Holanda: Ámsterdam y Flandes
- Duración
- 8 días
- Tipo de circuito
- Circuito
Nuestro recorrido por Holanda y Bélgica empieza en Amsterdam, la capital de Holanda, conocida también como la Venecia del Norte por sus canales, todo un símbolo de la ciudad. La Plaza Dam, el Mercado de las Flores y algunos de los museos más famosos del mundo, como el Rijksmuseum, el Museo Stedelijk de arte moderno, el Museo Van Gogh, el Museo de los Diamantes o el Concertbouw también son citas obligadas en nuestra visita a Amsterdam, así como la Casa Museo de Anna Frank. Holanda es un país que lleva siglos ganando mucha franja de terreno al mar gracias a grandes obras de la ingeniería. Desde los molinos de viento hasta las turbinas eólicas, desecando provincias enteras. En Flevoland, una de las doce que componen los Países Bajos, visitaremos la antigua isla de Urk. Haremos también una parada en Giethoorn, donde en su casco antiguo el transporte es realizado a través de los canales, sobre los que se construyeron 176 puentes, en unas embarcaciones similares a las góndolas venecianas llamadas punter. También atravesaremos el Gran Dique, situado en Oosterschelde, al norte del país, con sus 32 kilómetros de largo y una altura de más de siete metros, es una de las grandes obras de la ingeniería hidráulica de todos los tiempos. Zaanse Schans, en cuyo entorno se construyeron más de 600 molinos durante el siglo XVII, es uno de los pueblos más tradicionales de Holanda, y Marken, con sus típicas casas de madera construidas sobre postes, así como Volendam, pueblo de pescadores cuyos orígenes datan del siglo XIV, son algunas de las localidades más tradicionales de Holanda que vamos a conocer.
De Amsterdam, la Venecia del Norte, al vanguardismo de Rotterdam
En La Haya no nos podemos perder la visita al Parlamento, el Palacio Internacional de la Paz y algunas pinacotecas interesantes, como los museos Mauritshuis y Gemeentemuseum, que son dos de los más importantes de la ciudad. Y también visitaremos Delft, con su Iglesia Vieja, una de las más antiguas e importantes de la ciudad, cuya primera construcción se remonta a 1056. Rotterdam, la ciudad con el puerto más importante de toda Europa, nos espera con sus grandes ejemplos de la arquitectura más vanguardista, como el Millenniumtoren, sede de The Manhattan Hotel, el Delftse Poort o el edificio de Unilever – Royal Bank of Scotland. Los museos también son un plato fuerte de la ciudad, como el Museum van Boijmans Beuningen, uno de los más antiguos de Holanda, con una colección permanente de autores tan conocidos como Rembrandt, Van Gogh, Monet, Mondrian, Margaritte y Dalí. En la sede del Parlamento Europeo, Bruselas, no podemos dejar de visitar este edificio, ubicado en el llamado Barrio Europeo, en el que también se encuentra el edificio Berlaymont, la sede principal de la Comisión Europea. La Grand Place es el lugar más emblemático de la ciudad, el Palacio Real y la catedral de Santa Gúdula y San Miguel, muestra del gótico Brabantino, son visitas obligadas. Y no podemos olvidarnos de dos auténticos símbolos de la ciudad, el Manenken- Pis y el Atomium. Otra de nuestras paradas será Brujas o la Venecia del Norte, cuyo centro histórico, medieval, es uno de los mejor conservados del mundo, y Gante, con la Catedral donde fue bautizado Carlos V y donde podemos admirar la Adoración del Cordero Místico de Van Eyck. Y para acabar nuestro viaje, Amberes, con su gran puerto, y por ser mundialmente famosa por su producción de diamantes en bruto, donde hemos de parar en la Plaza Mayor para ver el Ayuntamiento y la Catedral, el mayor templo de Bélgica.
