Dinamarca: Repúblicas Bálticas y Capitales Nórdicas
Descubre todo lo que esconde el Báltico
Conoce el viajeDinamarca: Repúblicas Bálticas y Capitales Nórdicas
- Duración
- 11 días
- Tipo de circuito
- Circuito
Recorrer las Repúblicas Bálticas y las capitales escandinavas es como sumergirse en la historia de la vieja Europa para revivir su pasado medieval recorriendo sus magníficos cascos históricos que han sabido conservar como si el tiempo no hubiera pasado. Es trasladarse al esplendor de las monarquías de los países escandinavos a través de sus inmensos palacios y es admirar sus magníficos edificios de estilo Gótico, Barroco, Renacentista, Modernista… legado de un rico patrimonio histórico que ha perdurado hasta nuestros días.
Las capitales escandinavas poseen algunos de los palacios reales más bellos de Europa, como Christianborg y Amalienborg
Vilnius nos sorprenderá con sus más de 65 iglesias y su compacto centro histórico donde predomina el estilo Barroco, además de vivir la experiencia sobrecogedora de visitar la Colina de las Cruces. El Palacio de Rundale, en Letonia, nos dejará con la boca abierta. Obra del arquitecto Francesco Bartolomeo Rastrelli, el mismo que diseñó el Palacio de Invierno y el Palacio de Catalina en San Petersburgo, es símbolo de la opulencia de una época ya pasada. Tras el almuerzo podremos recorrer el interior del palacio para admirar sus suntuosas dependencias y los magníficos jardines. En Riga, su centro histórico o Vecriga, declarado Patrimonio de la Humanidad nos descubrirá tesoros como la catedral de la Santísima Trinidad. Tallin, “La Pequeña Praga”, alberga maravillas como la catedral de Alexander Nevski, declarada Patrimonio de la Humanidad y el Castillo de Toompea.
Las capitales escandinavas, ciudades de contrastes, figuran entre las más bellas de Europa. Estocolmo, “La Venecia del Norte”, nos recibe desde las islas en las que se asienta una ciudad unida por puentes. El ayuntamiento, famoso por ser la sede de entrega de los Premios Nobel, es el símbolo de la ciudad, como también lo es su Palacio Real, uno de los más grandes de Europa. Y ¿quién no conoce a la Sirenita? El emblema de Copenhague rivaliza en popularidad con los palacios de Christianborg y Amalienborg y el Castillo de Frederiksborg, que parece sacado de un cuento.
Emociones nuevas en tu viaje
Es una visita imprescindible y no puedes venirte de Copenhague sin hacerte una fotografía con la archiconocida sirenita que se encuentra en el paseo de la costa Langelinie, en pleno corazón de la bahía del puerto de esta majestuosa ciudad. La estatua de la sirena fue instalada de forma permanente en Langelinie, el 23 de agosto de 1913 y fue encargada en 1909 por el empresario cervecero Carl Jacobsen, hijo del fundador de Carlsberg, y donada a la ciudad. Con ella, Jacobs quiso homenajear a la bailarina danesa Ellen Price, la gran estrella del Ballet Real Danés, quien había cosechado grandes éxitos basados en el cuento de 'La Sirenita', escrito por Hans Christian Andersen en 1909. Ante la negativa de la bailarina a posar desnuda, Eriksen tuvo que utilizar a su esposa como modelo, aunque la cabeza y rostro son de la bailarina.
El 26 de marzo de 2010, la Sirenita viajó hasta Shangai para presidir el pabellón danés en la Expo 2010. Cuentan los lugareños que todavía hoy, son muchos los marineros que acuden ante su figura para confesarle detalles íntimos de sus duras travesías en el mar. Sólo ella conoce las intimidades y los secretos de unos hombres valientes y batalladores que se baten con las olas del mar. Y siempre escucha atenta, con esa cara tranquila, comprensiva. Y bella. Transmite paz. Su mirada siempre seguirá ahí, atendiendo el frío mar del Báltico. También cabe resaltar que ha sufrido muchísimos sabotajes. Ha sido pintada en varias ocasiones, fue decapitada también, ha sufrido la amputación de un brazo y en septiembre de 2003 desapareció de su pedestal. Afortunadamente pronto la encontraron en el fondo del mar.
