Francia: Castillos del Loira y Normandía
Descubre una región francesa realmente fascinante
Conoce el viajeFrancia: Castillos del Loira y Normandía
- Duración
- 7 días
- Tipo de circuito
- Circuito
Nuestra ruta empieza en París, desde donde emprenderemos un viaje que a lo largo de una semana nos llevará a visitar dos de las regiones con mayor atractivo cultural, histórico y paisajístico de Francia, el valle del Loira y Normandía. En la primera podremos conocer alguno de sus famosos castillos, como el de Chambord, contruido por encargo de Francisco I y cuya espectacular escalera interior se atribuye a Leonardo da Vinci o el de Chanonceau, o el famoso Castillo de las Damas, conocido por ese nombre por haber sido administrado a lo largo de su historia por ilustres mujeres, como Catalina de Médicis o Diana de Poitiers, del que destaca un impresionante parque con una superficie de 5.440 hectáreas. Pero en nuestro recorrido también podremos admirar el Castillo de Villandry y sus espectaculares jardines rodeados por terrazas.
Mont Saint Michel, uno de los lugares más visitados de Francia
El valle del Loira es famosa por sus castillos, de eso no cabe la menor duda, pero también por su producción vinícola, con 30 denominaciones de origen. Seguro que en Angers, antigua capital de Anjou, podremos degustar alguno de los caldos que dan fama a la región y en Vannes visitaremos su casco antiguo con sus casas de madera y sus murallas medievales, que se encuentran entre las mejor conservadas de Bretaña. Seguro que los alineamientos megalíticos de Carnac, junto al golfo de Morbihan, el monumento prehistórico más extenso del mundo, no dejarán indiferente a nadie, igual que Concarneau, conocida como la Ciudad Azul y el Castillo de Keriolet y Quimper, capital del Finisterre francés, será otra de nuestras paradas. Y uno de los momentos más esperados de nuestro viaje es, sin duda, la visita al Mont Saint Michel, en la región de Normandía. Este lugar, Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, sufre la acción de unas espectaculares mareas que los aislan por horas del continente, convirtiéndolo en una isla. Podemos aprovechar para probar el plato estrella, la tortilla Saint Michel. La más famosa es la que hacen en el restaurante la Mère Poulard, aunque también podemos degustarla en otros locales del lugar. Las tristemente famosas playas del Desembarco también serán parada obligada. Visitaremos la de Omaha, a la que se la conoce con el sobrenombre de “Omaha la sangrienta” por los 2.000 soldados que perdieron la vida en ella. Sobre la playa se ubica el Cementerio Norteamericano, en la población de Colleville-sur-Mer. Arromanches será la etapa final de nuestro recorrido por Normandía. Famosa por el puerto artificial de Mulberry. Antes de nuestro regreso a casa, un paseo por París. El broche de oro para cerrar un viaje intenso que nos ha descubierto dos de las provincias con más encanto de Francia.
Emociones nuevas en tu viaje
Tierra de castillos, ciudades medievales, viñedos… el Valle del Loira encierra tesoros increíbles, y desde hace un tiempo se ha añadido a la oferta lúdica y cultural de la ciudad de Angers una nueva experiencia apta tanto para adultos como para niños. Se trata de Terra Botánica, nada menos que 17 hectáreas de naturaleza que va cambiando con el paso de las estaciones. Aproximadamente 275.000 especies de distintas partes del mundo, incluyendo la flora autóctona, se dan cita en este auténtico vergel y oasis de paz perfecto para desconectar durante unas horas. El parque, en el que también podemos disfrutar de diferentes atracciones, como barcazas, norias… está divido en diferentes ambientes. El Invernadero de los Extremos hace referencia a dos tipos de plantas que crecen en ambientes radicalmente opuestos: por un lado la parte de las brumas presenta una colección de más de 2.000 orquídeas y la del desierto, una amplia muestra de cactus. También podemos hacer una incursión por el Jardín Inteligente, donde podemos recibir clases de jardinería, por el Camino de las Especias, descubrir los arrozales asiáticos, un bosque de rosales, otro tropical o el huerto con sus verduras de todos continentes: sandías africanas, tetragonia oceánica, wasabi asiático…
Como decíamos, Terra Botánica es un oasis para los amantes de las plantas y hacer un alto en el camino en busca de paz, pero también un lugar en el que encontrar diversión. Así los peques y no tan peques pueden disfrutar de una ruta en barco para descubrir nenúfares, tulipanes y magnolias o dar un paseo por las copas de los árboles a bordo de cocos gigantes y si no tenemos vértigo admirar las increíbles vistas que se obtienen desde el globo aerostático que asciende hasta 150 metros.