Emociones nuevas en tu viaje
La familia se refugió en lo que llamaron “la casa de atrás”, ubicada en un edificio del canal Prinsengracht, en la que la joven escribió un diario durante los dos años en los que duró su estancia en este lugar, hasta que fueron descubiertos y deportados a diferentes campos de concentración. De toda la familia, sólo el padre sobreviviría al horror del Holocausto. El Museo abrió sus puertas en 1960 después de que la casa estuviera a punto de ser derribada y el apoyo popular lograra salvarla y entregarla al padre de la familia, Otto Frank, creador de la Fundación Ana Frank. Aunque la mayor parte del mobiliario y los objetos personales de familia desaparecieron tras su detención, distintas fotografías y carteles ocupan las paredes vacías de unas habitaciones diáfanas, pero que en un tiempo acogieron a Ana y a su familia. El acceso a la parte de la casa donde los Frank se ocultaron durante dos años se realiza por la parte de atrás de una estantería, exactamente igual que en aquel entonces.
Al finalizar la visita en el piso superior, la planta baja acoge una exposición con objetos varios y los diarios originales escritos por Ana Frank Por último, un tercer espacio nos invita a tomar asiento y asistir al pase de distintos vídeos en los que se reflexiona acerca de la censura, la libertad de expresión, la tolerancia. Al finalizar la visita no nos cabe la menor duda de que tenemos muchas lecciones que aprender del ejemplo de la pequeña Ana Frank.
Pese a ser una ciudad de origen medieval cuyos orígenes se remontan al año 1200 aproximadamente, un bombardeo alemán durante la II Guerra Mundial acabó con la práctica totalidad de la ciudad. Hubo que reconstruir una gran parte de esta urbe dando paso a una ciudad moderna, cosmopolita, siempre a la vanguardia en el diseño. Son muchos los edificios singulares que podemos ver en Rotterdam, pero hoy nos fijamos en el edificio más alto de la ciudad, la Torre Euromast. La torre se construyó en 1960 como un mirador. Tiene 185 metros de altura, aunque 85 metros se añadieron tras su construcción acoplando una antena. La entrada nos da acceso a la plataforma a 100 metros de altura, una terraza panorámica, la Kraaienest, así como al ascensor Euroscoop, que sube hasta lo más alto de la antena. No cabe decir que es visita obligada si queremos obtener las mejores vistas de la ciudad.
Euromast fue construida con motivo de la Floriade de 1960, diseñada por el arquitecto HA Maaskant. Fue inaugurada oficialmente por la Reina Beatriz. Desde 2004 Euromast ofrece 2 suites bien decoradas y ubicadas a 92 metros de altura y en su interior alberga además uno de los restaurantes a la carta más conocidos de la ciudad. Pero la experiencia en el Euromast no acaba en las magníficas vistas que pueden contemplarse desde la plataforma. También se puede hacer rappel o descenso vertical desde los 100 metros y no es necesario tener experiencia previa. ¿Alguien se atreve?
En Amberes, una de las visitas obligadas es la casa museo del pintor Rubens. El pintor nació en la ciudad alemana de Siegen, aunque sus padres eran de Amberes. Vivió durante su infancia en Colonia hasta que a la muerte de su padre se trasladó a Amberes. A la muerte de Rubens, en 1640, su segunda esposa vivió durante unos años más en la casa familiar hasta que la alquiló a Lord Cavendish. Años más tarde la familia Rubens vendió la casa y tras diversas vicisitudes y pasar por distintas manos, en el siglo XIX la ciudad de Amberes consideró que el palacete debía convertirse en un museo que conmemorase la figura del genial artista, y así, finalmente en 1946 la casa museo de Rubens vio la luz.