Sabías que la sirenita tiene su alter ego masculino, Han, una estatua masculina muy parecida que le hace compañía asentado sobre una piedra mirando al mar
Tanto si sois unos enamorados de los libros como si os interesa la arquitectura, os aconsejamos que entréis a daros una vuelta por este edificio que ya se ha convertido en uno de los más emblemáticos de Copenhague. Su colección es tan grande y extensa que está repartida entre varios edificios, de los que es más famoso es, sin duda, el llamado Diamante Negro, inaugurado en 1999 en la zona de Christianshavn. Los orígenes de esta biblioteca hay que buscarlos en el monarca Federico III a mediados del siglo XVII que decidió crearla con el objetivo de reunir bajo un mismo techo todos los libros publicados hasta el momento; aunque la tarea no fue sencilla, se consiguió recopilar una ingente cantidad de obras (en varias lenguas) que dieron origen, más de un siglo después, a una de las mejores bibliotecas abiertas al público. Con los años, esta biblioteca real se fusionó con la de la Universidad de Copenhague (que databa nada menos que del siglo XV) y, posteriormente, con la Biblioteca Nacional Danesa de Ciencias y Medicina y con el Archivo del Folclore Danés, dando lugar a una vasta institución que actualmente cuenta con cuatro espacios: tres especializados (en ciencias sociales, humanidades y ciencias) y un edificio principal que aúna todo tipo de temáticas, el Slotsholmen o Diamante Negro.
Sin duda alguna, la joya de la Biblioteca es el moderno edificio Diamante Negro, un modernísimo edificio, que se encuentra junto al puerto de la ciudad, en el canal de Christianshavn, y fue diseñado por el estudio de arquitectos Schmidt, Hammer & Lassen. Además de albergar miles de ejemplares de varias temáticas, acoge colecciones especiales y conciertos. El Diamante Negro es conocido como tal por su aspecto semejante a esta piedra preciosa, con un exterior formado por dos cuerpos hechos de mármol negro y cristal (que facilita las vistas al mar desde sus numerosos balcones). En su interior, ocho plantas conectadas por varios corredores y de paredes blancas y onduladas contienen seis salas de lectura y más de 250.000 obras (en diferentes idiomas).
Más de 32 millones de documentos entre publicaciones, libros y demás
En Estocolmo toda esta energía y esas sinergias se transforma en la zona sur de Fokungagatan en tiendas de ropa, zapatos y antigüedades. No te puedes perder darte una vuelta por el bohemio barrio de Sodërmalm, al sur de la ciudad, es el lugar ideal para los adictos a las compras. Te van a enloquecer las calles estrechas llenas de tiendas con encanto de la “Venecia del Norte”. Artesanía, diseño sueco, buenas ofertas… En las estanterías de las tiendas encontrarás todo lo que necesitas para darle a tu look un toque especial.
Se sugiere iniciar el recorrido eligiendo un outfit bien cómodo para arrancar a caminar desde la calle Götgatan, en donde se pueden encontrar las marcas internacionales como American Apparel, Hope, H&M y marcas locales como Filipa K, Monki, Gina Tricot, entre otras. Si estás con tiempo, y no te mata la ansiedad de llegar al corazón del SoFo, que significa "South of Folkungagatan", no te puedes olvidar de entrar en la Galería Bruno y subir al bar Ljunggren, que tiene una terraza súper canchera y en verano abarrotada de gente. Otro consejo es disfrutar del restaurante Pelika, uno de los más antiguos de la ciudad donde acuden los residentes del SoFo, cuando se cansan de las ensaladas con halloumi y brotes de alfalfa orgánica, para reencontrarse con los sabores de su infancia en el pueblo, desde la archiconocida albóndiga sueca hasta el estofado de alce de la tía Agneta
El normbre de Sofo, lo decidieron los comerciantes de la zona, haciendo un guiño al Soho (South of Houston) neyorquino.