Visitar el Castillo de Chambord, el mayor de los pueblos en el Valle del Loira, ya es toda una experiencia en sí. Pero si hay un elemento que despierta la curiosidad de cuantos se adentran en este inmenso y bello edificio, considerado una obra maestra del Renacimiento, esa es la escalera de doble espiral, que muchos estudiosos atribuyen a Leonardo da Vinci. Sea como fuere, el hecho es que dicha escalera ha sido desde su creación objeto de estudio y es que no deja de causar curiosidad el hecho de que dos personas no se crucen cuando la una baja al mismo tiempo que la otra sube, y, a pesar de ello, ambas pueden verse por las ventanas que dan al centro de la escalera haciendo que parezcan estar en una misma escalera. La famosa escalera, una de las 77 que se reparten por todo el edificio, se ubica en el centro mismo del castillo, tiene 9 metros de diámetro, y se eleva desde la planta baja hasta las terrazas intermedias. Parece ser que el sistema de doble hélice se utilizó para permitir que por un lado circulara el rey y por el otro la servidumbre sin que llegaran a verse.
Aunque tampoco está cien por cien claro que el autor de semejante obra fuera Da Vinci, el hecho de que el artista permaneciera en Francia desde 1516 hasta su muerte y fuera asiduo de la Corte del rey Francés, hace creer que fue él quien la diseñó. Sin embargo, es cierto que la idea de la escalera de doble espiral no es propia de Da Vinci, sino que ya existen en Italia sistemas de rampas dobles diseñadas por otros autores. Lo que hace especial la escalera de Chambord es su diseño renacentista italiano con mezcla del gótico francés.
París tiene una oferta museística para todos los gustos y una de las más completas del mundo. Es ciertamente difícil recomendar un solo museo. Sin embargo, dado que casi todo el que viaja a la Ciudad de la Luz no deja de ver el Louvre o el Centro Pompidou, desde aquí recomendamos, además de los dos anteriores, una visita al Museo d’Orsay. El d’Orsay ocupa una antigua estación de tren que fue inaugurada en el año 1900 con motivo de la Exposición Mundial de París, que estuvo en servicio durante varias décadas, siendo la principal terminal férrea para las rutas del suroeste de Francia. Sin embargo no fue hasta el año 1986, tras pasar el edificio por varias vicisitudes, cuando se inauguró el museo actual. Las colecciones que alberga el Museo d’ Orsay son de estilo impresionista y post impresionista y están formadas por esculturas, pinturas, artes decorativas y elementos arquitectónicos.
El museo es de visita obligada para todos los amantes de impresionismo, ya que alberga las obras de Monet, Gauguin, Cézanne, Renoir, Vincent Van Gogh, Manet y Toulouse-Lautrec, entre otros. El complemento perfecto para todos los admiradores del impresionismo es realizar una excursión a Barbizon, el lugar más emblemático del pre-impresionismo y donde los mayores artistas de este movimiento artístico, cuyas obras se exponen en el d’Orsay, encontraron la inspiración.
Cartier realizó tres viajes a Francia, en 1534, por orden del Rey Francisco I, emprendió su primera expedición en la que exploró el Golfo de San Lorenzo, declarando esta nueva tierra francesa. En 1535-1536, en su segundo viaje y a través del río San Lorenzo, llega a Stadaconé (Quebec) y Hochelaga (Montreal) y la tercera y última incursión fue en 1541, tras la cual se retiraría definitivamente. Es después de ese tercer viaje cuando Cartier amplía la pequeña granja del siglo XV de su propiedad en una hermosa mansión rural, conocida como Limoëlou. No es la única casa que poseía en la ciudad, ya que vivía de manera alterna entre su casa de la rue de Buhen (rue Châteaubriand) en Saint-Malo intramuros y en su mansión Limoëlou. Mientras que la primera casa ya no existe, la casa solariega es el único legado de Jacques Cartier y sede del museo.
En 1978, David Macdonald Stewart, presidente de la Fundación Stewart, adquiere la mansión de Limoëlou en nombre de la Sociedad de Amigos de Jacques Cartier. Se inicia entonces un gran trabajo de restauración que se extiende a lo largo de 6 años y finaliza con la apertura del museo dedicado a la vida y hazañas de Jacques Cartier. El lugar es visitado cada año por cientos de canadienses que desean conocer la ciudad desde la que partieron las expediciones que abrieron Canadá a Europa.
Si hay una imagen que refleja el coste de vidas que supuso la llamada operación Overlord con la que las tropas aliadas iniciaron la liberación de Francia durante la II Guerra Mundial, esa es la del cementerio americano ubicado en la población francesa de Colleville-sur-Mer sobre una explanada que mira a la playa de Omaha, una de las cinco que fueron protagonistas del llamado ‘Día D’. La impresionante explanada de verde césped está cubierta con más de 9.000 cruces de mármol blanco alienadas en perfecto orden, orientadas hacia EEUU y se levantan sobre un terreno que Francia cedió a EEUU para que diera sepultura a sus soldados fallecidos en la operación del Desembarco. En total son más de 9.000 cuerpos los que yacen en este terreno, a donde fueron trasladados desde el cementerio provisional que se habilitó en la localidad de Saint Mere Eglise.
