
Italia: Sur y centro de Europa: Italia, Alpes y París
Historia, arte, cultura, tradición y naturaleza nos esperan
Conoce el viajeItalia: Sur y centro de Europa: Italia, Alpes y París
- Duración
- 12 días
- Tipo de circuito
- Circuito


No se puede pedir más, sólo esperar que lo disfrutemos a tope. Empezaremos en Roma, capital tanto política como histórica de Italia, donde el imponente Coliseo nos da la bienvenida y nos hace revivir la grandeza del Imperio Romano. En la “Ciudad Eterna” nos esperan también el Foro Romano, el Panteón, Los Museos Capitalinos, el Arco de Constantino, que data de épocas del antiguo Imperio y conmemora victorias de este emperador, así como la Plaza del Popolo. Y, cómo no, no puede faltar una visita a la Piazza Navona con la espectacular fuente de los Cuatro Ríos y la obligada ruta hasta la Fontana de Trevi. Venecia será otra de las paradas de nuestro viaje. La plaza de San Marcos, cuyo origen se remonta al siglo IX, con la Basílica y el Palacio Ducal crea uno de los conjuntos más fotografiados de la ciudad. Aquí pasearemos por el Gran Canal para admirar algunos de los edificios más bellos de la ciudad.
París, una ciudad llena de emociones donde nunca falta algo que ver, hacer y vivir
En Florencia, la Catedral de Santa María del Fiore, junto a su no menos importante Campanario, serán de visita obligada. En la ciudad cuna del arte renacentista, no podemos perdernos algunas de las pinacotecas más importantes del mundo para admirar obras de genios de la talla de Boticcelli, Miguel Ángel, Rafael, Giotto… La Galería Uffizzi reúne la colección más importante de arte del Renacimiento. Pero en Italia también nos esperan Asís, Siena, Pisa, Padua, ciudades con un patrimonio histórico de gran relevancia. Adentrándonos ya en Suiza visitaremos Lugano y Lucerna, dos preciosas y tranquilas ciudades situadas en el cantón de Ticino. En Lucerna encontramos uno de los puentes cubiertos, construido en su totalidad de madera, más antiguos de Europa. La iglesia de los Jesuitas, la primera gran iglesia de estilo Barroco de Suiza, y el barrio de Museggmauer, con su muralla medieval, también merecen una visita. Y llegamos a la capital suiza, Zúrich, moderna, tranquila, cosmopolita, con sus más de 50 museos y 100 galerías de arte, pero también con un pasado digno de ser conocido. Podremos recorrer la Bahnhofstrasse, la calle comercial por excelencia de la ciudad o el Zúrich-West, barrio con un gran ambiente cultural, donde prima lo alternativo, en contraste con el barrio Schipfe, con sus idílicos talleres de artesanos. Zúrich también tiene mucho que ofrecer a los aficionados al arte. La ciudad cuenta con nada menos que 50 museos, 14 de éstos dedicados al arte. En el Kunsthaus Zürich y el Museum Rietberg son algunos de los más interesantes. Acabamos nuestro viaje en París, ciudad monumental donde las haya. El problema en la Ciudad de la Luz es elegir lo que vamos a ver. Los románticos puentes del Sena; el Barrio Latino, con la Universidad de la Soborna y la catedral de Notre Dame; los Campos Elíseos, flanqueados a un lado por el imponente Arco de Triunfo, y al otro por la plaza de la Concordia; la Torre Eiffel, símbolo de la ciudad; el Museo del Louvre, visita obligada para ver La Gioconda; el Palacio de Versalles y sus jardines… París no se acaba nunca de ver.
Emociones nuevas en tu viaje
Construída por el Gran Duque Francisco I, según el proyecto diseñado por el arquitecto Giorgio Vasari, la galería se ubica en el último piso del edificio de los Uffizi. Esta famosa pinacoteca acoge obras destacadas del gótico toscano, realizadas por Giotto, como, por ejemplo, la “Virgen degli Ognissanti”. Igualmente podemos contemplar obras famosas del primer renacimiento, como “La Batalla de San Romano” de Paolo Ucello, así como otras de Boticelli. La visita a la Galería Uffizi nos llevará varias horas, aunque el orden cronológico de las salas facilita el hecho de que podamos seleccionar aquellos artistas u obras que más nos interese.