Vibrante y amena la capital letona, la más poblada de las 3 capitales Bálticas, rebosa de bares, cafés y arquitectura art noveau en cada esquina con el aliciente de que verano la luz del sol ameniza hasta la medianoche. Rodeada de interminables jardines públicos, el río Daugava serpentea la ciudad para sofocarla de los calurosos veranos. Durante esta época el ambiente de las calles y la desconexión están más que asegurados. De enorme potencial, Riga posee casco histórico declarado patrimonio de la humanidad por la UNESCO que no te defraudará. Entre 1899 y 1914, gracias al dinamismo que alcanzó la ciudad, se levantaron más de 800 edificios Art Nouveau. La I Guerra Mundial frenó esta rápida expansión, pero tras entrar en el Unión Europea Riga se ha recuperado hasta llegar a nuestros días como la capital europea del Modernismo. El distrito Art Nouveau (llamado Centro Tranquilo) rivaliza con el casco antiguo por ser el barrio más bonito de la capital. Pasear por Alberta Leia, su calle principal que alberga los edificios de apartamentos más singulares y las lujosas embajadas, casi en su totalidad obra del artista Mijaíl Eisenstein, o el Museo de Art Nouveau de la ciudad, es todo un espectáculo para los amantes del arte y la arquitectura.
En la animada Livu Laukums, una plaza de lo más apetecible plagada de cervecerías al aire libre en verano y bordeada por una hilera de coloridos edificios del siglo XVIII, podremos disfrutar de un momento de asueto y relax bajo la mirada de uno de los símbolos de la ciudad, los felinos de la Casa de los Gatos o Kaku Nams. Edificio Art Nouveau cuyas torretas están presididas por unos gatos negros. Cuenta la leyenda que el dueño de la casa, un mercader letón, mandó colocar estas figuras en el tejado en venganza por no haber sido admitido en el Gran Gremio, que por entonces estaba formado sólo por comerciantes alemanes. Los gatos, con el lomo arqueado y la cola hacia arriba, apuntaban burlonamente hacia la sede de la asociación, situada en frente. Tiempo después y tras una larga batalla legal, el mercader consiguió entrar en el Gremio y modificó la posición de los gatos. Arte, arquitectura y un ambiente ameno y vibrante, hacen de Riga algo más que el destino de moda.
No te olvides de probar los famosos pastelillos shpekom en alguna de las coquetas cafeterías de la ciudad.
La capital de Estonia es algo más que un destino de moda. Manejable y accesible cuenta con uno de los cascos medievales mejor conservados de Europa. Ciudad amurallada por los cuatro costados, su antiguo muro defensivo ha sido testigo de siglos convulsos y muestra de la importancia estratégica y comercial de la urbe desde tiempos remotos. La ciudad medieval de Tallín encierra una larga historia que comienza cuando llegaron los vikingos en el siglo XIII. Rodeada de lagos y bosques, descubrirás una encantadora ciudad con una mezcla de culturas tan curiosa que tan pronto parece rusa, como alemana o escandinava. Aunque solo ocupa una superficie de 160 kilómetros cuadrados, esta pequeña extensión es más que suficiente para acoger desde castillos hasta parques naturales, pasando por templos religiosos como la impresionante Catedral Alexander Nevski y sus numerosos miradores, que permiten contemplar la belleza de la parte antigua de la ciudad. Tómate tu tiempo para conocerlos todos. Si necesitas inspiración, es buena idea comenzar dando una vuelta por su casco antiguo (Vanalinn) la verdadera joya de Tallín. Protegido por la Unesco es un cúmulo de torretas, agujas y callejas sinuosas de los siglos XIV y XV. En Raekoja plats, destaca la torre Pikk Hermann, el símbolo nacional estonio que forma parte del Castillo de Toompea. Nada menos que 215 escalones separan su parte más baja de la 'azotea' donde se sitúa la bandera de Estonia que baila todos los días al ritmo de una canción popular mientras se arría cuando cae la noche.