En el mismo lugar también se encuentra el monumento conmemorativo con una escultura de bronce llamada "Espíritu de los Jóvenes estadounidenses" y en un muro pueden leerse los nombres de los 1.557 soldados que perdieron la vida ese día, pero no pudieron ser identificados. También junto al monumento se encuentra la cápsula del tiempo, bajo una lápida de granito rosa, que debe abrirse el 4 de junio de 2044 y que contiene periódicos y otros objetos del día del Desembarco. Tanto el monumento como el cementerio fueron diseñados por Harbeson, Hough, Livingston & Larson y Markley Stevenson.
Arromanches, el pueblo que debido a su posición estratégica fue el lugar escogido por los aliados para crear un puerto artificial en el que desembarcar todo tipo de material, del que aún hoy pueden verse los restos. Este tipo de puertos fueron llamados Mulberry y se crearon uniendo bloques de hormigón que eran transportados flotando a través del Canal de la Mancha hasta su emplazamiento definitivo donde eran hundidos. Uno de ellos se creó en la Playa de Omaha, pero fue destruido por una tormenta días después de su construcción. Sin embargo, el de Arromanches fue un éxito y de gran utilidad para las tropas aliadas. Siendo este pueblo un lugar estratégico, tras acabar la guerra se creó el Museo del Desembarco en el que se explica lo sucedido el 4 de junio de 1944, el llamado ‘Día D’, y mediante maquetas se recrea el complejo proceso seguido para crear el puerto. También se expone gran cantidad de material militar utilizado por las tropas durante su estancia en Arromanches.
Otro de los lugares que visitar en esta localidad relacionado con la famosa operación Overlord es el cine circular Arromanches 360 en el que gracias a las imágenes cedidas por archivos de todo el mundo se proyecta en las 9 pantallas que conforman esta sala una película que cuenta la batalla de Normandía. Imprescindible para completar nuestra visita a Arromanches y tener una idea lo más real posible de lo que se vivió en las playas de Normandía, en una operación que costó la vida a más de 22.000 hombres.
El plan de viaje a tu alcance
- Alojamiento.
- París
- Desayuno y cena.
- Chambord
- Amboise
- Chenonceaux
- Tours
- Bodega de Vino con degustación
- Castillo de las Damas
- Desayuno, almuerzo y cena.
- Villandry
- Angers
- Vannes
- Jardines de Villandry
- Desayuno, almuerzo y cena.
- Carnac
- Concarneau
- Quimper
- Desayuno y almuerzo.
- Dinan
- Monte Saint-Michel
- Saint Malo
- Abadía de Mont Saint Michel
- Desayuno. Almuerzo.
- París
- Museo del Desembarco de Arromanches
- Desayuno.
- París
¿Quieres saber más de Francia?
Un viaje perfecto se completa con una deliciosa gastronomía. Un tema del que Francia puede presumir, ya que los deliciosos platos salidos de sus fogones han influenciado a medio mundo. La cocina y la extensa, variada y rica dispensa de la que se nutre es, sin duda, uno de los puntos fuertes de la seductora potencia gala. En las principales ciudades del país podrás contemplar un sin fin de establecimientos cuidados hasta el último detalle y rendidos a la comida, en cualquiera de sus formas. ¡Y qué decir de sus siempre animados, coloristas y bulliciosos mercados! Panaderías y pastelerías y coquetas cafeterías despiertan al viajero con el clásico café acompañados de los deliciosos cruasanes. A la hora de comer, los típicos “bistrós”, bares y restaurantes con estilo te introducirán en un universo gastronómico fascinante que abarcan desde recetas tradicionales a las últimas propuestas de la “cocina creativa”. Y todo ello aderezado magistralmente con el buen gusto francés.
Los que quieran darse un homenaje culinario, encontrarán en el país galo una gran lista de restaurantes galardonados con Estrella Michelin. Todo ello aderezado con vinos, licores y cervezas de fama mundial, como los de la región del Valle del Loira y las principales áreas vinícolas del suroeste de Francia. ¡Disfruta de una cata de vino en sus centenarias bodegas! En los últimos años, el país ha impulsado diferentes iniciativas para acercar su afamada cocina a los visitantes. De este modo, se organizan tours gastronómicos y cursos de cocina que te permitirán cocinar junto a experimentados chefs algunas de las recetas más célebres del país.
Francia es uno de los destinos de compras más interesantes del mundo y uno de sus principales reclamos turísticos. El país es famoso por su arte, su cultura, su gastronomía, sus artículos de moda... Importantes ciudades como la capital de París están vinculadas fuertemente con la industria de la moda y el diseño, desplegando en sus elegantes y concurridas arterias comerciales un abanico de tiendas que apabullan al viajero por su elegancia, diversidad y calidad. ¿Te imaginas un lugar mejor para disfrutar de una divertida jornada de shopping?
No te lo pienses más y renueva tu armario acudiendo a los centros comerciales, las tiendas con encanto, las boutiques, los comercios tradicionales… Los famosos outlets son ideales para encontrar auténticas joyas textiles a precios imbatibles. En los últimos años, los principales centros comerciales y grandes almacenes han ido incorporando a su portfolio de servicios a sus clientes el acceso a un personal shopper.
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