Son innumerables las obras destacadas que alberga este imponente museo, pero a modo de guía, entre las más importantes figuran: “Madonna col Bambino e angeli” de Fra Filippo Lippi, “L’Adorazione dei Magi” de Sandro Botticelli; “L’Annunciazione“ y “L’Adorazione dei Magi” de Leonardo da Vinci “La Sacra Famiglia” (“Tondo Doni”) de Michelangelo Buonarotti y “La Venere di Urbino” de Tiziano. Si no queréis perderos nada de lo más destacado que ofrece la Galería Uffizi, lo recomendable es realizar una visita guiada. Igualmente podéis reservar la entrada de forma anticipada, con dos días de antelación como mínimo, y ahorraros las largas colas que a diario se forman para entrar a realizar la visita y ganar algo de tiempo. No cabe duda de que Florencia, cuna del Renacimiento, y ciudad ligada al arte desde hace siglos, ofrece multitud de opciones y la Galería Uffizi ocupa el primer lugar.

Ubicado sobre el islote de Megaris, en el antiguo puerto pesquero de el Borgo, fue construido, en su forma actual, por los normandos en el siglo XII, sufriendo numerosas remodelaciones a lo largo de los siglos. El "Castillo del Huevo" debe su curioso nombre a un conjuro que el poeta Virgilio, quien fue habitante de la ciudad, lanzó un huevo enterrado en los cimientos del edificio, según el cual el castillo se destruiría si alguien rompía dicho huevo, cayendo sobre la ciudad y provocando una catástrofe. El edificio fue en sus inicios residencia de los reyes de la ciudad, más tarde, tras la conquista de los romanos, el castillo pasó a ser una cárcel. Se trata de una construcción bien conservada, rodeada prácticamente en su totalidad por agua, que permite contemplar magníficas vistas de la ciudad de Nápoles, su bahía y el volcán Vesubio, lo que ya hace que esta visita sea del todo recomendable.
Lo que vamos a encontrar en el castillo son estancias, paseos de ronda y túneles excavados en la roca por antiguos prisioneros. En la parte superior se conservan algunos cañones en su emplazamiento original. La entrada al Castell Dell’Ovo es gratuita, de lunes a sábado. Tras la visita no dejes de pasear por la zona del Borgo con sus encantadoras casas de pescadores y comer en alguno de los restaurantes típicos que rodean el castillo, muchos de ellos especializados en pescado.

Disfrutar de la gastronomía típica de los lugares a los que viajamos es, sin duda, una de las partes que más celebramos y que más nos reconforta después de una larga jornada de visitas, caminatas, sesiones de fotos, etc. Y eso podemos hacerlo en el Trastevere, el barrio más bohemio de Roma, de origen medieval, situado en la ribera oeste del río Tíber. Y es que esta zona de la ciudad es perfecta para degustar cualquier plato de la cocina italiana a la hora del almuerzo o la cena en cualquiera de sus numerosos restaurantes, la mayoría de ellos con terraza en la calle. Unos antipasti para empezar a abrir boca, como la bruschetta, los crostini o unas supplì alla romana, deliciosas croquetas de arroz acompañadas de carne, queso y tomate, son el entrante perfecto para dar paso a los platos principales. Unos spaghetti alla carbonara o pennette all’arrabbiata, la porchetta, cerdo asado, o el abbacchio, son algunas de las delicias que podéis degustar. Una recomendación, no dejéis de probar la trippa alla romana, callos de ternera.
Pero, obviamente, no todo en el Trastevere es gastronomía. Uno de los lugares más concurridos es la piazza di Santa Maria in Trastevere, en la que encontramos la basílica de Santa María en Trastevere, construida en el siglo XII. Desde este punto accedemos a algunas de las calles más animadas del barrio, como via della Lungaretta. El encanto de este barrio reside en sus calles serpenteantes y en las pequeñas ‘joyas’ que vamos encontrando a nuestro paso, como los edificios medievales, las pequeñas plazoletas, el mercado de la piazza di San Cosimato, o porta Portese, donde cada domingo se instala uno de los mercadillos callejeros más populares de Roma. Antes de acabar con tu visita al Trastevere tienes que subir hasta la colina del Gianicolo, o del Janículo, cuyos edificios forman parte del Patrimonio de la Humanidad de la Unesco y contemplar las magníficas vistas de la ciudad que ofrece esta posición privilegiada.

