encontrar panettone en numerosas tiendas y supermercados, especialmente en el mes de diciembre. Hay versiones de todo tipo, incluso con crema, con helado o con chocolate. Ahora bien, para comprar un panettone más ajustado a la tradición, lo mejor es buscar una de las pastelerías clásica de Milán como Vergani, Marchesi o Cucchi.
Milán es la ciudad de la moda, pero también la ciudad de los teatros. Una visita a la capital de la Lombardía no estará completa si no disfrutamos de algún espectáculo en directo en uno de sus escenarios, especialmente en invierno, cuando el frío acecha en las calles y una platea resulta el mejor refugio.
Tenemos muchos donde elegir: se calcula que hay más de 300 espectáculos a lo largo del año en la ciudad, desde el teatro clásico al contemporáneo pasando por la ópera, la danza o el cabaret. Hay teatros por toda la ciudad, aunque los más relevantes se concentran en la zona de Brera. Si el calendario de eventos y nuestro bolsillo nos lo permiten, la mejor opción es sentarse en una de las butacas del Teatro alla Scala, uno de los templos sagrados de la ópera mundial. Es sin duda el más famoso de la ciudad, porque allí acuden los mejores tenores y sopranos del mundo a confirmar su grandeza del mismo modo que los toreros deben hacer el paseíllo en Madrid. Abierto en 1778, ha acogido el estreno de óperas de Verdi, Rossini o Puccini. Otras buenas opciones son el Teatro del Piccolo, la Sala Fontana o el Teatro Manzoni.

El calendario de eventos del Teatro alla Scala se puede consultar en su página web y las entradas también pueden comprarse vía online.
Además de góndolas y canales, posiblemente lo primero que se nos venga a la cabeza cuando pensamos en Venecia es el carnaval. Sus máscaras y bailes le han otorgado fama internacional y atraen cada año miles de turistas que buscan sumergirse en el ambiente festivo y especial que vive la ciudad en dos semanas
Aún hoy se siguen celebrando suntuosas fiestas privadas y bailes de disfraces en los palacios nobles, pero los festejos se han expandido por toda la laguna, lo que permite a cualquier visitante integrarse rápidamente en el jolgorio. La mejor opción es vestirse para la ocasión (una máscara y una capa pueden ser más que suficientes) y dejarse llevar, paseando por las siempre idílicas calles venecianas. Hay actos de todo tipo durante el Carnaval, aunque el que no podemos perdernos es el Volo dell’Angelo (o Volo della Colombina), cuando un artista desciende a través de un cable desde lo más alto del campanario de San Marcos hasta el Palacio Ducal.

El primer documento oficial en el que se habla de la fiesta del Carnaval en Venecia se remonta a 1296: un edicto del senado de la República Serenísima que declara festivo el día anterior a la Cuaresma.
La piazza del Plebiscito es el auténtico corazón de Nápoles. Un enorme espacio de más de 25.000 metros cuadrados que acoge algunos de los monumentos más relevantes de la ciudad, como el Palacio Real, la Basílica de San Francisco de Paula, el Palacio de la Prefactura y el Palacio Salerno.
Es un buen lugar para observar cómo late la ciudad y cómo sus habitantes y sus visitantes pasean cada uno a su ritmo mientras nosotros probamos uno de los excelentes cafés italianos. Además, la piazza del Plebiscito nos ofrece la posibilidad de obtener buena suerte con un reto de superstición de ésos que adoran los napolitanos. Dicen que si somos capaces de caminar con los ojos vendados desde el Palacio Real hasta el hueco que hay entre las dos estatuas ecuestres del centro de la plaza, la diosa Fortuna nos acompañará. En invierno quizá encontremos menos gente en nuestro camino, pero la dificultad será similar. Ahora bien, lo mejor es tener los ojos bien abiertos y disfrutar de los monumentos de esta zona de Nápoles