Aunque los viajeros vienen hasta Tallín atraídos por su imponente ciudad vieja. Hay Tallín más allá de las murallas. Un Tallín marcado por la presencia rusa en el país hasta 1990 tras más de dos siglos de ocupación. El Palacio de Kadriorg imponente residencia de verano de los zares rusos construido en el siglo XVIII actualmente es un interesante Museo de artes plásticas locales, rusas y europeas. El majestuoso palacio nos traslada de inmediato a San Petersburgo y contrasta con la cercana y sencilla residencia estival que Pedro I el Grande compró poco después de la anexión del país. El entorno de los palacios, que incluye la residencia oficial del presidente estonio, es un impresionante parque versallesco que también guarda un jardín japonés . Para los valientes, a dos pasos, se encuentra la Playa de Pirita, un arenal extenso de aguas gélidas en los meses más tórridos de verano, repleto de estonios locos por disfrutar del sol.
Una de las costumbres de los locales es desayunar frente al momumento de Freedom Square.
Las dos torres cilíndricas rematadas en tejados cónicos adelantan la imagen de ciudad de cuento que nos espera a intramuros. Dentro un laberinto de callejuelas estrechas con la única excepción es la Calle Viru, que corre casi recta hasta la Plaza del Ayuntamiento (Raekoja plats) centro neurálgico de la ciudad. Aquí tendremos la oportunidad de subir a la torre del Ayuntamiento uno de los mejores miradores de la ciudad situado en el único superviviente del gótico civil del norte de Europa –curiosas las gárgolas en forma de ‘dragones naif’- y de visitar la Farmacia de Raeapteek –Farmacia del Ayuntamiento- que lleva ahí desde 1422 siendo la más antigua del mundo aún en uso. Muy cerca la preciosa Iglesia de Santa Catalina da nombre a ese pequeño pasadizo de dos metros de anchura dónde la piedra desnuda sustituye a la pintura y el cielo está dominado por los arcos que soportan viejos muros del siglo XII. De espaldas de la Plaza del Ayuntamiento el barrio del Castillo ocupa una pequeña colina que domina el casco viejo. Aquí encontrarás la Puerta de la Pierna Larga, que formaba parte de las defensas del antiguo castillo construido por la Orden de los Caballeros Teutónicos que dio origen a la ciudad, o la Catedral de Alexander Newsky de principios del XX que recuerda de inmediato a los templos ortodoxos rusos.
A dos pasos se encuentra el Kiek in de Kök o Museo de los Bastiones , una muestra de la historia militar de la ciudad instalada en una de las innumerables torres que refuerzan sus muros. Este punto es un buen lugar para iniciar un recorrido en paralelo a las murallas hasta alcanzar Gorda Margarita, una torre enormemente ancha que defendía la puerta de la ciudad más cercana al puerto y que hoy alberga el interesante Museo Marítimo de Estonia. Muy cerca la vista del Mirador de Patkuli permite visualizar la magia del casco histórico a lo largo del día y con las primeras tinieblas de la noche. El campanario de San Olav también ofrece buena vista; su torre –siglo XII- de 155 metros de altura fue el edificio más alto de Europa durante 200 años. Tallín fusiona lo moderno y lo medieval hasta conseguir un ambiente único. Y aunque perderte entre las animadas callejuelas casco medieval es una opción de lo más apetecible, ya que cuenta con numerosas tiendas de productos típicos y artesanía donde se trabaja la lana y el cristal, disfrutar de su gastronomía es toda una experiencia. No solo por la variedad de la oferta, popular y de vanguardia, sino porque el ambiente y bullicio que se genera en sus calles invita dejarse llevar. Pero no se puede abandonar Tallín sin rendir visita al Museo de la Ciudad en que se hace un repaso a los orígenes y desarrollo de la urbe.
En esta ciudad podemos encontrar la farmacia más antigua del mundo en uno de los laterales de la plaza del Ayuntamiento
Lo cierto es que este distrito fue hasta los años 90 uno de los más peligrosos de la ciudad. Sin embargo, a partir de ese momento se inició una transformación con la llegada a la zona de numerosos pintores, escultores y músicos que han propiciado que muchos lo comparen con Montmartre en París y Christiania Copenhague.