La impresionante mansión se ordena en torno a un patio interior. El pórtico ubicado entre el patio y el jardín de estilo renacentista italo-flamenco fue diseñado por el propio Rubens y ya nos da una idea de lo que vamos a encontrar en el interior, y es que este palacio alberga auténticas joyas. Rubens estableció su estudio en esta casa, en la que vivió 29 años, llegando a albergar más de 2.000 obras, algunas de ellas inacabadas. Hoy en día el Rubenshuis exhibe gran parte del trabajo del pintor. Por ejemplo podemos admirar su primera creación, “Adán y Eva en el Paraíso”, o “La Anunciación”. También podemos ver alguna obra inconclusa, como “La batalla de Ivry” y una colección de autorretratos del artista. La casa también alberga esculturas, dibujos y una gran biblioteca. Rubens, gran aficionado a la lectura, solía disponer que alguien le leyera mientras él pintaba.
El Museo del Diamante de Brujas abrió sus puertas en el año 1990 y es una visita interesante para conocer la importancia que a lo largo de la historia y especialmente durante los siglos XIV y XV ha tenido la producción y comercialización de diamantes en esta ciudad y en realidad en toda Bélgica, país que desde hace siglos es famoso en todo el mundo por el tallado y pulido de diamantes, así como por la fabricación de joyas. Aunque Amberes es mundialmente reconocida por ser el centro mundial del comercio de esta valiosa piedra preciosa, la técnica de tallar diamantes se desarrolló en Brujas. Fue en esta ciudad, en el siglo XV, cuando el platero Louis de Berquem inició esta técnica. Como dato curioso, parece ser que el primer anillo de compromiso de diamantes del que se tiene constancia se fabricó en Brujas y fue el que el Emperador Maximiliano I le regaló a María de Borgoña. Así que nada mejor para comprender la importancia de la producción y comercialización de diamantes en Brujas, especialmente durante los siglos XIV y XV, que hacer una visita a este particular museo.
¿Qué vamos a encontrar en este museo? Pues diferentes salas de exposición en las que se exhiben los equipos de trabajo que se utilizaban hace siglos, así como los que emplean en la actualidad, conoceremos las características físicas de los diamantes, sus aplicaciones para la industria. Pero también podemos admirar bellos trabajos realizados en Brujas, como una réplica de la corona de Margarita de York y las réplicas de los 20 diamantes más valiosos del mundo. Diariamente el museo ofrece una charla acerca de la técnica del pulimento del diamante y también puede visitarse el laboratorio y al finalizar el corregido pasar por la tienda y ¡quién sabe! Si nuestro bolsillo nos lo permite llevarnos un bonito y valioso recuerdo de Brujas.
¿Quieres visitar el Big Ben, la Torre Eiffel, la Catedral de Santiago de Compostela sin salir de Bruselas? Pues es posible porque en el Mini Europe nos encontramos con una maqueta gigante de Europa a escala 1/25. Se trata de una de las atracciones que más visitantes recibe cada año, cerca de 350.000. El Mini Europe ofrece nada menos que las maquetas de 350 edificios, que representan a 80 ciudades pertenecientes a la Unión Europea repartidas en una superficie de 24.000 metros cuadrados. La historia de Mini Europe nace en 1987, cuando varios historiadores del arte eligieron los edificios europeos con mayor valor arquitectónico, cultural, social… Una vez seleccionados los monumentos, un total de 55 personas participaron en el proceso de elaboración de las maquetas con innovadoras técnicas para reproducir fielmente todos los detalles de cada edificio. A modo de ejemplo y para hacerse una idea de la magnitud y complejidad de esta tarea, sólo la Catedral de Santiago de Compostela requirió de 24.000 horas de trabajo.
El Mini Europe no es sólo un parque en el que deleitarse con los principales edificios europeos en miniatura, también se puede visitar el Spitit of Europe, una especie de juego interactivo para aprender más sobre la Unión Europea, el proceso de su formación y los países que la componen. Además, en verano también se puede disfrutar de un espectáculo de luz, sonido y fuegos artificiales. Si optáis por visitar este museo de maquetas podéis aprovechar para ver otras atracciones que están en la misma zona, tales como el Oceade y el Planetarium.