Los Campos Elíseos empiezan a definirse a mediados del siglo XVII cuando se plantó una gran alineación de árboles en lo que posteriormente se convertiría en la avenida y en 1724 adquirió su trazado actual. Recorrer los Campos Elíseos requiere su tiempo y no debido sólo a su longitud, sino por la gran cantidad de paradas que nos veremos obligados a realizar, ya sea para admirar alguno de los bellos edificios que se ubican en él, como para entrar en alguna de sus lujosas tiendas o para hacer un alto en el camino en alguno de sus cafés. No puedes pasar de largo por la famosa Ladurée y no entrar a comprar unos macarons.
La avenida tiene dos partes bien diferenciadas. La zona más baja de los Campos Elíseos, la que se ubica junto a la plaza de la Concordia está rodeada de jardines en los que se encuentran el Palacio del Descubrimiento, el Petit Palais, conocido como Museo de Bellas Artes de la Ciudad de París, en el que se exponen colecciones artísticas desde la Antigüedad hasta 1920 y el Grand Palais, ubicado justo enfrente, uno de los monumentos parisinos más emblemáticos. Fue construido para la Exposición Universal de 1900, y destaca por su inmensa cúpula acristalada. La parte alta de la Avenida comienza en la Place de l’Etoile junto al Arco de Triunfo, desde el que se obtienen las mejores vistas de los Campos Elíseos.

Fue fundado en 1543 por Luca Ghini y empezó su historia como un jardín de hierbas medicinales por Cosimo I de Medici. Actualmente estudia y cultiva plantas con propiedades medicinales y forma parte de la Universidad de Pisa. A un tiro de piedra de la Torre Inclinada, el jardín botánico puede ser la parada perfecta para reponer fuerzas durante unos minutos antes de seguir con nuestra ruta. Desde su origen, el Jardín ha jugado un papel importante en las actividades de enseñanza universitaria. Hoy el Jardín es fuente de material para diversos cursos de Botánica. Las colecciones de Orto son también un apoyo a diversos programas de investigación. Se abordan aspectos biológicos, genéticos y naturalistas de la investigación, y también otras aplicaciones, como las farmacéuticas, veterinarias y agrícolas.
Actualmente, el Jardín Botánico de Pisa acoge varias colecciones de interés como, por ejemplo, el Arboretum, que agrupa diferentes tipos de coníferas y amentíferas (acacias) o la colección sistemática, que se caracteriza por incluir 45 parterres en los que se localizan ejemplares de unas 550 especies de 39 familias diferentes. Otra compilación de plantas de gran interés en este espacio verde, es el dedicado a las acuáticas que aúna especies autóctonas como el nenúfar amarillo (Nuphar lutea) y el hibiscus palustre (Hibiscus palustris). Aunque no sea uno de los lugares más renombrados de la mundialmente conocida Pisa, no dejéis pasar la oportunidad de visitar este espacio con cierto aire romántico, refugio habitual de los estudiantes de la cercana universidad, en el que recuperar fuerzas antes de continuar el viaje.

La cuna del dadaísmo, el movimiento artístico que nació en el famoso Café Voltaire, para rebelarse contra las convenciones culturales del momento, también atesora rincones en los que la historia más antigua se impone con fuerza. Es el caso del Lindenhof, ubicado entre el río Limmat y Bahnhofstrasse, considerado el barrio más histórico de Zúrich. Si Zúrich West es la zona más moderna y alternativa de la ciudad, Lindenhof es todo lo contrario ya que conserva gracias a sus callejones medievales, con sus casas históricas, las tiendas de artesanía de todo tipo, las cafeterías y las tres iglesias más importantes de la ciudad, San Pedro, Augustinerkirche y Fraumünster, un aire de otra época. Una de las paradas obligatorias es la colina de Lindenhof, desde las que podrás tomar las fotografías más espectaculares de Zúrich. Este lugar, con vistas al río Limago, tiene su origen en un asentamiento celta y, en el siglo IV, se convirtió en fuerte romano para proteger la ciudad contra los germanos.