Uno de los hechos que convierten a este barrio en único dentro de la ciudad es que el 1 de abril 1997 el distrito se declara República Independiente de Uzupis creando su himno, su bandera, sus fiestas populares, su Día Nacional, su Constitución con 39 artículos y su propia moneda. Un ángel y una sirena diseñados por el escultor Roma Vilciauskas son los símbolos de la ciudad. No cabe duda de que los que se acerquen hasta Uzupis no quedarán defraudados, en el pequeño barrio de apenas un kilómetro cuadrado de tamaño abundan las muestras de arte en cualquier esquina y todo el mundo con espíritu libre, bohemio y, sobre todo, con ganas de divertirse, es bien recibido.
Descubre la intensa vida artística y cultural de este distrito que es Patrimonio de la Humanidad
Una gran galería de arte, eso es lo que nos ofrece el metro de Estocolmo. En las distintas estaciones podemos encontrar pinturas, esculturas y montajes artísticos. Es, sin duda, la galería de arte dentro de la estación de metro más grande del mundo. Algunas de las estaciones más populares son las siguientes. La primera en la lista es la estación central de Estocolmo, conocida como T-Centralen porque es la que más trasiego de gente tiene. La estación central fue la primera que incorporó obras de artistas ya en el año 1957 cuando finalizó su construcción y en ella podemos ver escenas de la vida cotidiana en muros y paredes. Otra estación que merece una visita es Kungsträdgarden, con sus obras representando un jardín subterráneo. Cuando entras en la estación de Rådhuset parece que te estés entrando enteramente en una cueva de arenisca. La estación de Västra skogen y Solna Centrum, que recrea un bosque verde con diferentes motivos medioambientales, son otras de las dos destacadas.
En los meses de verano hay visitas guiadas que duran aproximadamente una hora para recorrer las estaciones más destacadas, sin embargo, tampoco es necesario, basta con comprar un billete de metro e ir bajando en las paradas para admirar estas manifestaciones artísticas que alegran el viaje a quienes usan este transporte público.
Recorre alguna de las 90 estaciones del metro de la capital sueca para admirar las obras realizadas por destacados artistas
El plan de viaje a tu alcance
- Cena
- Vilna
- Desayuno. Almuerzo. Cena
- Vilna
- Panorámica de Vilnius
- Desayuno. Almuerzo. Cena
- Riga
- Palacio de Rundale
- Desayuno. Almuerzo
- Riga
- Panorámica de Riga
- Desayuno. Cena
- Tallin
- Panorámica de Tallin
- Desayuno. Cena
- Tallin
- Estocolmo
- Desayuno. Cena
- Estocolmo
- Panorámica de Estocolmo
- Desayuno
- Estocolmo
- Desayuno
- Copenhague
- Desayuno
- Copenhague
- Panorámica de Copenhague
- Desayuno
- Copenhague
¿Quieres saber más de Escandinavia?
Conoce la historia, cultura e idiosincrasia de los países escandinavos a través de su singular cocina. Las bajas temperaturas y las tradiciones ancestrales han modelado la sabrosa y contundente gastronomía de este bello rincón del mundo.
Actualmente, los países escandinavos son famosos por sus guisos de carnes con esencia, sus platos de pescado como el salmón, sus calentitas y sustanciosas sopas... ¡Prepárate para probar platos en los que las carnes de alce, reno o la de oso son los protagonistas! Además de las recetas tradicionales, la cocina escandinava ofrece platos de vanguardia que se sirven en elegantes restaurantes -algunos de ellos, como el desaparecido “Noma” de Copenhague ha sido considerado durante años como el mejor restaurante del mundo-. ¡Descubre la sorprendente revolución gastronómica que está viviendo la considerada Nueva Cocina Nórdica!
Las capitales escandinavas son prolijas en recuerdos, regalos originales y productos locales de alta calidad. Durante el viaje, te recomendamos hacerte con alguna pieza de artesanía local y de la famosa porcelana y cerámica danesa. ¡Son únicas! Para los amantes de lo singular, un casco de vikingo será un recuerdo imborrable del viaje.