El centro neurálgico de Gante es sin duda la plaza de Korenmarkt, ubicada justo en la parte trasera del Graslei y lugar donde al caer la tarde los habitantes y estudiantes de Gante se sientan a disfrutar de alguno de los platos típicos de la gastronomía belga o de una cerveza bien fría. Antiguamente esta animada plaza acogía la prisión de la ciudad y era también el lugar donde llegaban las diligencias procedentes de otras ciudades. Actualmente en el Korenmarkt destacan varios edificios, entre ellos la iglesia de San Nicolás y la antigua oficina de correos, construida a finales del siglo XIX, ambos son una mezcla de los estilos gótico y renacentista.
Si visitamos la plaza no podemos dejar de entrar en la iglesia, que es una de las más antiguas de la ciudad. Este templo se edificó en el siglo XIII sobre una antigua iglesia que se incendió. Su construcción fue financiada por los comerciantes de la ciudad que le pusieron el nombre de San Nicolás en honor a su patrón. Cuando se construyó, la iglesia tenía bellos altares dorados y numerosas capillas que fueron destruidas en el siglo XVI por los protestantes. Esta zona acoge numerosos restaurantes donde podemos degustar algunos de los platos típicos de la gastronomía de la ciudad. Son muy típicos los mejillones con patatas fritas, los espárragos a la flamenca, las carbonadas flamencas, consistentes en un guiso de carne de buey a la brasa estofado en cerveza y especias, o el Waterzooi, el plato típico de Gante, una sopa cremosa de pollo con pescado, verduras nata y patatas.
El plan de viaje a tu alcance
- Alojamiento
- Ámsterdam
- Desayuno, almuerzo y cena
- Ámsterdam
- Visita al Gran Dique
- Excursión a Gierthoorn
- Desayuno
- Ámsterdam
- Panorámica de Ámsterdam
- Desayuno.
- Ámsterdam
- Desayuno y cena
- La Haya
- Delft
- Roterdam
- Bruselas
- Parque Madurodam
- Desayuno
- Brujas
- Gante
- Bruselas
- Panorámica de Bruselas
- Desayuno
- Amberes
- Malinas
- Bruselas
- Panorámica de Amberes
- Panorámica de Malinas
- Desayuno
- Bruselas
¿Quieres saber más de Países Bajos y Bélgica?
Países Bajos
En los Países Bajos encontrarás una gran variedad de restaurantes para todos los gustos y presupuestos.
Entre sus platos estrellas destacan las bitterballen, unas albóndigas fritas servidas con mostaza; el Hutspot, un guiso de ternera acompañado con puré de patatas y zanahorias; y la deliciosa Erwtensoep, una sopa de guisantes típica de Holanda. Además son muy populares las Patat, patatas fritas servidas con mayonesa u otras salsas en un cono de papel; y los Kaas, los famosos quesos como el Gouda y el Edam. La bebida nacional es la cerveza, toda una cultura para los habitantes de los Países Bajos.
Bélgica
Influenciada por la cocina francesa y en los últimos tiempos la internacional, los fogones belgas van ganando cada vez más adeptos. Si hay un plato que no puedes dejar de probar es "mules et frites", o lo que es lo mismo, mejillones y patatas fritas. La combinación perfecta
El secreto de los mejillones, su salsa, aderezada con vino blanco, mantequilla de ajo y provenzal. El de las patatas fritas, hechas en grasa de buey. Y es que las patatas fritas son todo un sello de identidad del país, hasta cuenta con un museo en Brujas. También podrás degustar las coles de Bruselas acompañadas con algún guiso; los carbonnades flamandes, carne estofada con cerveza belga y compañada de patatas fritas o los frikandel, una especie de perrito caliente. Bélgica será el paraíso de los amantes del queso, hasta 80 variedades podrán encontrar, pero más aún el de los más golosos, hasta 100 tipos de chocolates entre los que Godivas y Leonidas son los reyes, y sus tradicionales gofres. Y hablando de bebidas, no dejes de brindar por el viaje con una buena cerveza artesana.