La superstición procede de la época en que gobernaba la reina Margarita. Según parece, una vez al mes le daba a un preso la posibilidad de quedar en libertad si conseguía superar ese reto. Huelga decir que ninguno lo consiguió. Aunque sobre el papel pueda parecer sencillo, es realmente complicado. De hecho, muchos napolitanos consideran que hay una maldición de la reina… Además, el irregular pavimento de la plaza no ayuda a mantener una línea recta caminando.
¿Alguien se imagina caminar prácticamente en solitario por la plaza de San Marcos? En una ciudad con millones de turistas cada año parece un reto imposible, pero si viajamos en invierno, tenemos muchas posibilidades de conseguirlo.
Eso sí, para ello es fácil que necesitemos comprarnos unas botas de agua. Y es que en la época más fría del año, especialmente entre noviembre y diciembre, la ciudad experimenta el fenómeno del Aqua Alta, que inunda buena parte de sus calles. El nivel del mar Adriático sube con las mareas y, cuando supera en 90 centímetros el nivel normal, suenan las sirenas y se colocan pasarelas para acceder a los principales puntos de la ciudad. Ahora bien, la experiencia de pasear por la plaza de San Marcos llena de agua y sin apenas gente –es uno de los primeros lugares en inundarse- será una de las mejores fotos que nos podremos hacer para colgar en nuestras redes sociales.

Aunque para el visitante pueda ser algo curioso, lo cierto es que el Aqua Alta es un problema serio para la ciudad porque puede dañar sus edificios y, de hecho, pone en riesgo el mantenimiento de su condición como Patrimonio de la Humanidad. Las administraciones públicas llevan muchos años intentando desarrollar proyectos de contención del mar con diques y plataformas, pero los resultados no son los esperados.
El plan de viaje a tu alcance
- Alojamiento
- Milán
- Desayuno. Cena.
- Garda
- Padua
- Venecia
- Panorámica de Milán
- Desayuno.
- Venecia
- Crucero por la Laguna de Venecia
- Desayuno. Cena.
- Florencia
- Panorámica de Florencia
- Desayuno. Almuerzo.
- Asís
- Roma
- Panorámica de Roma
- Desayuno
- Roma
- Desayuno
- Roma
- Desayuno
- Roma
¿Quieres saber más de Italia?
Considerada una de las cocinas más completas y deliciosas, son muchas las ciudades y pueblos de todo el mundo que cuentan entre su oferta gastronómica con afamados restaurantes de cocina italiana. La pizza, la pasta, el rissoto, el queso de Parma, el vinagre balsámico de Módena, el pesto de la región de Liguria, la mozzarella de la Campania, la trufa de Alba… Estos son solo algunos de sus platos y productos italianos más internacionales, conocidos en los hogares de los cinco continentes.
El país italiano, famoso por su dilata historia e importante papel en el devenir de la arquitectura y las artes a nivel mundial, es también visitado por su gastronomía y excelentes vinos y licores. Cada región agasaja al viajero con sus propias tradiciones y deliciosos platos que convierten cualquier viaje a Italia en una experiencia gastronómica única. Platos que combinan las mejores verduras, carnes, pescados, arroces y frutas con el famoso saber hacer italiano. Los más golosos disfrutan con los fabulosos gelatos o de un delicioso tiramisú, que podrás acompañar con un intenso expreso o su tan célebre cappuccino. Y para disfrutar de la famosa dolce vita italiana, nada mejor que relajarse bajo el cálido sol y compartir una amena conversación con los lugareños, mientras disfrutas de una copa de vino o un limoncello. Otros licores famosos del país son la sambuca y la grappa. Pruébalos todos.
Italia es uno de los principales destinos de moda y diseño del mundo. Son muchos los viajeros que acuden a sus localidades con encanto en busca de inspiración y productos únicos. En Italia, se dan citas grandes firmas nacionales e internacionales, con exquisitas boutiques y encantadores comercios tradicionales. Te sorprenderá comprobar cómo el país combina la historia y la tradición con la moda y el diseño más vanguardista.
Entre nuestros imprescindibles se encuentra su exquisita artesanía y cerámicas, sus textiles en piel y en seda, sus excelentes bordados… No abandones el país sin una pieza elaborada en cristal de Murano o en madera de la Toscana, sin renovar tu cocina con la afamada cerámica de la isla de Sicilia o tu armario con los últimos diseños en seda que encontrarás en la siempre fascinante Milán. Los amantes de los muebles vintage y la ropa de jóvenes diseñadores nacionales encontrarán en los mercadillos toda una fuente de inspiración.
•Capodanno (Año Nuevo): 1 de enero
•Epifanía: 6 de enero
•Pasquetta (Lunes de Pascua): marzo / abril
•Giorno della Liberazione (Día de la Liberación): 25 de abril
•Festa del Lavoro (Día del trabajo): 1 de mayo
•Festa della Repubblica (Día de la República): 2 de junio
•Festa dei Santi Pietro e Paolo (San Pedro y San Pablo): 29 de junio
•Ferragosto (la Asunción): 15 de agosto
•Natale (Navidad): 25 de diciembre
•Festa di Santo Stefano (San Esteban): 26 de diciembre