¿Más claves para encontrar el recuerdo perfecto? En clave textil, recomendamos revisar el equipamiento deportivo, las prendas de diseñadores locales –que se mueven entre la tradición y las líneas más vanguardistas-, las prendas de lana o piel... Y los amantes de la buena mesa, podrán regresar a casa con una botella de los deliciosos licores típicos, la cerveza artesanal o con alguna pieza del delicioso salmón noruego.
Suecia
1 de enero - Año Nuevo • 6 de enero - La Epifanía del Señor • 1 de mayo - Día del trabajador • 6 de junio - El Día Nacional de Suecia • 25 y 26 de diciembre - Navidad • Viernes Santo: el viernes antes de la Pascua • Pascua: el domingo que sigue a la luna llena entorno al 21 de marzo • Lunes de Pascua: el día después de la Pascua • La Ascensión del Señor: el sexto jueves después de la Pascua • Pentecostés: el séptimo domingo después de la Pascua • Midsommar: el sábado situado entre el 20 y el 26 de junio • Día de todos los Santos: el sábado situado entre el 31 de octubre y el 6 de noviembreNoruega
1 de enero, Día de Año Nuevo • Domingo de Ramos • Jueves Santo • Viernes Santo • Domingo de Resurrección • Lunes de Pascua • 1 de mayo, Día Internacional de los trabajadores • 17 de mayo, Día de la Constitución • Día de la Ascensión (5º jueves después de Semana Santa) • Domingo de Pentecostés (5º domingo después de Semana Santa) • Lunes de Pentecostés • 25 de diciembre • 26 de diciembreDinamarca
1 de enero, Día de Año Nuevo • Jueves Santo • Viernes Santo • Domingo de Resurrección • Lunes de Pascua • Día de la Oración común (4º viernes después de Semana Santa) • Día de la Ascensión (5º jueves después de Semana Santa) • Domingo de Pentecostés (5º domingo después de Semana Santa) • Lunes de Pentecostés (5º lunes después de Semana Santa) • 5 de junio, Día de la Constitución • 24 de diciembre • 25 de diciembreFinlandia
1 de enero, Día de Año Nuevo • 6 de enero, Día de Reyes • Viernes Santo • Domingo de Pascua • Lunes de Pascua • 1 de mayo, Día del Trabajador • Día de la Ascensión (5º jueves después de Semana Santa) • Domingo de Pentecostés (5º domingo después de Semana Santa) • Víspera y Día del Solsticio de Verano • Día de Todos los Santos (1er sábado de noviembre) • 6 de diciembre, Día de la Independencia • 24 de diciembre • 25 de diciembre • 26 de diciembreIslandia
1 de enero, Día de Año Nuevo • Jueves Santo • Viernes Santo • Domingo de Pascua • Lunes de Pascua • Primer día de verano (1er jueves después del 18 de abril) • 1 de mayo, Día del Trabajo • Día de la Ascensión (40 días después de Semana Santa) • Domingo y Lunes de Pentecostés (7º domingo y lunes después de Semana Santa) • 17 de junio, Día de la Independencia • Día de los Comerciantes y Oficinistas (1er lunes de agosto) • 24 de diciembre (tarde) • 25 de diciembre • 26 de diciembre • 31 de diciembre (tarde).En líneas generales, las temperaturas registradas en las capitales escandinavas suelen ser frías, variando notablemente según la época del año. También influye la localización geográfica, ya que en las ciudades localizadas más al sur los meses estivales suelen ser más templados y los inviernos menos gélidos.
Del mismo modo, mientras más al norte nos situemos las temperaturas irán descendiendo en grados hasta llegar a zonas caracterizadas por el clima polar. En las capitales escandinavas, los meses más cálidos y con mayor número de horas de sol suelen abarcar la horquilla de abril a septiembre. Los meses invernales se caracteriza por su clima gélido y escasas horas de sol. Los turistas que suelen viajar a esta zona del planeta en invierno suelen buscar grandiosos paisajes naturales nevados, practicar deportes de invierno o contemplar la aurora boreal en todo su esplendor.