Países Bajos
En los Países Bajos encontrarás diamantes, tanto sueltos como acoplados a joyas de original diseño, obras originales de arte, bonitas cerámicas y sus archiconocidos zuecos. Pero si por algo es conocido este maravilloso país es por su producción mundial de quesos.
Te recomendamos llevarte el famoso Gouda, un queso semi-curado y de sabor intenso, el queso Edam, muy tierno y con forma de bola, y el queso Massdam, particular por su corteza dura con agujeros. Otra de las cosas que merece la pena comprar son sus tulipanes. Para llevártelos como memoria o obsequio, te recomendamos que compres bulbos de tulipán, mucho más fáciles de trasladar.
Bélgica
Si eres de los que cada vez que viaja le gusta volver con algún recuerdo del país, ¡apunta nuestras recomendaciones!
En Bruselas podrás deleitarte en la Boutique de Tintín, paseas por sus pasillos es toda una experiencia y vuelta a la infancia, además de conseguir infinidad de ideas para algún regalo. Encontrarás desde cómics hasta figuritas, relojes, camisetas o mochilas. Otras dos buenas opciones pueden ser su riquísimo chocolate belga o sus tradicionales cervezas artesanas. Si visitas Amberes, sus diamantes y antigüedades te cautivarán, en Brujas sus encajes. Los encontrarás en toallas, pañuelos, manteles...
Países Bajos
•Año Nuevo, el 1 de enero •Viernes Santo, Primer día de Pascua y segundo día de Pascua, en marzo o abril •Día del Rey (su cumpleaños), el 27 de abril •Día de conmemoración nacional: 4 de mayo (no es un día festivo oficial) •Aniversario de la liberación, el 5 de mayo •Día de la Ascensión, el 10 de mayo •Primer y Segundo día de Pentecostés, en mayo o junio •Primero y segundo día de Navidad: 25 y 26 de diciembreBélgica
•Año Nuevo: 1 de enero •Domingo y Lunes de Pascua: en marzo o abril •Día del trabajador: 1 de mayo •Ascensión: sexto jueves después de Pascua •Pentecostés: séptimo domingo después de Pascua •Lunes de Pentecostés: octavo lunes después de Pascua •Fiesta Nacional de Bélgica: 21 de julio •Asunción de María: 15 de agosto •Fiesta de Todos los Santos: 1 de noviembre •Día del Armisticio o Wapenstilstand: 11 de noviembre •Navidad: 25 de diciembreEl idioma oficial predominante en Países Bajos es el neerlandés pero en general, la mayoría de personas habla y entiende inglés.
Los idiomas oficiales en Bélgica son el francés (predominante en el sur del país), el neerlandés (que se habla, sobre todo, en las regiones flamencas) y el alemán (reservado a algunas regiones orientales). En Bruselas se habla, sobre todo, francés. Aunque al ser una región tan abierta al turismo y a los movimientos de viajeros y trabajadores, es muy fácil comunicarse en inglés.
Países Bajos
El clima es oceánico y el tiempo, suave debido a la influencia del mar. Sea como sea, mira bien la previsión del tiempo antes de salir de viaje; lo mejor para adaptarse al clima del lugar es llevar ropa adecuada.Bélgica
Según el lugar del país en el que te encuentres, descubrirás climas diferentes. En la zona costera el clima es más templado pero también muy variable debido a los vientos que soplan del océano. En el centro del país, en cambio, las diferencias de temperaturas entre el verano y el invierno son más altas y también las lluvias más abundantes. La región de las Ardenas es la más fría y es habitual la nieve en invierno. Sea como sea, antes de salir de viaje mira bien la previsión del tiempo. Lo mejor para adaptarse al clima del lugar es llevar ropa apropiada.