En la explanada que se extiende en lo alto de la colina hay un gigantesco tablero de ajedrez y desde la terraza se divisa el casco antiguo; enfrente, a la derecha, se ve la Escuela Politécnica Federal (un largo edificio de piedra verde) y a la izquierda se distingue la catedral (Grossmünster). No dejes de probar alguna de las típicas fondues o raclettes que sirven en muchos de los restaurantes de la capital suiza y que también puedes encontrar en este conocido barrio o hacer un alto en el camino en alguno de sus cafés para probar los típicos Tirggel, una galleta hecha a base de harina y miel o también un Mandelfisch, una torta de almendras.

El plan de viaje a tu alcance
- Cena.
- Roma
- Desayuno. Almuerzo.
- Roma
- Panorámica de Roma
- Desayuno.
- Roma
- Desayuno. Cena.
- Asís
- Siena
- Florencia
- Desayuno.
- Florencia
- Panorámica de Florencia
- Desayuno. Almuerzo. Cena.
- Venecia
- Desayuno.
- Venecia
- Paseo en barco por Laguna Veneciana
- Desayuno.
- Zurich
- Desayuno.
- París
- Desayuno.
- París
- Panorámica de París
- Desayuno.
- París
- Desayuno.
- París
¿Quieres saber más de Italia, Francia y Suiza?
Italia
Considerada una de las cocinas más completas y deliciosas, son muchas las ciudades y pueblos de todo el mundo que cuentan entre su oferta gastronómica con afamados restaurantes de cocina italiana. La pizza, la pasta, el rissoto, el queso de Parma, el vinagre balsámico de Módena, el pesto de la región de Liguria, la mozzarella de la Campania, la trufa de Alba… Estos son solo algunos de sus platos y productos italianos más internacionales, conocidos en los hogares de los cinco continentes.
El país italiano, famoso por su dilata historia e importante papel en el devenir de la arquitectura y las artes a nivel mundial, es también visitado por su gastronomía y excelentes vinos y licores. Cada región agasaja al viajero con sus propias tradiciones y deliciosos platos que convierten cualquier viaje a Italia en una experiencia gastronómica única. Platos que combinan las mejores verduras, carnes, pescados, arroces y frutas con el famoso saber hacer italiano. Los más golosos disfrutan con los fabulosos gelatos o de un delicioso tiramisú, que podrás acompañar con un intenso expreso o su tan célebre cappuccino. Y para disfrutar de la famosa dolce vita italiana, nada mejor que relajarse bajo el cálido sol y compartir una amena conversación con los lugareños, mientras disfrutas de una copa de vino o un limoncello. Otros licores famosos del país son la sambuca y la grappa. Pruébalos todos.
Francia
Un viaje perfecto se completa con una deliciosa gastronomía. Un tema del que Francia puede presumir, ya que los deliciosos platos salidos de sus fogones han influenciado a medio mundo. La cocina y la extensa, variada y rica dispensa de la que se nutre es, sin duda, uno de los puntos fuertes de la seductora potencia gala. En las principales ciudades del país podrás contemplar un sin fin de establecimientos cuidados hasta el último detalle y rendidos a la comida, en cualquiera de sus formas. ¡Y qué decir de sus siempre animados, coloristas y bulliciosos mercados! Panaderías y pastelerías y coquetas cafeterías despiertan al viajero con el clásico café acompañados de los deliciosos cruasanes. A la hora de comer, los típicos “bistrós”, bares y restaurantes con estilo te introducirán en un universo gastronómico fascinante que abarcan desde recetas tradicionales a las últimas propuestas de la “cocina creativa”. Y todo ello aderezado magistralmente con el buen gusto francés.
Los que quieran darse un homenaje culinario, encontrarán en el país galo una gran lista de restaurantes galardonados con Estrella Michelin. Todo ello aderezado con vinos, licores y cervezas de fama mundial, como los de la región del Valle del Loira y las principales áreas vinícolas del suroeste de Francia. ¡Disfruta de una cata de vino en sus centenarias bodegas! En los últimos años, el país ha impulsado diferentes iniciativas para acercar su afamada cocina a los visitantes. De este modo, se organizan tours gastronómicos y cursos de cocina que te permitirán cocinar junto a experimentados chefs algunas de las recetas más célebres del país.
Suiza
El país suizo seduce al viajero con un universo gastronómico singular y delicioso. No importa en qué zona de Suiza te encuentres, sus especialidades regionales convertirán tus vacaciones en toda una experiencia gourmet. Situado en el corazón de Europa, la historia y cultura de Suiza se ha enriquecido durante siglos de influencias de los países limítrofes. De este modo, es posible disfrutar de exquisitas pastas y risottos en la zona de habla italiana, y de típicas salchichas en la zona de habla alemana. Una influencia que también se refleja en su polifacética cocina. En sus grandes ciudades, cosmopolitas y abiertas al mundo, conviven restaurantes de cocina tradicional con otros que ofrecen en sus cartas platillos de diferentes partes del mundo.¿Alguna recomendación? Si viajas a Suiza no debes perder la oportunidad de saborear la "fondue", la "raclette", la "Cervelat" (una salchicha de tipo Brühwurst), el delicioso guiso de carne conocido como Kalbsgeschnetzeltes... Si eres más de pescado, te recomendamos la perca y las truchas. Además el país cuenta con quesos y embutidos tan célebres como en gruyer, el tête de moine o el emmental. Y para postre, nada mejor que acompañar el café con deliciosas tartas y tortas como la Gugelhopf o la Fasnachtküchli.
¿Ganas de brindar? Hazlo con los afamados vinos locales de las regiones de Ginebra y Tesino o con un aguardiente hecho con cerezas conocido como Kirsch.
Italia
Italia es uno de los principales destinos de moda y diseño del mundo. Son muchos los viajeros que acuden a sus localidades con encanto en busca de inspiración y productos únicos. En Italia, se dan citas grandes firmas nacionales e internacionales, con exquisitas boutiques y encantadores comercios tradicionales. Te sorprenderá comprobar cómo el país combina la historia y la tradición con la moda y el diseño más vanguardista.
Entre nuestros imprescindibles se encuentra su exquisita artesanía y cerámicas, sus textiles en piel y en seda, sus excelentes bordados… No abandones el país sin una pieza elaborada en cristal de Murano o en madera de la Toscana, sin renovar tu cocina con la afamada cerámica de la isla de Sicilia o tu armario con los últimos diseños en seda que encontrarás en la siempre fascinante Milán. Los amantes de los muebles vintage y la ropa de jóvenes diseñadores nacionales encontrarán en los mercadillos toda una fuente de inspiración.
Francia
Francia es uno de los destinos de compras más interesantes del mundo y uno de sus principales reclamos turísticos. El país es famoso por su arte, su cultura, su gastronomía, sus artículos de moda... Importantes ciudades como la capital de París están vinculadas fuertemente con la industria de la moda y el diseño, desplegando en sus elegantes y concurridas arterias comerciales un abanico de tiendas que apabullan al viajero por su elegancia, diversidad y calidad. ¿Te imaginas un lugar mejor para disfrutar de una divertida jornada de shopping?
No te lo pienses más y renueva tu armario acudiendo a los centros comerciales, las tiendas con encanto, las boutiques, los comercios tradicionales… Los famosos outlets son ideales para encontrar auténticas joyas textiles a precios imbatibles. En los últimos años, los principales centros comerciales y grandes almacenes han ido incorporando a su portfolio de servicios a sus clientes el acceso a un personal shopper.
Suiza
No hay duda de que Suiza es un paraíso para disfrutar de las compras, desde sus reconocidos relojes suizos -que en el país se pueden adquirir a mejores precios que en el extranjero- a deliciosos chocolates, galletas, quesos y embutidos, pasando por perfumes, prendas textiles de diseño, exquisitos bordados, navajas...
Suiza es también un buen destino para adquirir piezas de cerámica, talladas en madera, así como muebles vintage y valiosas antigüedades. El IVA de los productos comprados en territorio suizo es del 8%, pudiendo ser reembolsable siempre que se cumplan los criterios exigidos. Consulte en los negocios y establecimientos por la Global Blue Check.
Italia
•Capodanno (Año Nuevo): 1 de enero •Epifanía: 6 de enero •Pasquetta (Lunes de Pascua): marzo / abril •Giorno della Liberazione (Día de la Liberación): 25 de abril •Festa del Lavoro (Día del trabajo): 1 de mayo •Festa della Repubblica (Día de la República): 2 de junio •Festa dei Santi Pietro e Paolo (San Pedro y San Pablo): 29 de junio •Ferragosto (la Asunción): 15 de agosto •Natale (Navidad): 25 de diciembre •Festa di Santo Stefano (San Esteban): 26 de diciembreFrancia
•1 enero •1 mayo •8 mayo •Lunes de Pascua. En marzo o abril •14 julio •15 de agosto •1 noviembre •11 noviembre •25 de diciembreSuiza
• 1 enero (Año Nuevo) • Viernes Santo. En marzo o abril • Domingo y lunes de Pascua. En marzo o abril • Día de la Ascensión • Domingo y lunes de Pentecostés. 7 semana después de Pascua • 1 agosto (día nacional) • 25 de diciembre (Navidad) • 26 de diciembre San EstebanEn Italia y Francia se utiliza el euro. Es posible sacar dinero en cajeros automáticos que están debidamente señalizados a lo largo de toda la geografía.
Aunque la moneda en curso en Suiza es el franco suizo, un gran número de los hoteles, restaurantes y establecimientos permiten abonar el precio de servicios y productos en euros, sobre todo los localizados en las grandes ciudades y enclaves más turísticos. El cambio puede realizarse en francos suizos. Se pueden cambiar divisas en los cajeros automáticos, en los bancos y oficinas de correos.Si tienes previsto cambiar divisas en el país suizo, puedes desplazarte a los bancos, que suelen cobrar una comisión cercana al 5 por ciento, y estaciones de trenes o hacerlo en los aeropuertos a la llegada al país.
En todo caso, debe preguntar la necesidad de dicha vacuna en el centro de salud de su localidad. Si lo necesita, Suiza tiene centros médicos y farmacias en todas sus poblaciones. Debido al alto coste sanitario, se recomienda viajar a Suiza con un seguro sanitario privado. Si durante su viaje al país tiene previsto practicar deportes invernales, escalar o practicar senderismo se recomienda incluir en la póliza de seguros rescates en helicóptero y repatriaciones. Además, recuerde que a por encima de los 3.000 metros de altura se puede sufrir el trastorno conocido como mal de alturas.
Italia
El clima en el país es diverso, registrando oscilaciones de temperaturas entre el norte y el sur. Gran parte las geografía italiana goza de veranos calurosos y secos y primaveras suaves, razón por las que sus costas y ciudades son destino de un gran número de viajeros cada año. En invierno, las localidades situadas más al norte son las que registran temperaturas más bajas y húmedas, siendo la climatología del las zonas del sur más templadas. Por su parte, las zonas montañosas y los Alpes ofrecen al viajero veranos frescos e inviernos fríos.Francia
El país galo suele contar con inviernos fríos y veranos más suaves. Las localidades situadas en la zona norte del país o en áreas montañosas suelen registrar nevadas durante los meses invernales. Por su parte, las hermosas zonas costeras francesas son célebres por sus primaveras suaves y sus veranos calurosos, luminosos y escasamente lluviosos.Suiza
Suiza es conocida por su clima continental y húmedo. Considerado durante los doce meses del año un destino atractivo, ofrece diferentes opciones de ocio y entretenimiento dependiendo de las épocas del año. En primavera y en los meses estivales, Suiza suele agasajar al viajero con temperaturas más cálidas y una naturaleza desbordante. Por ello, estas fechas son las elegidas para disfrutar de las ciudades y pueblos localizados junto a los lagos, para disfrutar de las actividades al aire libre y de prácticas deportivas como el senderismo y el cicloturismo.
Por el contrario, los amantes del frío y los deportes invernales encontraran en la Suiza invernal su paraíso particular. Las estampas alpinas nevadas del país, las magníficas estaciones de esquí y los populares mercadillos de Navidad son famosos en todo el mundo.